John Stockton y Karl Malone, una historia de amistad.

Muchos recordarán a Stockton y Malone por lo buenos que eran, por ser unos eternos en Utah, por los records que batieron o seguramente muchos les recuerden porque nunca ganaron nada.
Yo sin embargo les recuerdo por la gran amistad que forjaron.

Durante el pequeño periodo en el que veía resúmenes de la NBA los Bulls de Chicago arrasaban con todo, tenían en sus filas a Pippen, Rodman, Kukoc y Jordan. Aquel equipo era imbatible y seguramente uno de los más recordados de la historia. Sus mayores rivales por aquella época eran Houston, los extintos Seatle Supersonics y unos primerizos en esto de las finales; los Utah Jazz.

Para comprender mejor el mérito de Karl Malone y John Stockton debemos hacer un breve repaso a la historia de los Utah Jazz.
Originariamente el equipo fue fundado en Nueva Orleans, de ahí el nombre de 'Jazz' y tras pasar cinco años de derrota en derrota el equipo se mudó a Salt Lake City y aunque nada tenía que ver el jazz con esa ciudad decidieron mantener el nombre.
Una falta de identidad tan clamorosa y la ausencia de alguna campaña para atraer aficionados hizo que en Utah no siguiera ni cristo las aventuras del equipo a pesar de los esfuerzos de la directiva por fichar a buenos jugadores.
Todo esto cambiaría a mediados de los 80 cuando de casualidad se hicieron en el draft con dos completos desconocidos que para nada aspiraban a convertirse en históricos del basket: Stockton y Malone. Tan desconocidos eran que el día que anunciaron a Stockton como fichaje le abuchearon.

La verdad es que a primera vista nada tenían que ver, uno era de estatura media, delgado, blanco, ropa ceñida y de Washington y el otro alto, fuerte, negro, ropa ancha y de Louisiana pero cuando se juntaban uno daba las asistencias y el otro machacaba. La química entre ellos fue genial durante las 18 temporadas que coincidieron hasta que llegó la hora de retirarse.

Como había comentado antes el equipo de Salt Lake empezaba a hacerse con jugadores de calidad lo que les permitió clasificarse por primera vez para los play-off en la 83-84 empezando así una racha que duraría 20 añazos.
Sería injusto decir que gracias a 'la computadora' y 'el cartero', como apodaban a Stockton y Malone, mantuvieron ese logro de clasificarse tantos años seguidos. La verdad es que poco a poco empezaron a armar un equipo con serias aspiraciones al título. Durante las casi dos décadas que estuvieron juntos pasaron por su equipo cracks de la talla de Mark Eaton, Jeff Hornacek, Jeff Malone o Greg Ostertag.

El primer momento cumbre para ellos llegó en la temporada 96/97 cuando se clasificaron por primera vez para la final, derrotando en la final de conferencia a los Houston Rockets con un triplazo de Stockton sobre la bocina.
La final la perdieron ante los Bulls de Jordan por un cómodo 4-2. Fue una final recordada por dos momentos históricos Michael Jordan: anotando la canasta de la victoria sobre la bocina en el primer partido y sobre todo en el quinto partido cuando un Jordan febríl era duda para jugar.
Michael estaba convocado. Físicamente estaba destrozado pero su talento era tan grande que siempre era conveniente tenerle 'por si acaso'.
Al final del partido ganaron los Bulls con 38 puntos de Michael Jordan. Ante tamaña desproporción nada se puede decir, te vas a casa con cara de tonto y esperas que mañana no se repita la historia.

Su segundo momento cumbre llegó al año siguiente, en la 97/98 cuando llegaron a la final por segunda vez.
Esa temporada no empezó bien para Utah. Stockton se lesionó gravemente la rodilla y se perdió parte de la temporada. Las dudas acerca del aguante físico del dúo mágico acechaban. Desde luego ya no eran dos chavales que jugaban a baloncesto pero a falta de John buenas eran las canastas de Karl para seguir engordando sus estadísticas.
Utah Jazz alcanzó los play-off y en la final de conferencia ante los Lakers lo que se presumía como una derrota segura para Utah se convirtió en una victoria aplastante por 4-0.
La final absoluta de nuevo fue contra los Bulls y de nuevo la perdieron por 4-2. A pesar de ello en el sexto encuentro los Jazz siempre fueron dominando hasta que en los segundos finales apareció Jordan y... bueno, mejor que lo veáis con la genial narración de Andrés Montes:


De ahí hasta el final de su carrera no volvieron a disputar ninguna final. Stockton se retiró en 2003 y Malone aguantó otro año más cambiando de equipo. Se fue a Los Angeles Lakers a ver si conseguía su ansiado anillo pero volvió a marcharse sin él.

Y esta en muy resumidas cuentas es la historia de su carrera profesional. Una historia que quizá nos deje una moraleja: la del valor de la amistad.
Nunca se cambiaron de equipo a pesar de que podrían haberlo hecho y ganar algún título o recibir un mayor salario. Siempre estuvieron y siempre estarán unidos para la historia porque seguramente John Stockton no habría sido ni la mitad de lo que fue sin Karl Malone y viceversa.
Tuvieron mil excusas para cambiarse de equipo pero al final la amistad y el amor a su deporte hicieron que a pesar de ser los mejores entrenaran día a día como si alguien les pudiera quitar el puesto, dando ejemplo al resto del equipo y demostrando a sus compañeros el significado de la palabra compromiso.


