La etapa de montaña

Se suele decir que las desgracias nunca vienen solas. Este año el calendario de liga ha tenido el capricho de juntar a cuatro de los seis equipos más potentes en cuatro jornadas.

Ya pasó algo parecido hace unos años; lo llamaban el rodillo y se juntaban Valencia, Barça y Madrid. Curiosamente el único equipo que salió imbatido de todo aquello fué el Mallorca.
Este año lo llaman la etapa de montaña y en mi opinión es más difícil que lo viejo conocido.

El Sporting ya ha tenido ocasión de comprobar lo que es la etapa de montaña y habiendo empezado la temporada ha perdido los cuatro partidos, algo lícito para un recien ascendido aunque recibir cuatro, seis y siete goles quizá no lo sea tanto para un equipo que se jacte de jugar en primera. De todos modos algunos medios ya ven al sporting como un equipo condenado a descender, incapaz de mantener una defensa ordenada o de marcar más de dos goles en un partido.

Ahora le toca el turno al atlético, el contraste es grande. Van a pasar de enfrentarse a un equipo que tratará de evitar el descenso a luchar contra un aspirante al título. El primer partido lo han perdido contra el sevilla y ya han saltado las alarmas: El equipo es muy plano, tiene una plantilla muy corta, le faltan Forlan, Simao y Maniche, no son mejores que los del doblete son los del año pasado pero con mejor defensa y lo del Schalke fue un espejismo.
La misma mierda de la prensa futbolera, hace una semana si faltaba Forlan salía Sinama y lo hacía igual de bien, cada cambio en el once daba frescura al juego y el equipo tenía muchas alternativas. Hoy todo eso no vale nada.

Esperemos que no gane el atlético al real madrid, que yo creo que lo van a hacer, porque de lograrlo volveremos a hablar del mejor atlético, del futuro campeón y del equipo que aspira a todo.
Lo suyo sería mirar las cosas con más calma.

Eternas promesas: Jan Ullrich

Somos muchos los que lo deseamos

Hoy quería hablar de uno de los grandes de un deporte tan sufrido como es el ciclismo.
Un tipo que empezó en este mundo con la vitola de gran promesa, destinado a marcar la historia y poco a poco fue diluyéndose. Me refiero al ínclito Jan Ullrich.

He de reconocer que cuando debutó le tenía asco. Él y su Telekom habían enviado a nuestro Indurain a las mediocridades del pelotón. Indurain estaba pasando de ser un superheroe llamado Miguelón a ser un Prudencio cualquiera.
Eso era difícil de aceptar para un chaval como yo, que había crecido de la mano de Indurain y Perico y no se los podía imaginar perdiendo.

Corría el año 96 cuando debutó en el tour. Empezó de gregario para su jefe de filas, Bjarne Riis, quien posteriormente ganaría la carrera.
A pesar de su triunfo quien destacó por encima en ese tour fue Jan Ullrich, un jovencisimo alemán al que tuvieron que frenar en la última crono para que dejara ganar a su jefe de filas. De correr en otro equipo habría ganado la competición y habría igualado la hazaña de Laurent Fignon de ser el único corredor que vence en el tour en el año de su debut.

Ya en 1997 con Ullrich como gran favorito sólo tenía que dejar que pasara el tiempo para verse convertido en el nuevo emperador del ciclismo, era el más fuerte y ganó. Corrían tiempos de gloria para el alemán. Le esperaba un gran futuro, ¿ganaría cinco tours?¿cuantas veces batiría el record de la hora?¿encontraría algún día un rival a su altura?
El tiempo nos daría las respuestas.



Al año siguiente Ullrich debía volver a imponerse, era el mejor y si todo seguía el guión ganaría de nuevo. Por desgracia ese tour siguió un guión que nadie podría haber imaginado jamás.
Fue el tour del dopaje. Terminó con medio pelotón descalificado, ningún español pasó por los campos Eliseos aquel año y para colmo Jan sufrió una pájara que lo dejó KO cediendo el tour al 'pirata' Pantani. Ese año nuestro pelirrojo favorito volvía a ser segundo pero aun le quedaban muchos años para ganar, no pasaba nada...

Entramos en 1999, otro año de sorpresas en el pelotón y con Ullrich y Pantani como favoritos.
Entre las dos estrellas emergió otra dando la sorpresa: Lance Armstrong.
Un corredorcillo estadounidense que llevaba unos años en bici. Por aquel entonces ya había ganado un par de etapas en el tour y había sido campeón del mundo en el 93. Eso al público no le interesaba. No había ganado tour ni vuelta, luego entonces no era nadie.

