Grandes fiascos del Fútbol

Es por todos conocida la fiebre de muchos directivos por contratar a grandes Cracks a precio de saldo, pero también existe una cierta tendencia a contratar a grandes fiascos a precio de Crack. Esta última versión es la que hoy nos ocupa.

Existe un listado más bien amplio de jugadores que en pretemporada prometían mucho, y que nunca llegaron a devolver con su juego la inversión realizada por su club, pero más allá de temas económicos, prefiero hablar de aquellos jugadores que nunca consiguieron la aprobación del aficionado.

Comencemos el análisis....

Uno de los jugadores que más me han llamado la atención ha sido Adolfo "el tren" Valencia.

Fue uno de esos jugadores que se sacaba de la manga Jesús Gil, que venía de hacer buenos torneos internacionales con su selección, y que prometía bastante...No tardaron mucho en torcérsele las cosas al "Tren", ya que el aficionado atlético terminó por no pasarle ni una, como bien sabe nuestro colaborador Le Tissier, que ya mencionó a este histórico en alguna entrada previa...y le dedicaba cánticos del estilo " Adolfo, coge el tren", "Adolfo coge el tren", "Adolfo coge el tren y márchate". Pero lejos de ser esas las únicas lindezas que le regalaban al pobre Tren, su presidente en un acto de sinceridad que le honra, por no decir otra cosa...tuvo a bien realizar las siguientes declaraciones después de un partido en el que el tren no había estado muy acertado...palabras textuales..."A este negro hay que matarlo"...Ni que decir tiene que eran otros tiempos, porque semejantes declaraciones en los tiempos q corren actualmente serían por lo menos como para ir a la cárcel.





Otro de los jugadores que no cuajó en la capital de España, aunque en el equipo vecino fue el lateral derecho Secretario, jugador que venía avalado por sus actuaciones con la selección portuguesa y con el Oporto, pero en sus primeros partidos con el club blanco no gustó a la afición, y al final de la temporada tuvo que volverse por donde había venido, no sin antes llevarse sonoras pitadas en el Bernabeu. Algo parecido le ocurrió al lateral brasileño Vittor(en la imagen,poco antes de retirarse), de quien decían que era mucho mejor que Cafú,y tras jugar un par de partidos en liga desapareció de las alineaciones. A la vista está que era mejor que Cafú, no hay más que ver el palmarés de cada uno de ellos para hacerse una idea de la diferencia.




Y ya puestos a hablar de equipos de la capital, hay una historia curiosa en el Rayo Vallecano(una de mis favoritas), el año que Andoni Goikoetxea dirigía al equipo, la directiva presidida por la famila Ruiz Mateos, le trajó un jugador que ni mucho menos se esperaba que fuese un crack, pero sí al menos que supiese lo que era un balón. Tras varios entrenamientos con el equipo de Vallecas, en una conversación distendida, Goiko le preguntó a su segundo...¿¿Este chico realmente juega a fútbol??...La respuesta fue la cara de circunstancias que se le quedó al segundo...Obviamente no. El jugador se llamaba Emir Granov(BiH), salido de la cantera del NK Sarajevo, posterior jugador de la liga portuguesa, liga húngara y española por supuesto. Entre todos los equipos en los que estuvo, creo que no llegó a jugar 20 partidos, y por supuesto, no se le recuerda ningún gol, que no fuese en algún entrenamiento. En fin, cosas del destino, quizá Teresa Rivero le quería para acompañar a los clásicos Bolic y Baljic en la noche madrileña...Misterios sin resolver...

Esta no ha sido sino una pequeña entrega de los grandes fiascos del fútbol. Desde aquí me comprometo a seguir haciéndoos llegar nuevos fiascos en siguientes entradas...y por cierto, seguimos esperando la 2 parte de Sete Gibernau, aunque algo me dice que habrá que esperar a verlo en Ducati la próxima temporada.

Ala, a jugar a pala...

El Gran Toro

Vamos con otro equipo de leyenda. Si decimos que hablamos de un equipo de fútbol italiano de los más laureados en el fútbol transalpino a la cabeza se os vendrán nombres como el del AC Milán, Juventus, Inter, Roma... Si precisamos aún más y aclaramos que el equipo era turinés y disputaba sus partidos en el estadio Delle Alpi, estaréis seguramente pensando sólo en un equipo, pero no, no se trata de la Vecchia Signora.

