Héroes: José Luis Martínez

El domingo pasado en EL CORREO se hacían eco de esta noticia:

' El mítico 'You'll never walk alone' que cada partido corean los hinchas del Liverpool en Anfield Road no tiene 'copyright'. Y lo han asumido como propio los seguidores de un modesto club, aunque al estilo castizo. '¡Aupa Barakaldo! Nunca caminarás solo' es el lema que recoge una de las pancartas que decoran las llamativas gradas de Lasesarre. Tras sus brillantes colores gualdinegros se esconde el espíritu de una orgullosa afición, fiel a viajar con su equipo donde lo necesite, al margen de los kilómetros o el precio de la entrada. Pero la idílica lealtad mantenida durante años estuvo a punto de romperse en el tercer partido de liga. Sólo el espíritu de un atrevido aficionado la mantuvo viva.
Mediados de septiembre, verano todavía. Tras la derrota en León y el triunfo en casa ante el Lugo, el Barakaldo rendía visita a Compostela para enfrentarse al Ciudad de Santiago. Un atractivo destino turístico para los aficionados, se podría pensar. Y así lo hizo José Luis Martínez. Sin analizarlo dos veces, decidió reservar su billete. Pagó 71 euros por once pesadas horas de viaje. Y las otras tantas que le esperaban de vuelta. No le importó por ver jugar una vez más a su equipo. Se enfundó la elástica gualdinegra, se colocó la bufanda, cogió su bandera y preparó la pancarta. Rumbo a Galicia.
El domingo al mediodía desembarcó en Santiago. Sin sopesar aún el inolvidable día que le aguardaba. Visitó primero al apóstol en la catedral para pedirle por su querido club. Después callejeó por la capital hasta que se encontró a la directiva fabril, que le acercó al estadio de San Lázaro. Tras descartar la invitación para ver el partido desde el palco, José Luis bajó a la grada y se situó junto al córner, a pie de campo. Solo, para su propia sorpresa, ante el empuje de unos 500 seguidores locales. Por primera vez, no había nadie más con sus colores. Únicamente él celebró la salida del Barakaldo.
Ataviado de gualdinegro, y pese a la decepción, siguió inquieto la evolución del choque y animó sin cesar a su equipo. Incluso a los jugadores suplentes, que calentaban junto a él. «Ahora tienes que ser tú el que meta el golito, que ya queda poco tiempo», le dijo a Jon Pérez Bolo cuando el encuentro expiraba. Y el bravo delantero de Rekalde cumplió. Saltó al campo y con su experiencia se adelantó a la defensa rival para hacer de cabeza el tanto que daba la victoria a los fabriles. 0-1, en el minuto noventa. El ex futbolista del Athletic le había hecho caso. Y se acordó. Tras recibir los abrazos de sus compañeros, se dirigió a la grada y dedicó su gol. A José Luis. Al único aficionado del Barakaldo.
Gloria... y decepción
Segundos después, tras el pitido final, el gesto fue general y toda la plantilla, con el técnico y el masajista incluidos, se acercó hasta el córner con la intención de agradecer el incansable apoyo de su solitario seguidor. Para envidia sana de una parroquia local poco acostumbrada a gestos de tal entidad. «Gracias Bolo, gracias Baraka», respondió emocionado José Luis, antes de emprender el camino de regreso a la segunda ciudad de Vizcaya. Hinchado por la calidad humana, más que futbolística, de sus idolatrados jugadores. Orgulloso, más que nunca, de ser de un equipo como el Barakaldo.
Han pasado tres jornadas más de liga, pero aquel 14 de septiembre no se ha borrado aún de su memoria. «Fue algo impresionante. Todo mi equipo dedicándome la victoria», destaca José Luis. En toda su vida de pasión por el equipo gualdinegro no había disfrutado algo parecido. Y eso que llegó a enfundarse la elástica del club con el juvenil. La admiración por el amarillo y el negro le llegó incluso antes, pese a que a sus padres ni siquiera les gusta el fútbol. De niño residía junto al viejo campo de Lasesarre y no se perdía un partido. «Pedíamos a los socios a ver si nos podían pasar gratis», rememora conmovido. Allí vivió tardes de gloria... y decepción.
Todavía recuerda aquella mítica plantilla que a punto estuvo de lograr el ascenso a Primera División a finales de los años setenta. «Larreina, Dani, Sarabia, Bengoetxea...». Fue la segunda época dorada del club. Desde entonces, más sinsabores que alegrías. Ha visto disputar al Barakaldo nueve liguillas de ascenso a la categoría de plata, siempre sin premio. Pero no pierde la esperanza y confía en que el nuevo Lasesarre protagonice tantas tardes de éxito como las que se vivieron en el antiguo campo del que hereda su nombre.
«A ver si lo llenamos por fin de una vez», suspira a sus 52 años, sabedor de que una ciudad como Barakaldo necesita rivales de mayor entidad que los que compiten en Segunda B para cautivar a los aficionados. Sueña con el logro del ansiado ascenso, pero tampoco renuncia a la Copa como opción para ver de nuevo a un grande en Lasesarre. Quizá a su también querido Real Madrid, si bien ese día iría sólo con los gualdinegros. Se alcancen o no las preciadas metas, José Luis lo tiene claro. Su equipo preferido «nunca caminará solo». Y menos mientras conserve a jugadores tan «carismáticos y agradecidos» como Bolo.
El otro protagonista de Santiago aún no da crédito a lo que vive. Tras su paso por ciudades como Pamplona, Alicante, Madrid, Tarragona o Soria, decidió regresar a Vizcaya este verano. Y se enroló en el club fabril, donde no ha recalado precisamente por el dinero. «Quería volver a casa, pero estaba todavía en forma y aquí me han dado una oportunidad», explica el ariete bilbaíno. Su esfuerzo es patente cada vez que salta al césped y la afición se lo ha sabido agradecer. Por eso, gestos como el de San Lázaro «están más que justificados». Su próximo reto, «dedicar el gol que dé el ascenso al Barakaldo».'

Si señor! eso es un aficionado de verdad, de los de desplazamiento y pancarta. Con un par ahí bien plantado en la esquina del corner en campo ajeno.

Puede que a la gente le pase inadvertida esta noticia pero para mi este tipo es un héroe. No por ir hasta allí solo, sino por mantenerse con dignidad e ilusión hasta el último minuto.
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3 Responses
  1. Vaya putada, si hubieramos pasado la eliminatoria contra el Real Unión nos habría tocado el Madrid en la Copa. Ahí si que habría habido más seguidores, además de este hombre


  2. Melo Says:

    Kawendiez, ya sabéis q el baraka no va a subir a segunda hasta que no juegue yo...lo vaticiné hace mas de 10 años, y sigue sin subir...la directiva lo tiene fácil, pero esq no pasan por el...en fin, ellos sabrán...
    Buen artículo, aunq añadiría la carta de agradecimiento que escribió Jose Luis martinez a canal Baraka, titulada gracias bolo, gracias baraka...

    Ala a jugar a pala...


  3. Yakito Says:

    Pensé en poner esa carta, pero quedaba muy extenso todo esto.

    De todos modos hice el artículo porque me pareció graciosa la situación.

    Aupa Baraka!!