Lo sorprendente es que Armstrong había estado un año de baja por un cancer al que se tuvo que sobreponer. Volvió a la competición y ganó el tour, así de simple. La prensa y la efusividad americana hizo que le publicaran un libro autobiográfico e incluso se rumoreó el rodaje de una película.
Pa' mear y no echar gota :(

Para el 2000 empezaba a urgir la victoria y hasta el 2002 la historia se repetía. El de Rostock no podía ganar al americano y Ullrich empezaba a estar hasta las pelotas: ganaba medallas olímpicas, la vuelta a españa, campeonatos del mundo contrareloj pero el tour lo humillaba y lo dejaba como segundón, restando importancia a todos los méritos que hubiera podido hacer durante el año. Tal vez por esto dio positivo por anfetas y fue sancionado durante un año.
La excusa fue que no estaba compitiendo, que estaba de fiesta y que no imaginó un control al poco de tomarlas.

De todos modos en 2003 volvería el tigre, volvería con ganas de revancha, ¡groar!
...
......
.........
Segundo otra vez.
Ese fue el mazazo que lo destrozó moralmente, el que hizo que su carrera fuera un bajón hasta su retirada. Cada vez rodaba con menos ganas y una vez afirmó que el ciclismo no era un deporte que le gustara demasiado pero que como llevaba practicándolo desde pequeño y le pagaban bien seguía haciéndolo.
En ese momento se ganó mi corazoncito.
Ahí me hice fan suyo hasta su retirada.

La última vez que se subió al podio fue en 2005, esta vez como tercero, en el año que se retiraba Lance Armstrong... por primera vez!
Para colmo de males Armstrong tuvo el 'detalle' en el podio de parís de coger el micrófono e invitarle a su cena de despedida 'por haber sido su rival durante estos años'.
Quien sabe si Jan se lo tomó como un detalle de aprecio o como un vete a tomar por el culo de una vez por todas, el caso es que sonrió mientras lo escuchaba.

Fuera del tour, en 2006 fue despedido de su equipo por un caso de dopaje en el que se vio involucrado. A posteriori se demostró que no era culpable pero por aquel entonces Ullrich no tenía ganas de nada y a primeros de 2007 se retiró.

¿Y de mi no queréis escribir un libro?

Ahora trabaja como asesor en el modesto equipo austríaco Volksbank, seguramente viva tranquilo y feliz sin fama ni micrófonos pero quizá mas de una vez cuando se meta en la cama se lamente de las ocasiones que dejó pasar.

Aún así yo le quiero igual.


¡ESTO HAY QUE CELEBRARLO!

Gol.Goal.Tor.But. El momento culmen en el mundo del fútbol tiene tantos nombres como padres potenciales, y sabiendo que es un bien escaso y altamente codiciado los portadores del gol no dudan en hacer gala de su imaginación y sacar a relucir su repertorio de celebraciones cada vez que el balón cruza la linea de meta. Hubo un tiempo en que la reacción clásica tras subir un tanto al marcador era reunirse todos los jugadores y abrazarse mutuamente felicitándose por el éxito, pero hoy en día, con el individualismo tan de moda, el autor del gol no duda en prescindir de sus compañeros y en ocasiones apartarles literalmente para que le dejen espacio vital en el que recrearse en solitario.

"Yo lo celebro con bengalas y cascando calaveras, por mis cojones"

El gol es una forma de vida, y cada uno la vive a su manera, algunos se guardan la euforia para si mísmos, otros comparten el momento con sus compañeros, otros se acuerdan de El de más arriba, otros se exhiben ante el público... Si nos ponemos a dar ejemplos podríamos no acabar nunca, así que sin más preámbulos voy a hacer un pequeño repaso a esas celebraciones que se me han quedado grabadas en la mente:

EL GIRO DE BROLIN

Thomas Brolin, ese pequeño gran jugador sueco de los años 90 fue en su mejor época uno de los atacantes más incisivos de la liga italiana y de su selección nacional. Yo empecé a conocerle durante el mundial de USA'94 en el que Suecia hizo un pedazo de torneo gracias a tipos como Martin Dahlin, Kenneth Anderson, Henrik Larsson o el mismo Brolin. Cada vez que metía un gol, Brolin empezaba a correr con el puño en alto y daba un salto girando en el aire sobre sí mismo. Una celebración no demasiado elaborada pero que todo futbolero sabía distinguir como "marca de la casa".

Como curiosidad, decir que actualmente la imagen de Brolin está muy alejada de la que vemos en esta fotografía, ya que con unos cuantos kilos de más ha perdido su sempiterna cara de niño y se ha convertido en un cazador de fortunas como jugador profesional de poker.

LA MANO DE SHEARER

Otro delantero que ha tenido ocasión de celebrar cientos de goles. Quizás sea porque era un jugador fantástico y que tenía el don de caer bien a todo el mundo, pero cada vez que Shearer marcaba un gol y con el brazo en alto comenzaba a correr le daban a uno ganas de levantarse de la silla y empezar a aplaudir. De tantas veces que ha hecho este gesto con el Southampton, el Blackburn, El Newcastle y la selección inglesa, lo raro es que no haya sufrido una grave lesión en el brazo de darle tanto uso.