Empecemos hablando del hecho que marcó para siempre la trayectoria de este equipo. En los años 40 (antes y después de la guerra) el gran dominador del calcio fue sin ninguna duda "il Grande Torino", que en alguna ocasión llegó a tener 10 jugadores representando al equipo con la squadra azzurra. Nada menos que cuatro ligas y una copa contemplaban al Toro en esa década hasta que llego el fatídico 4 de mayo de 1949. En ese fatídico día el equipo regresaba en avíon de jugar un amistoso contra el Benfica cuando el aeroplano se estrelló contra la Basílica de Superga a las afueras de Turín, muriendo toda la plantilla del equipo, incluyendo al mítico Valentin Mazzola. Curiosamente, en ese vuelo debería haber estado también el nombre de Ladislao Kubala (jugador en aquellos momentos del Pro Patria Vercelli), que participó también en el evento contra el Benfica y que no regresó en el vuelo ya que su hijo se pueso enfermo y se quedó con él y su mujer en Lisboa.
El seleccionador italiano Vittorio Pozzo fue el encargado de identificar los cadáveres

El terrible accidente fue demasiado duro para la escuadra turinesa y para todo el fútbol italiano. El Torino nunca volvió a ser el mismo, e incluso vivió el descenso a la serie B, tardando varias décadas en volver a ganar el Scudetto, habiendo de esperar para ello al año 1976, en el que es hasta el momento su último título de Liga. Pero entremos en los años 80, que no es la época más exitosa del equipo pero si es desde luego una de las etapas en la que más jugadores talentosos confluyeron en el equipo. En 1985 el Torino quedó como subcampeón tras el Hellas Verona de Hans Peter Briegel (una temporada bastante curiosa de la que habría que hablar otro día), y a partir de ahí encadenó varias temporadas más o menos exitosas hasta que en 1989 desciende a la serie B. Este hecho fue sólo algo momenáneo, ya que en 1990 regresan con los grandes, y esta vez con la intención de armar un buen bloque. Se fichó sorprendentemente al español Rafael Martín Vázquez, que el año anterior había sido uno de los puntales del Real Madrid. En aquella época fue el extranjero mejor pagado del fútbol italiano, y aunque jugó buenos partidos, su fútbol técnico no acabó de adaptarse muy bien al fútbol defensivo que practicaba el Torino (en una temporada pasó de jugar en un equipo que metió 109 goles a otro en el consiguió un puesto UEFA marcando únicamente 40). Como decimos, en esa temporada el equipo quedó 5º clasificado y consiguió un puesto para la copa de la UEFA. Y es en esa temporada 1991-92 en la que el Torino casi consigue hacer historia. A Martín Vázquez se sumaron otros grandes jugadores como el belga Enzo Scifo, el goleador brasileño Casagrande o el talentoso Gianluigi Lentini (al que sólo un grave accidente de tráfico logró cortar su trayectoria cuando jugaba en el Milan), y también empezaba a abrirse camino un jóven delantero de aspecto tosco llamado Christian Vieri. La trayectoria del equipo durante toda la temporada fue ejemplar, auqnue su primera piedra de toque llegó en las semifinales de la UEFA, donde se habían de enfrentar a un Real Madrid que caminaba como firme líder de su liga (no sabia la que se le venía encima).

En el partido de ida en el Bernabéu a los granates no les pesó el miedo escénico y se adelantaron con un gol de Casagrande, aunque el Madrid remontó en 10 minutos gracias a Gica Hagi y Fernando Hierro. Ese escueto marcador le daba esperanzas al Torino de hacerse con la eliminatoria, ya que con marcar un solo gol en la vuelta les bastaba. Hay que destacar que al termino del partido de ida, cuando regresaba a casa con su coche, falleció en accidente de tráfico el legendario Juanito.

