LOS BALONES DE NUESTRA INFANCIA

EL BUENO: ADIDAS QUESTRA

El Questra fue el balón oficial del Mundial USA´94 y para mí uno de los mejores que han existido. Era más ligero y suave al tacto que sus predecesores, y prueba de ello son los grandes goles que se consiguieron en dicho mundial. Sin embargo, los porteros se quejaban de que en determinadas condiciones no era fácil maniobrar con él. Fue uno de mis preferidos desde el momento en que lo tuve, ya que fue mi primer balón "de verdad", y que además tenía un diseño con motivos espaciales muy estético. Su calidad está fuera de toda duda, ya que me duró bastantes años en los que únicamente fue perdiendo su dibujo hasta acabar más blanco que una bola de billar.

EL FEO: MIKASA FT-5

Un auténtico depredador tenemos entre manos, este balón era una auténtica pesadilla no sólo para los defensas sino para todo bicho viviente que se cruzara con él, ya que era tan duro que en una misma jugada podía dejar al delantero con los dedos más morados que berenjenas y al defensa del equipo aquejado de incapacidad reproductoria permanente o minusvalía psíquica, dependiendo del lugar en el que le hubiesen golpeado. Mis recuerdos con este balón son ciertamente negativos, ya que una vez que me ví obligado a pegarle de cabeza, el proyectil me hizo tal raspón que parecía que me hubiese secado la frente con papel de lija.
Jugar con uno de estos balones era como disputar un partido de balón prisionero, sólo que aquí si el balón te golpeaba no te obligaban a abandonar el partido, sino que debías hacerlo tú antes de perder la consciencia.

EL MALO: SUPERTELE

Esto ya son palabaras mayores. El Supertele era la antítesis del Mikasa. Un balón cutre (para que negarlo) pero que siempre deparaba dosis de diversión y de momentos inesperados. Su bajo precio (era el producto estrella de los todo a 100) unido a su amplia gama de llamativos colores (amarillo, azul rojo, verde) lo convirtió en una pelota muy comunista, todos teníamos una y todos podíamos convertirnos en la estrella del partido independientemente de nuestra calidad, ya que cualquier tiro flojo o fuerte podía convertirse en una amenaza, debido a las extrañas fuerzas físicas fuera de toda lógica que impulsaban al balón. Hacer el tiro del tigre de Oliver y Benji, la bomba inteligente de Roberto Carlos o emular a Cardeñosa eran "pecata minuta" con el Supertele, todo podía suceder con este balón de otra galaxia, ya que incluso golpeando el esférico (es un decir) con la mínima fuerza, éste salía impulsado fuera del campo gravitatorio terrestre, alcanzando una velocidad tan alta que podríamos considerarla como velocidad absurda.

Además, podíamos elegir entre varios tamaños, teníamos el pequeño Supertele para partidos más orientados al fútbol sala, y el Supertele tamaño "pelota de playa", el de los auténticos pros, el que nos acercaba a videojuegos como el "Super Sidekicks", el Pro Evolution Soccer de la época. Como ya hemos comentado antes, el Mikasa tenía la cualidad de abollar la cara de los jugadores al entrar en contacto con el balón, pero en el caso del Supertele era diferente: cualquier contacto podía ocasionar el ahuevamiento de nuestra querida pelota, lo cual no obstante le daba al juego un poco más de emoción y la posibilidad de hacer filigranas aún más inversímiles. Mi mayor hazaña con un Supertele fue chutar hasta la altura de un cuarto piso y al bajar colárselo al portero al estilo del gol de Nayim al Arsenal.

Todos caímos bajo su influjo

El inconveniente de este balón es que requería unas condiciones ambientales perfectas para ser jugado, ya que una pequeña ráfaga de viento podía mandar nuestro Supertele camino de la Conchinchina, fastidiándonos el partido y obligándonos a pedir otras 100 pesetas a nuestros padres.

Lo dicho, larga vida al Supertele, el hermano pobre de los balones de fútbol.
7 Responses
  1. Yakito Says:

    Un balón que en su día me gustó bastante era el del mundial de corea y japón, el Fevernova. Era una evolución del supertele con algo más de peso pero capaz de emular los extraños efectos del mismo.

    El Mikasa era un auténtico peligro para ser jugado en campo mojado, los rasponazos y el picor que te dejaba un balonazo suyo eran un suplicio. Recuerdo una vez que llovía estando de portero, paré un trayazo con las palmas de las manos (como los buenos porteros LOL) y tuve que retirarme un rato. Me dejó muñones aquello.

    Los rasponazos se debían a que era un balón de futbol sala y nosotros jugábamos con él en campo de asfalto, degradábamos la superficie del balón y el resto es historia.


  2. Melo Says:

    Siento desentonar con la opinión eneralizada sobre el Mikasa, pero para mí ha sido el mejor balón con el que he jugado, y del que mejores recuerdos guardo...

    La verdad es que merece la pena el comentario, pero "NO SABÉIS NI PUTA IDEA DE FUTBOL". Ya sabéis a lo que me refiero.

    Sobre los balones de mundiales, el mejor de la historia ha sido el Tango, y en segundo lugar me quedaría con el etrusco sportivo...los balones de hoy en día son una mierda, que si no tiene costuras, que si se dirige mejor...en fin pecata minuta...lo importante es que suba bien arriba y que se peguen buenos patadores para arriba...dejaros de tocarla por abajo y chorradas del estilo...

    Ala a jugar a pala...

    Barakaldo jaixetan!!!


  3. Cabrero Says:

    Tendras Iñaki buenos recuerdos de ese mokasa que tenia para jugar en Castro y tb del Fevernova creo recordar que ayudamos a robara a Davo de un indefenso niño jejejej.


  4. Yakito Says:

    Si que recuerdo el robo del Fevernova,si.

    Por cierto en la tienda tengo un balón. Me lo dejasteis hace años después de jugar una pachanga y ahí anda.
    No ha venido a por el ni cristo


  5. Melo Says:

    Iñaki, eso quiere decir que no se ha vuelto a jugar una pachanga, así que habrá que ponerse manos a la obra a organizar una en condiciones no??

    Hostias, Kabrero, si sigues vivo!!!!


  6. Ivanhoe Says:

    jajaja, si es que para los centralucos como tu Melo, el mikasa era una delicia!! Eso si, el tango era el mejor de todos, ese mundial de españa no hubiera sido igual.
    Yo he de decir que he tenido los tres, el questra (me lo robaron en el cole), el mikasa (el negro, que el rojo ya era un infierno) y el otro, que lo tenía en casa de mi abuela para situaciones de emergencia..


  7. Anónimo Says:

    Uf ... el Mikasa, eso era el balon de los Picapiedra. Yo entrenaba (de portero) con los Mikasa y aquello era acero de los altos hornos.
    Cuando sacabas de puerta intentando llegar lo mas lejos posible sentias crujir todos los huesecillos del empeine.
    Claro que si esa semana tenias la suerte de jugar el sabado con un Adidas Tango, lo ponias en orbita geoestacionaria.
    Como me gustaba el Tango y tambien el Azteca. Fantasticos balones y no la piedra de molino del Mikasa.