Luego, por supuesto, están los que convierten la celebración del gol en un chiste de mal gusto o en una barraca de feria, llegando incluso a mofarse del adversario porque sí. De eso el Madrid sabe mucho en los últimos años; recuerdo la época de Mijatovic, Seedorf, Roberto Carlos... Era juntarse este grupo de mongolos y tener un repertorio inagotable de ridículas estupideces: tirarse todos al suelo, rendirse mutuamente pleitesía limpiándose las botas unos a otros, hacer escorzos mientras se tocaban el talón, y cualquier tipo de chorrada que sus cabecitas pudieran imaginar. Luego la tradición se ha mantenido con nuevos prehomínidos como Sergio Ramos o Robinho (inolvidable la celebración de la cucaracha...).

LA "PENNA BIANCA" DE RAVANELLI

Fabrizio Ravanelli siempre será recordado por los aficionados de la Juve -al igual que Roberto Bettega- por su cabellera canosa, además de por su excelente juego. Pero si hay algo que no mucha gente sabe es que el operario de lujo de la vecchia signora fue el inventor de una de las celebraciones más extendidas y copiadas de la historia.
Hace ya varios años, la FIFA tuvo la estúpida idea de castigar con cartulina amarilla a todos aquellos jugadores que decidieran quitarse la camiseta para celebrar un gol, y a Ravanelli no se le ocurrió mejor forma de respetar esa regla que transegrediéndola totalmente sin que los árbitros pudieran amonestarle. Tras la consecución de un gol, el italiano se levantó la camiseta por encima de la cabeza y comenzó a correr, sin reparar en el enorme legado que acababa de dejar al mundo del fútbol. Posteriormente, muchos futbolistas han aprovechado esta celebración para mostrar en sus camisetas interiores mensajes de lo más variopinto, desde "presi, súbame el sueldo" hasta "cariño no te olvides de dejarme la cena hecha para cuando vuelva a casa".


LA BUTIFARRA DE SCHUSTER

Esta celebración se sale un poco fuera de lo común por dos razones: no era la celebracíon habitual del jugador germano, y además cuando la realizó ni siquiera había sido él el autor del gol. Año 1983, final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona. Con 1-1 en el marcador, Marcos Alonso remata acrobáticamente un centro desde la banda izquierda en el ya célebre vuelo de la paloma y adelanta a los azulgrana en el marcador. En ese momento, a Schuster le posee el diablo y comienza a hacer cortes de manga a diestro y siniestro con tal fuerza que incluso corrió el riesgo de dislocarse el hombro. Y es que, ¿de que sirve marcarle un gol al eterno rival si luego no puedes cagarte elegantemente en los familiares del personal?

Es curioso que en años posteriores el Madrid haya recibido otras cuantas butifarras de manos de otros jugadores de pasado culé, como Giovanni en un derbi del año 1997 o Mark Van Bommel en el partido de Champions de hace un par de años entre el equipo blanco y el Bayern de Munich.

"Con este corte de mangas me convierto en candidato a jugar en el Madrid"

EL LIMPIABOTAS MORIERO

Otra celebración más vieja que el tebeo. Corría el año 1997 cuando Ronaldo, que aún era jóven y atlético, empezaba a deslumbrar al Calzio con sus jugadas estratosféricas. Un día su compañero en el Inter Francesco Moriero se quedó impresionado ante un gol de "el fenómeno" y decidió postrarse a sus pies haciendo el gesto de limpiarle las botas. La verdad es que nunca me ha gustado mucho esta celebración por la parte humillante que tiene, pero uno cosa es hacérsela a Ronaldo, y otra muy distinta es rendirle pleitesía a Toché o a cualquier otro jugador de medio pelo.

Como Moriero tampoco era ningún tuercebotas, también tuvo su momento de gloria y disfrutó de una buena limpiada (sin connotaciones sexuales) de parte de Bam-Bam Zamorano:


Y con esto terminamos. Nos hemos dejado por el camino muchas otras grandes celebraciones, como el perrito meón de Leandro, las pistolas de Anderson, el chupete de Larrazábal, el robot de Crouch, la esnifada de Fowler, las piruetas de Hugo Sánchez, el arquero de Kiko.... Pero no se puede abarcar todo.

Esperando que este fin de semana celebremos muchos goles, me despido

¡Y como meta otro te hago un hijo!


Grandes jugadores del Sporting

Por petición expresa de una de nuestras asiduas lectoras, he querido rescatar del olvido una historia que convulsionó al fútbol español y que me dará pie a hablar de un histórico club como es el Sporting de Gijón, club que ha albergado a grandes futbolistas, la mayoría de ellos salidos de la inagotable cantera de Mareo.