La vuelta en Delle Alpi se presentaba complicada para el Madrid. Los blancos iban con la mosca tras la oreja ya que en toda le segunda vuelta liguera no habían sido capaces de ganar un sólo encuentro a domicilio y veían como el Barcelona se les acercaba peligrosamente, por lo que tener que jugarse una eliminatoria fuera de casa contra un ratonero equipo italiano no era lo que más les apetecía. Y en el minuto 7 recibieron el primer golpe en la frente: un centro del Torino desde la banda derecha era rematado impecablemente por el defensor merengue Ricardo Rocha (un reincidente en el arte de los autogoles), dejando el camino expedito a los italianos para agazaparse en su área y esperar el contrataque. En el final del partido Fusi se encargó de rematar el partido. Es curioso que con un centro del campo formado por jugadores de tanta clase como Scifo, Martin Vázquez y Lentini, la prioridad del equipo fuera destruir y aguantar los marcadores. Sea como fuere, así se plantó el Torino en la final, en la que el Ajax de Amsterdam de Danny Blind, Aaron Winter y Wim Jonk fue un rival demasiado poderoso, y a pesar de ello solo pudieron derrotar a los granates por el valor de los goles fuera de casa. En el Scudetto, el tercer puesto final tras el intratable Milan y el archienemigo Juventus ayudó un poco a paliar el dolor de la derrota europea. Al final de la temporada el Torino vio la marcha de maartín Vázquez por desavenencias con la directiva y el entrenador, siendo suplido por otro jugador de esos "corrientitos": Enzo Francescoli. Con el príncipe el Toro conquistó el que es hasta ahora es su último título, la Coppa italiana.
Martín Vázquez lucha con Alflen por el balón

Después llegaron años de oscuridad que culminaron con la desaparición del equipo y su refundación como Torino FC. Hace un par de años volvieron a la serie A, en la que ya no luchan por la gloria, sino simplemente por sobrevivir, que ya es mucho.

Héroes: José Luis Martínez

El domingo pasado en EL CORREO se hacían eco de esta noticia:

' El mítico 'You'll never walk alone' que cada partido corean los hinchas del Liverpool en Anfield Road no tiene 'copyright'. Y lo han asumido como propio los seguidores de un modesto club, aunque al estilo castizo. '¡Aupa Barakaldo! Nunca caminarás solo' es el lema que recoge una de las pancartas que decoran las llamativas gradas de Lasesarre. Tras sus brillantes colores gualdinegros se esconde el espíritu de una orgullosa afición, fiel a viajar con su equipo donde lo necesite, al margen de los kilómetros o el precio de la entrada. Pero la idílica lealtad mantenida durante años estuvo a punto de romperse en el tercer partido de liga. Sólo el espíritu de un atrevido aficionado la mantuvo viva.
Mediados de septiembre, verano todavía. Tras la derrota en León y el triunfo en casa ante el Lugo, el Barakaldo rendía visita a Compostela para enfrentarse al Ciudad de Santiago. Un atractivo destino turístico para los aficionados, se podría pensar. Y así lo hizo José Luis Martínez. Sin analizarlo dos veces, decidió reservar su billete. Pagó 71 euros por once pesadas horas de viaje. Y las otras tantas que le esperaban de vuelta. No le importó por ver jugar una vez más a su equipo. Se enfundó la elástica gualdinegra, se colocó la bufanda, cogió su bandera y preparó la pancarta. Rumbo a Galicia.
El domingo al mediodía desembarcó en Santiago. Sin sopesar aún el inolvidable día que le aguardaba. Visitó primero al apóstol en la catedral para pedirle por su querido club. Después callejeó por la capital hasta que se encontró a la directiva fabril, que le acercó al estadio de San Lázaro. Tras descartar la invitación para ver el partido desde el palco, José Luis bajó a la grada y se situó junto al córner, a pie de campo. Solo, para su propia sorpresa, ante el empuje de unos 500 seguidores locales. Por primera vez, no había nadie más con sus colores. Únicamente él celebró la salida del Barakaldo.
Ataviado de gualdinegro, y pese a la decepción, siguió inquieto la evolución del choque y animó sin cesar a su equipo. Incluso a los jugadores suplentes, que calentaban junto a él. «Ahora tienes que ser tú el que meta el golito, que ya queda poco tiempo», le dijo a Jon Pérez Bolo cuando el encuentro expiraba. Y el bravo delantero de Rekalde cumplió. Saltó al campo y con su experiencia se adelantó a la defensa rival para hacer de cabeza el tanto que daba la victoria a los fabriles. 0-1, en el minuto noventa. El ex futbolista del Athletic le había hecho caso. Y se acordó. Tras recibir los abrazos de sus compañeros, se dirigió a la grada y dedicó su gol. A José Luis. Al único aficionado del Barakaldo.
Gloria... y decepción
Segundos después, tras el pitido final, el gesto fue general y toda la plantilla, con el técnico y el masajista incluidos, se acercó hasta el córner con la intención de agradecer el incansable apoyo de su solitario seguidor. Para envidia sana de una parroquia local poco acostumbrada a gestos de tal entidad. «Gracias Bolo, gracias Baraka», respondió emocionado José Luis, antes de emprender el camino de regreso a la segunda ciudad de Vizcaya. Hinchado por la calidad humana, más que futbolística, de sus idolatrados jugadores. Orgulloso, más que nunca, de ser de un equipo como el Barakaldo.
Han pasado tres jornadas más de liga, pero aquel 14 de septiembre no se ha borrado aún de su memoria. «Fue algo impresionante. Todo mi equipo dedicándome la victoria», destaca José Luis. En toda su vida de pasión por el equipo gualdinegro no había disfrutado algo parecido. Y eso que llegó a enfundarse la elástica del club con el juvenil. La admiración por el amarillo y el negro le llegó incluso antes, pese a que a sus padres ni siquiera les gusta el fútbol. De niño residía junto al viejo campo de Lasesarre y no se perdía un partido. «Pedíamos a los socios a ver si nos podían pasar gratis», rememora conmovido. Allí vivió tardes de gloria... y decepción.
Todavía recuerda aquella mítica plantilla que a punto estuvo de lograr el ascenso a Primera División a finales de los años setenta. «Larreina, Dani, Sarabia, Bengoetxea...». Fue la segunda época dorada del club. Desde entonces, más sinsabores que alegrías. Ha visto disputar al Barakaldo nueve liguillas de ascenso a la categoría de plata, siempre sin premio. Pero no pierde la esperanza y confía en que el nuevo Lasesarre protagonice tantas tardes de éxito como las que se vivieron en el antiguo campo del que hereda su nombre.
«A ver si lo llenamos por fin de una vez», suspira a sus 52 años, sabedor de que una ciudad como Barakaldo necesita rivales de mayor entidad que los que compiten en Segunda B para cautivar a los aficionados. Sueña con el logro del ansiado ascenso, pero tampoco renuncia a la Copa como opción para ver de nuevo a un grande en Lasesarre. Quizá a su también querido Real Madrid, si bien ese día iría sólo con los gualdinegros. Se alcancen o no las preciadas metas, José Luis lo tiene claro. Su equipo preferido «nunca caminará solo». Y menos mientras conserve a jugadores tan «carismáticos y agradecidos» como Bolo.
El otro protagonista de Santiago aún no da crédito a lo que vive. Tras su paso por ciudades como Pamplona, Alicante, Madrid, Tarragona o Soria, decidió regresar a Vizcaya este verano. Y se enroló en el club fabril, donde no ha recalado precisamente por el dinero. «Quería volver a casa, pero estaba todavía en forma y aquí me han dado una oportunidad», explica el ariete bilbaíno. Su esfuerzo es patente cada vez que salta al césped y la afición se lo ha sabido agradecer. Por eso, gestos como el de San Lázaro «están más que justificados». Su próximo reto, «dedicar el gol que dé el ascenso al Barakaldo».'

