LE LLAMAN VOJDAN

Érase una vez un desconocido jugador de Europa del Este que llegó a España buscando fortuna y gloria, pero en lugar de eso encontró el amor. Esta empalagosa sinopsis podría ser el hilo argumental de cualquier telenovela venezolana, pero a grandes rasgos es el resumen de la andadura profesional de Vojdan Krkic en nuestro país.

El bueno de Vodjan venía de desarrollar toda su carrera en el Estrella Roja de Belgrado (con un año de cesión en el Radnicki) cuando decidió aceptar la llamada de un pequeño y humilde club ilerdense que acababa de ascender a segunda división: el Mollerussa. Krkic se definía a sí mismo como un jugador muy técnico, un cerebro de equipo que marcaba muchos goles, y esperaba que el Mollerussa fuera su trampolín, aunque a la hora de la verdad el yugoslavo realizó un salto más estrepitoso que el de Greg Louganis en Seúl´88.


Krkic fue el primer extranjero en la historia del Mollerussa, no en vano el club nunca había tenido la oportunidad de fichar foráneos ya que era una minúscula entidad de apenas 1000 socios que nunca había pasado de las categorías inferiores del fútbol nacional. El delantero llegó asegurando una media de 17 goles por año, aunque llegado el momento se pasó tanto tiempo en el dique seco que difícilmente se podría catalogar su juego. Fue sin duda el precursor de otros "hombres de cristal" como Prosinecki, ya que Krkic en solo un año en el Mollerussa concentró una cantidad de lesiones mayor que la de cualquier hospital de campaña: entre tirones musculares, operaciones de osteopatía de pubis y siguientes recaídas, el yugoslavo apenas pudo jugar media docena de partidos durante la temporada 88-89.


Es algo sabido que los lazos de comunicación entre enfermeras y pacientes en ocasiones va más allá de lo meramente profesional, y en el caso de Vodjan Krkic surgió algo más poético. El hombre se pasaba tanto tiempo en el hospital que finalmente acabó enamorándose de una enfermera de Linyola llamada Maria Luisa, y parece que la cosa iba en serio ya que Krkic llegó en julio de 1988 a España y a los seis meses ya se había casado. ¿Para qué perder el tiempo? Por lo que he podido indagar en la prensa, se hablaba bastante más del día a día amoroso del futbolista que de su devenir deportivo (aunque la verdad; ¿que se podía contar en este aspecto?).

Mientras Vodjan disfrutaba de su vida sentimental, el Mollerussa las pasaba canutas en su tránsito por la segunda división. El equipo estaba muy muy verde para tan altas cotas, y ni siquiera un experimentado y vehemente entrenador como Ricardo Moreno (un auténtico mito de los banquillos vascos) podía enderezar la nave. Lo que a principios de temporada era ilusión por poder ver en el Camp Municipal d´Esports a equipos como el Betis, acabó por convertirse en una marcha fúnebre que no acabó hasta junio. El equipo descendió con varias jornadas de antelación y el sueño acabó, aunque fue sin duda una experiencia única. Por su parte, Ricardo Moreno no se marchó del club sin antes hacer un poco de ruido, ya que hizo pública una lista con los nombres de los jugadores que habría mandado a la calle de haber seguido en el banquillo.
Krkic no estaba en esa lista ya que Moreno "apenas le había visto jugar durante la temporada". A pesar de eso, tenía que abandonar el Mollerussa ya que en Segunda B no se permitían extranjeros. Intentó establecer contactos con el Celta y el Español, buscó acomodo en Francia e incluso sondeó el regreso al Estrella Roja, pero todas las puertas parecían cerradas. Finalmente comprendió que las lesiones habían lastrado su carrera y se decidió a establecerse finalmente en Lleida, fichando por un equipo de la Primera Regional leridana, el Tremp.

Después, Krkic fundó una escuela de fútbol en Bellepuig. Un día se decidió a llevar a su hijo pequeño Bojan a las instalaciones a ver que tal se desenvolvía. Y el resto es historia.

Para no acabar sin un cotilleo, ahí dejo caer uno: por lo visto (?) Bojan sale con la hermana pequeña de Sara Carbonero. ¿Acabarán siendo familiares él y Casillas?
2 Responses
  1. Yakito Says:

    No se si esta es una historia triste o feliz. Encontrar el amor a costa de tu carrera profesional.
    ¿Tú con qué te quedarías?

    Sobre lo de Casillas y Bojan familiares, sería curioso tenerles en la familia pero supongo que a Bojan le durará la novia tres telediarios.

    Por cierto, ya que estamos con familias curiosas Gallardón y Trinidad Jimenez son familiares.Lejanos pero familiares