El más grande futbolista salido de ese vivero, no es otro que Enrique Castro "Quini".
Nació en 1949 en la ciudad asturiana de Oviedo, aunque muy pronto se trasladó a vivir a Avilés, donde comenzó su carrera como futbolista en el Club Deportivo Ensidesa. Más tarde ficharía por el Sporting y años después por el FC Barcelona.
Jugaba como delantero centro, siempre con el número 9 en la camiseta, y destacaba por su gran olfato goleador. Es uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol español. No en vano ostenta el récord de haber sido el máximo goleador de la liga (Pichichi) en siete ocasiones, cinco en primera división y dos en segunda. Llegó a jugar 448 partidos en primera división, en los cuales marcó 218 goles. Fue muy querido por todo el público español no sólo por sus habilidades goleadoras sino por su sencillez, simpatía y deportividad.

Como anécdota, este grande del fútbol, sufrió una grave lesion el 16 de marzo de 1972 jugando con la Selección nacional española frente a la selección del Norte de Irlanda. Dicha lesión fue producida por el gran George Best, el chico de Belfast o el quinto beatle como era conocido (Q.P.D.). El partido fue jugado en Boothferry Park, Hull (Inglaterra). Lo curioso de todo esto es que George Best debutaba ese día con su selección.

El 1 de marzo de 1981 protagonizó un hecho que convulsionó el fútbol español. Siendo el delantero centro del FC Barcelona, y uno de los jugadores más queridos de España. Quini fue secuestrado horas después de un partido de Liga, en el que había marcado tres goles en el Camp Nou al Hércules de Alicante. El secuestro duró 25 angustiosos días que impactaron en la sociedad española. Su secuestro truncó la marcha triunfal de un Barcelona que iba líder destacado de la Liga y acabó perdiéndola al no poder superar el trauma que supuso para sus compañeros.
Fue liberado el 25 de marzo de 1981 en una espectacular operación de la Policía Nacional Española, que lo rescató de un zulo situado en los bajos de un almacén de Zaragoza. Su liberación produjo una explosión de alegría en toda España. Como anécdota, cabe señalar que, la misma tarde de su liberación, la selección española de fútbol, de la que Quini era habitual, jugaba un partido contra Inglaterra en el estadio de Wembley, en Londres. La alegría de los jugadores españoles por la liberación de Quini dio fuerzas al combinado español que, por primera vez en la historia derrotó por 1:2 a la selección inglesa en su propio país.

"Como véis se publicó un libro narrando la historia"

Pocos días después de su liberación, y a pesar del trauma sufrido, Quini se reincoporó a los entrenamientos y tuvo fuerzas para acabar la temporada siendo el máximo goleador de la liga (Pichichi) y para colaborar activamente a que el Barcelona ganase la Copa del Rey de esa temporada. En la final, Quini marcó dos goles precisamente a su ex-equipo, el Sporting de Gijón, al que el Barcelona derrotó por 3 a 1 en el estadio Vicente Calderón de Madrid.

Pero además de Quini, que como he mencionado anteriormente fue el más grande, me gustaría mencionar a otros futbolistas que tambien han salido de la cantera de Mareo, y que merecen mi admiración.

Juan Carlos Ablanedo "El Gatu"

Juan Carlos Ablanedo es uno de los estandartes de la Escuela de fútbol de Mareo, donde empezó a formarse desde que se inició en el fútbol.En el Sporting Atlético empezó a pedir paso,pero se encontró con Vujadin Boskov, quien no confiaba en el por considerar que sus 177 centímetros de estatura eran insuficientes para un portero de categoría. Pese a todo,lo hizo debutar en el equipo,aunque la confianza le llego con el regreso de Novoa.
Ablanedo estuvo 14 temporadas en el Real Sporting y jugó 398 encuentros,cifra que se vio reducida por las cuatro graves lesiones que padeció (tobillo, rodillas y clavicula), además de haber sufrido el inconveniente de unos cambios de reglas de juego que influyeron negativamente en su trayectoria final.



El "Pitu" Abelardo

En su juventud militó en varios equipos de Gijón, hasta que la temporada 1988-89 pasó a formar parte de la plantilla del Sporting B. Debutó en primera división con el Sporting el 3 de septiembre de 1989 en el Bernabéu contra el Real Madrid. Estuvo en el club cinco temporadas, hasta que en 1994 fichó por el FC Barcelona. Durante esta etapa conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, en cuya final llegó a marcar un gol y debutó en la selección absoluta con Vicente Miera como entrandor el 4 de septiembre de 1991 en el partido España - Paraguay celebrado en Oviedo, con victoria española por 2 a 1. Como anécodota indicar que entre sus compañeros tenía el apodo de "Pitu" Abelardo, por su afición a la serie de dibujos animados "Los Pitufos" durante su niñez.