Si señor! eso es un aficionado de verdad, de los de desplazamiento y pancarta. Con un par ahí bien plantado en la esquina del corner en campo ajeno.

Puede que a la gente le pase inadvertida esta noticia pero para mi este tipo es un héroe. No por ir hasta allí solo, sino por mantenerse con dignidad e ilusión hasta el último minuto.

ADIOS COPA DE LA UEFA, TE ECHAREMOS DE MENOS

Dos años de vida le quedan a la Copa de la UEFA, en la temporada 2009-10 se pondrá en marcha la renovada UEFA Europa League, que según Platini "mejorará esta histórica competición que es muy importante para la UEFA y para el fútbol europeo, ya que aporta a una mayor cantidad de aficionados, jugadores y clubes, la emoción del fútbol europeo de clubes. Estoy convencido que el nuevo formato dará a la UEFA Europa League un nuevo y exitoso impulso".

Los cambios son básicamente los siguientes, se amplia la liguilla de grupos a 48 equipos con partidos a ida y vuelta, se centralizan los derechos televisivos de la competición y se crea una identidad visual y un balón nuevos para la competición. Vamos, que la idea es copiar totalmente el formato de la Champions League, sólo que esta nueva Europa League será más o menos "la Champions de los pobres". La Copa de la UEFA ya llevaba más de una década de capa caida y sumida en una profunda crisis, pero no parece que la renovación que va a vivir vaya a ayudar en nada a frenar su caída, ya que la Ejecutiva futbolística europAa se contradice intentando revitalizar la Copa de la UEFA mientras que al mismo tiempo la merma con los progresivos cambios en la UEFA Champions League.