Luis Enrique Martínez

Ingresó en la Escuela de fútbol de Mareo a los 11 años. Los técnicos de las categorías inferiores lo cedieron cuatro años después al equipo juvenil del Club Deportivo La Braña, donde estuvo hasta que cumplió los 18 años. El Real Sporting de Gijón decidió recuperarlo e incorporarlo a su filial, el Real Sporting de Gijón B, que jugaba en Tercera División. En este equipo coincidió con jugadores que luego alcanzarían gran fama, como Manjarín y Juanele. Debutó con el Sporting en Primera el 24 de septiembre de 1989, en un partido frente al CD Málaga (0-1), disputado en El Molinón.
Su consagración en primera llegó al año siguiente, en el que logró meter 14 goles jugando como delantero a las órdenes de Ciriaco Cano y clasificando al Sporting para la copa de la UEFA gracias a un gran gol en el último partido en Mestalla frente al Valencia (0-1). Esos hechos motivaron que lo fichara el Real Madrid por 250 millones de pesetas al acabar la temporada, convirtiéndose en uno de los traspasos más rentables en la historia rojiblanca. También formó parte de la selección que consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

"En la imagen Luis Enrique junto a Quini"- Eso es amor

En el mundial de Estados Unidos de 1994 tuvo lugar uno de los sucesos más conocidos de su carrera. Después de jugar dos de los tres partidos de la clasificación, en donde un gol suyo, en el partido de octavos de final ante Suiza, contribuyó al triunfo de España, les tocó enfrentarse a Italia. Mauro Tassotti le dio un codazo en la cara y le rompió la nariz, aunque el árbitro Sandor Puhl no sancionó penalti, pues ambos estaban en el área. El partido terminó con la derrota de España por 2-1 y con la consecuente eliminación del campeonato. La imagen de Luis Enrique sangrando, con la camiseta manchada, es quizá la más recordada de ese mundial para los aficionados españoles. Menudo cabronazo Tassotti, y el árbitro...mejor no hablar de él...

Juan Castaño "Juanele"- El pichón de Roces

Era un delantero de gran habilidad, que destacaba por su facilidad en el regate. Pertenece a la generación de los yogurines salidos de la Escuela de Mareo del Sporting. En este club comenzó su andadura profesional en la temporada 1991-1992. Allí permaneció durante dos años, después de lo cual fichó por el Club Deportivo Tenerife, en donde estuvo hasta 1998. Ese año se fue al Real Zaragoza, con el que llegó a lograr dos Copas del Rey en 2001 y 2004. Posteriormente fichó por el Terrassa Futbol Club de la segunda división. Después jugó en el Real Avilés en la temporada 2005-2006. Se retiró por segunda vez jugando con la S.D. Atlético Camocha equipo que participa en la Regional Preferente asturiana. El día 22 de octubre en la tertulia desde el Rte. El Puerto de Gijón de la Cadena SER, Juanele hizo público que le gustaría poder volver a jugar. El 31 de octubre ficha por el Roces Regional, debutando en la tarde del día 1 de noviembre.

Allá por el mes de abril de este año fue ingresado de urgencia en la Unidad de Cuidados Intensivos, después de que se le diagnosticase una ingestión masiva de un fármaco que le había sido recetado contra la depresión. Gracias a Dios, sólo fue un susto, y esperamo que el Pichón siga vivito y coleando.

David "El Guaje" Villa-" La última gran perla de Mareo"

Empezó a jugar en el UP Langreo donde jugó hasta los diecisiete años. A esa edad llamó la atención de los clubes asturianos punteros, pero el Real Oviedo descartó incorporarlo a su cantera debido a que el cuerpo técnico no creyó que tuviese suficiente potencial, se baraja como principal hipótesis el descarte por estatura.Este suceso le dejó el camino libre al Real Sporting, que le incorporó en su cantera, primero en el División de Honor juvenil y posteriormente en el Sporting B para que debutase en la campaña 1999/2000.Tras dos años acabando de formarse en Mareo, en la temporada 2001/2002 ascendió al primer equipo del Real Sporting, club con el que jugó dos temporadas completas en segunda división. A partir de aquí, todos conocemos su exitosa carrera, Zaragoza, Valencia, selección nacional...

Igor Lediakhov "El mago de Sochi"

Aún sabiendo que este jugador por motivos obvios no ha salido de la cantera de Mareo, sí que es cierto que todo sportinguista tiene un huequito en su corazón para este ruso que sin duda marcó una época en el Sporting. Nació en Sochi (Rusia), cercano a la frontera con Georgia, el 22 de mayo de 1968.
Comenzó a jugar al fútbol en el equipo Rotor Volvogrado en las temporadas 1988-90, de ahí paso a el Dniepr Dnep. en la temporada 1990-91, de nuevo cambió de equipo este fue el Spartak de Moscú en las temporadas 1991-94
Ha sido internacional con la selección de fútbol de Rusia jugando en los Copa Mundial de Fútbol de 1994 disputado en Estados Unidos, lo que le abrió las puertas al fútbol español.
Fichó por el Real Sporting de Gijón en las temporadas 1994-03 en total 8 temporadas.

El 22 de febrero de 2000 fue castigado con seis partidos tras ser expulsado en el Carlos Belmonte por golpear a un contrario en la cara y, posteriormente, empujar en varias ocasiones al colegiado Téllez Sánchez.
En el 2003 interpuso un recurso al club rojiblanco por apartarle del equipo el cual ganó y pudo marcharse al que fuera su último equipo, la Sociedad Deportiva Eibar sin pagar claúsula alguna de recisión de contrato.
Este jugador ocupaba la demarcación de medio centro organizador y mediapunta. Era un hombre con imaginación, gran tecnica, protegía el balón, jugaba y hacía jugar al compañero. Solo tenia un defecto, que carecía de continuidad.

Aún sabiendo que es posible que me haya olvidado de otros grandes jugadores salidos del Molinón, creo que esta selección refleja los jugadores que al menos la gente de mi generación más conoce. Aprovecho desde aquí para desear mucha suerte al Sporting en su retorno a la máxima categoría.

Ala, a jugar a pala.

Mascotas en peligro de extinción

De un tiempo a esta parte he observado un extraño fenómeno en todos los grandes acontecimientos deportivos: la desaparición de las mascotas.

Es algo curioso porque siempre nos las presentan meses antes del evento para ir haciendo hambre pero a la hora de la verdad es difícil verlas en tiendas, es difícil ver objetos con su cara, ¡qué coño! es hasta difícil verlas en los estadios.
Intentemos analizar las causas de esta desaparición y para el análisis me voy a centrar en mascotas de juegos olímpicos de verano, mundiales y eurocopas de fútbol.

La fiebre de las mascotas comenzó a mediados de los 60, con Willie el león de Inglaterra '66. La verdad es que le pegaba que en el pais de la selección de los tres leones la mascota fuera un león. Curiosamente tocayo, y quizá primohermano, de nuestro querido Willy Fog.
La semilla estaba plantada, era hora de lanzar mascotas mas o menos feas para intentar sacar tajada.
'Tu si que molas y no el cabrón de Naranjito'

Los años fueron pasando y las mascotas se convertían en algo popular, algo que tenía que representar al pais o ciudad anfitrión. Todos echaban mano de sus más famosos artistas para crear un muñeco a la altura del evento.
Tanto diseñador italiano y luego presentan esta chapuza.

Hasta que llegamos a mediados de los noventa y las mascotas empiezan a pasar a un segundo plano, la gente ya no quiere un osito de peluche de Pique, ahora quiere las playeras azules que lució Ronaldo en el mundial.
Su popularidad cae en detrimento de los deportistas, que al fin y al cabo son los que hacen grandes las competiciones, y las mascotas buscan refugio en el cuarto de la limpieza de los estadios ignoradas por el público sin poder siquiera asomar la cabeza, cual vendedor de ponchos boliviano escondido ante un tifón.
'¡Coño, han vuelto FLick y Flack!' '¿¡Qué dices loco!? Son Trix y Flix'

El problema es que muchas veces los clubes tratan de conmemorar eventos como una clasificación para la UEFA con elásticas 'originales', y digo originales por no decir 'cutres de cojones'. Todo esto nos da a entender dos cosas:
  • La primera es que hablamos de un club pequeño, algo que para otros clubes es el pan de cada día otros lo celebran como celebró el Villareal la intertoto: El autobus dando vueltas por la ciudad y los jugadores arriba, muertos de vergüenza viendo que no les seguía nadie.
  • La segunda es que el club además de pequeño, es un muerto de hambre tratándo de sacar los cuartos al aficionado y mentalizandole de que algo así no se repetirá jamás.
Pero volviendo al hilo, en estos tiempos la gente tiende a comprar las botas especiales con las que fulano batió el record del mundo antes que la mascota... Y para los que tengan la feliz idea de comprar la máscota se pueden ir preparando porque ultimamente vienen en grupo.
La cosa es hacer negocio con esto del deporte.


LA INCREIBLE HISTORIA DEL NOTTINGHAM FOREST

Todos tenemos algún equipo de fútbol (o de cualquier otro deporte) que nos cae instintivamente bien, sin poder explicar muy bien el motivo de esa simpatía. Ya fuera por su escudo, por los colores de su camiseta o por algún jugador en concreto, a mi siempre me han gustado equipos como el Sheffield Wednesday, Auxerre, Goteborg, Go Ahead Eagles o Nottingham Forest. Y precisamente vamos a hablar de este equipo y de los increibles hechos que le llevaron a convertirse -al menos durante un momento- en el mejor equipo de fútbol del mundo.