Me explico. En los orígenes había tres grandes torneos europeos: la Copa de Europa (antes de 1955 su precedente sería la Copa Latina), la Recopa de Europa y la Copa de la UEFA/Copa de Ciudades en Feria. Cada torneo tenía sus propias características: en la Copa de Europa se enfrentaban los campeones de liga de cada país en cruces directos, el la Recopa se encontraban los clubes que habían conquistado sus respectivos torneos de Copa, mientras LA uefa acogía a los mejores equipos de cada país exceptuando a los campeones de liga y copa. Lógicamente el torneo estrella era la Copa de Europa, ya que allí se encontraban habitualmente equipos de potentísimo nivel (Milan, Real Madrid, Liverpool...) y eran asiduos otros históricos campeones del este y Europa central (Bayern de Munich, Ajax de Amsterdam, Anderlecht, Dinamo de Kiev...), además participar en este torneo era tan complicado que adquiría una gran mística. Al entrar sólo el mejor equipo de cada país, los demás habían de repartirse entre los otros dos torneos, en los que solían participar también grandísimos equipos que a pesar de no poder ganar normalmente sus propias competiciones nacionales, tenian un alto nivel competitivo (Barcelona, Juventus,Manchester United, Valencia...).

Con los años se decidió hacer cambios en el máximo torneo. Así, en la temporada 1991-92 se acabo con el formato de eliminatoria directa para dar paso a una serie de eliminatorias que desembocaban en una liguill final de ocho equipos. El formato seguía siendo justo ya que todos los equipos se enfrentaban entre sí desde la primera eliminatoria, aunque es cierto que la liguilla de grupos favorecía a los clubes más poderosos. En la temporada 1994-95 se amplía la liguilla final a 16 equipos, entre los que entraban directamente los campeones de las ocho ligas más potentes. Cada vez se allanaba más el camino a los equipos de las grandes ligas, liberándoles de las eliminatorias y aumentando el número de equipos participantes, mientras que a las ligas más modestas se les cerraba el paso, llegando incluso el caso de no tener ni siquiera derecho a acceder a clasificarse el campeón de liga, teniendo que conformarse con la Copa de la UEFA. La Copa de Europa había casi triplicado el número de contendientes, por lo que había que eliminar uno de los tres torneos, y el damnificado fue la Recopa de Europa, cuyos participantes fueron enviados a la UEFA. eL nivel de los participantes entre uno y otro torneo era cada vez más desparejo, y cuando (rara vez) un equipo potente se veía en la tesitura de tener que jugar la Copa de la UEFA, se tomaba la competición tan en serio como un paseo por la feria (la Juventus caía estrepitosamente contra el Celta de Vigo en 2000, el Barcelona era eliminado por el Celtic de Glasgow en 2004, y sin ir más lejos el Bayern de Munich tiraba el año pasado todo por la borda ante el Zenit de San Petersburgo). Estaba claro que la Copa de la UEFA era un segundo postre que no interesaba demasiado entre los aspirantes, y mucho menos entre los aficionados.

Para Platini (un tío al que parece ser que lo que le mueve es la pasta, y que sin embargo acusa al fútbol inglés de primar el negocio sobre el espíritu del fútbol) la solución es hacer un torneo clavadito a la Champions League, aunque claro, no es lo mismo, de igual manera que la Poli Station que nos ofrecen en el mercadillo no tiene las mismas prestaciones que la original. ¿Qué sentido puede tener crear dos competiciones idénticas cuando en las que una no ofrece nada mejor sobre la otra?. Para mí, ninguno, para el público, tampoco.

Dentro de dos años también la Champions experimentará cambios, según Platini para permitir el acceso a más campeones de las pequeñas ligas, aunque el verdadero motivo es hacer que España, Inglaterra e Italia se aseguren sus tres o cuatro participantes. ¿Por qué no se nos dejan las cosas claras y se nos dice que la idea es crear dos divisiones europeas, una en la que participarán a perpetuidad los equipos más ricos, y otra (la de los apestados) en la que se repartirán los despojos? Quizás más adelante hubiera un sistema de ascensos y descensos, aunque se correría el riesgo de que un Dinamo de Kiev, Steaua de Bucarest o Estrella Roja les aguase la fiesta a los que orgaizan el cotarro.

No obstante, todavía hay equipos que consiguen saltar las piedras en el camino, de momento el Anorthosis y el Cluj las están esquivando todas.
El Anorthosis Famagusta, un histórico del fútbol chipriota