Aquí en España nos resultaría rarísimo ver a campeones de Europa como el Barcelona o el Madrid hundidos en la Segunda B o en la Tercera División. Sin embargo, en Inglaterra esto es más fácil que suceda, ya que allí hasta los equipos que aquí serían considerados mediocres tienen una larga tradición y un enorme bagaje a cuestas. El Forest nació en 1865 como una alternativa a su rival vecino, el Notts County, que fundado en 1862 es el equipo más antiguo que aún sobrevive. Los rojos formaron parte de la primera divisíon inglesa durante sus primeras décadas de vida, pero en los años 20 comenzó un largo periodo de descomposición que le llevó hasta la tercera división, no consiguiendo retornar a la máxima categoría hasta el año 1957. Como siempre suele suceder en tantas otras ocasiones, la época dorada del Nottingham Forest está vinculada a un nombre propio: el de Brian Clough. Este mítico manager llevó al equipo a ascender a la First Division en 1977, y en el mismo año de su retorno al primer peldaño del fútbol inglés consiguió ganar el campeonato de liga. Parecía imposible superar esta hazaña, ya que la Copa de Europa era un terreno vedado para que advenedizos como los pupilos de Clough dieran nuevamente la sorpresa, pero tras eliminar a equipos como el Liverpool, anterior campeón, se plantaron en la final contra el campeón de Suecia, El Malmöe.

Trevor Francis remata a la red

La base del equipo estaba formada por el legendario portero Peter Shilton, el defensa central Kenny Burns y los centrocampistas McGovern y Martin O´Neill, a los que posteriormente se sumaría el delantero Trevor Francis. Precisamente fue el propio Francis quien, tras un centro por la banda izquierda remató el balón dentro de la porteria de Moeller. Gracias a ello el Nottingham Forest se coronaba como mejor equipo de Europa en el Olímpico de Munich. Conseguido lo imposible, quedaba ahora lo más difícil, refrendar su nuevo rol en el fútbol inglés y europeo. En la First Division el Nottingham ya no tuvo oportunidad de escribir más página de gloria, pero aún se reservó para la temporada 79/80 su último gran golpe. Los chicos de Clough se plantaron nuevamente en la final de la Copa de Europa, esta vez contra el Hamburgo del balón de oro Kevin Keegan. Llegar nuevamente a la final no fue cosa sencilla, ya que en las semis les esperaba el otrora tricampeón europeo Ajax de Amsterdam. En el partido de ida el Nottingham hizo valer su juego en el pequeño City Ground con goles de Francis y Robertson, pero en el Olympic Stadium de Amsterdam, ante 60.000 aficionados ajacied, el Forest tuvo que emplearse a fondo haciendo insuficiente el gol del danés Soren Lerby para los holandeses.

En la final, con Trevor Francis lesionado, todo hacía pensar que sería el equipo de Keegan el que se llevaría el gato al agua, pero apareció nuevamente la figura de Robertson para rematar a la red un pase de Birtles, manteniendo ese escueto 1-0 hasta el pitido final. Por segundo año consecutivo, desde el cesped del Santiago Bernabeu el capitán McGovern levantaba durante unos instantes la copa de campeón hacía el cielo compartiendo un sueño que ni el ni ninguno de sus compañeros se habían atrevido nunca a soñar.

A pesar de este trienio mágico para el equipo de Nottinghamshire, mantener el mismo nivel era misión imposible ya que no eran un equipo de los denominados "grandes", pero estuvieron en la élite hasta que la inercia ganadora dejó de aompañarles. Siguieron surgiendo buenos jugadores como Stuart Pearce, Roy Keane o Ian Wright, pero con el comienzo de la década de los 90 la crisis se instaló en el City Ground. Así, en 2005 volvieron a la League One (la tercera división) por primera vez en más de cincuenta años. Sin embargo, este mismo año han retornado a la Championship y, auqnue la tarea parece complicada, ya se puede soñar con volver a ver a los underdogs de Nottingham por los mejores campos del fútbol inglés.

Roy Keane, el nuevo Robin Hood del City Ground

Curiosidades sobre el Nottingham Forest:
*El color rojo de sus uniformes proviene de la admiración que por aquellos tiempos había en el Reino Unido hacia los famosos "camisas rojas" del revolucionario Garibaldi. Unos años más tarde, un directivo de un equipo italiano fue a Nottingham buscando ayuda para conseguir nuevas camisetas, y en lugar de recibir las rojas del Forest recibió las camisetas a rayas blancas y negras que portaba el equipo rival en la ciudad, el Notts County. El directivo era un representante de la Juventus de Turín.
*Aunque mucha gente no lo sabe, la conocida canción "We´ve got the whole world in our hands" fue el himno oficial del Forest a raíz de esos tres años en los que fue el mejor club del mundo.


Para acabar, un video que hace un pequeño repaso a la historia del Notingham Forest a través de sus jugadores y sus mejores momentos:


SD Compostela

El club nació como SD Compostela en 1962, comenzando en las divisiones regionales de Galicia. Tras varios años en Tercera División, logra su ascenso a la Segunda División B la temporada en la que esta fue creada, 1977-78.
En 1990 el club sufrió una gran reestructuración con la llegada del actual propietario, José María Caneda, y el fichaje de un nuevo entrenador, Fernando Santos. En la 1989-90 regresa a la Segunda División B y tan solo una temporada después, la 1990-91, logró su ascenso a la Segunda División tras quedar tercero en la fase regular y quedar primero en el grupo de ascenso, superando a otros rivales de grupo como el Alcoyano, el CD Badajoz y el Alavés.

El equipo permaneció en Segunda División 3 temporadas, hasta que en 1993-94 quedó tercero y pudo jugar la promoción de ascenso a Primera División frente al Rayo Vallecano. Tras 2 partidos que acabaron con empate, se tuvo que llegar a un tercero en campo neutral (el Carlos Tartiere en Oviedo) que concluyó con una victoria compostelana por 3 a 1, con goles de Ohen (2) y José. La plantilla titular que logró el ascenso a Primera estaba compuesta por Iru, Modesto II, Tocornal, Modesto I, Bellido, Bodelón, Abadía, Fabiano, Lucas, Ohen y Suso Moure.La derrota le supuso a su contincante, el Rayo un gran contratiempo más el añadido de la salida de su gran estrella y "última" esperanza Hugo Sanchez.


Equipo que consiguió el ascenso a 1ª división de pie y de izquierda a derecha: Bellido, Iru, Fabiano, Ohen, Tocornal y Moure agachados: Abadía, Modesto I, Lucas, Bodelón y Modesto II


Jugó en la Primera división española cuatro temporadas seguidas, desde 1994 hasta 1998. Tras 7 años de Fernando Santos como entrenador del Compostela, para la temporada 1995-96 el equipo fichó como entrenador a Fernando Vázquez. Ese mismo año el equipo firma su mejor temporada, llegando a ser subcampeón de invierno solo por detrás del Atleti al término de la primera vuelta, y terminando décimo en la que sería su mejor temporada. El equipo se mantuvo tres temporadas más, hasta que terminó en una mala posición en la temporada 1997-98 y descendió a Segunda tras perder en la promoción contra el Villarreal por el valor de los goles fuera de casa (0-0 en El Madrigal y 1-1 en San Lázaro)
Tras el descenso a Segunda división José María Caneda se tomó el descenso como una temporada de transición e intentó que el club volviese a ascender. Para esto no escatimó en gastos, mantuvo gran parte de la plantilla anterior y fichó a otros con mucho nombre, como los internacionales Nando y Radchenko. Sin embargo, el club quedó octavo y las deudas empezaron a hacerse patentes. Las siguientes temporadas el equipo tendría complicaciones en la tabla y terminó descendiendo a Segunda B. En esa división se volvió a cometer el mismo error de mantener a la plantilla del año pasado con los mismos sueldos, y las deudas del equipo crecieron hasta el punto de tener complicaciones en los pagos. Aun así, el equipo terminó tercero en 2001-2002 y superó en la liguilla de ascenso al Mérida, Valencia B y Barcelona B.
La última temporada del equipo en la élite profesional fue la 2002-03, en la temporada de su regreso a Segunda. El equipo, dirigido por Luis Ángel Duque, terminó noveno a pesar de que los jugadores estuvieron toda la temporada sin cobrar. El impago de las deudas a jugadores se agravó cuando un juez, a falta de 2 días para concluir el plazo de inscripción, determinó que el club debía avalar 13 millones de euros para continuar en ligas profesionales. El propietario Caneda no pagó y el equipo descendió a Segunda B en favor del CD Leganés. Un año después, la marcha de los jugadores que no percibieron las deudas dejó a la plantilla con pocos efectivos en un año en el que incluso el club estuvo a punto de desaparecer. La temporada concluyó con un descenso a Tercera tras acabar penúltimos en su grupo, y un posterior descenso a Regional por impago a sus jugadores. Tras cuatro temporadas en la Preferente Autonómica de Galicia (Grupo Norte), la temporada 2007-08 logró regresar a categoría nacional tras quedar campeón de su grupo.
Desde aquí le deseo toda la suerte del mundo a este gran club, y aprovecho la oportunidad para recordar uno de los momentos más brillantes de los vividos por este club. El momento en el que su presidente se enzarzó en una pelea con el que fuera maximo madatario del Atlético, (Jesús Gil).
Ala, a jugar a pala...