RECORDS

JOHN STOCKTON


Record NBA de asistencias 15.806
Record NBA de robos 3.265
Mayor número de temporadas y partidos consecutivos con un equipo.

KARL MALONE

Segundo mayor anotador de la historia de la NBA con 36.928 puntos
Elegido dos veces MVP de la NBA

Poseen el récord de partidos jugados juntos como compañeros de equipo con 1.412 apariciones.

MIS 5 GOLES PREFERIDOS


Llevaba desde hace bastante tiempo queriendo hacer una lista de los 5 mejores goles de la historia (bajo mi punto de vista, claro). El problema es que si hablamos únicamente en términos de plasticidad (lo que viene siendo un "golazo") la lista quedaba demasiado predecible ya que seguramente me vendrían a la mente las jugadas que casi todos tenemos en la mente, así que he decidido utilizar más baremos a la hora de hacer esta clasificación. No voy a hablar ni del misil teledirigido de Roberto Carlos, ni de la volea mágica de Zidane, ni siquiera del gol del siglo de Ronaldo; los que yo he elegido son 5 goles que, aparte de ser muy bellos, evocan un especial recuerdo en mí y se me han quedado grabados por unos u otros motivos. Como se suele decir en estos casos, no están todos los que son, pero.... en fin, espero que os guste la lista, y si no, dadnos vuestra opinión: ¿CUÁLES SON VUESTROS 5 GOLES PREFERIDOS DE LA HISTORIA?

EL GOL IMPOSIBLE DE CRUYFF

No ha sido difícil esta elección. Es uno de los goles más recordados los tantos que marcó Johann Cruyff a lo largo de su carrera. El 23 de diciembre de 1973 se enfrentaban en el Camp Nou el Barcelona y el Atlético de Madrid, en lo que suponía el retorno de Miguel Reina a la ciudad condal, esta vez como colchonero. En el minuto 43 de partido, Rexach daba un pase demasiado lejano a Cruyff, que haciendo un escorzo inverosímil conseguía llegar al balón e introducirlo de espuela junto al travesaño de Reina. Este gol lo ví de pequeñito en un video antiguo y me quedé maravillado de que hace tantísimos años hubiera jugadores capaces de jugar y pensar a una velocidad tan alta como para firmar un tanto de esas características. Lo dicho, con este gol Cruyff se ganó a pulso el apelativo de "holandés volador".



MARCO VAN BASTEN A ALEMANIA

No voy a hablar del voleón con el que mató a la URSS en la final de la Euro 88, sino de otra jugada realizada en ese mismo torneo. Van Basten había comenzado la Eurocopa de Alemania como suplente por detrás de Johnny Bosman, pero sus goles y su calidad se fueron imponiendo hasta llegar a las semis contra los teutones ya afianzado en la titularidad. Hace varios veranos tuve la oportunidad de grabar este partido a través de algún canal de cable y no os engaño, tuve que rebobinar varias veces la cinta para poder ver una y otra vez el gol de Van Basten. Parece un gol simple, pero me parece dificilísimo saber en el momento preciso dónde están el defensa el portero y la porteria y, en una fracción de segundo, tener la habilidad de introducir el balón en la red por el único lugar posible. Gran gol, y vendetta holandesa 14 años después de la final del Mundial '74.



DENNIS BERGKAMP AL NEWCASTLE

Pues sí, otro holandés más, pero es que Bergkamp tenía que entrar sí o sí en esta lista. Yo empecé a conocerle en el año 1995 cuando fichó por el Arsenal. En los resumenes de Canal + de la Premier League siempre había algún gol suyo, así que empezó a ser habitual para mí verle conseguir vaselinas perfectas o zambombazos desde fuera del área directos a la escuadra, grandes highlights de la historia del fútbol. Luego llegó el gol a Argentina en Francia '98 (quizás el más recordado), pero para mí el gol que demuestra toda su calidad e inteligencia es el que consiguió ante el Newcastle en 2002. ¡Qué control, qué definición! Pero mejor que lo veáis...



GOL DE ZICO CON EL KASHIMA ANTLERS

Con 38 años y tras una exitosa carrera en Brasil e Italia, Zico se fue a Japón a dar sus últimos coletazos, lo cual para un jugador de su calidad era un buen coletazo. En el país del sol naciente se hinchó a marcar goles y despertó la fiebre del fútbol en sus habitantes. Suya fue esta obra de arte, que muy poco tiempo después empezó a hacerse habitual por la cantidad de imitadores que tuvo:



EL CASI GOL DE PELE A URUGUAY

Ahora está de moda entre mucha gente decir que Pelé no ha sido el mejor jugador de la historia porque jugó toda su vida en Brasil, en una competición menor, que en sus tiempos el futbol era mucho más lento e individualista.... Pero lo cierto es que Pelé fue en su momento un jugador distinto y también lo sigue siendo ahora. Para mí sigue siendo el mejor de la historia, pero no he elegido uno de sus cientos de golazos, sino su "casi gol" más famoso: el que estuvo a punto de lograr contra Uruguay en 1970. Magia en movimiento:




La vida Cipollini, la vida mejor.

Hace un tiempo oí decir a un cantante aquello de 'cada vez creo menos en el talento y más en el trabajo duro'. Seguramente a Rock Lee se le saltaría alguna lágrima al escuchar tal afirmación, pero en putofutbol gustan más los deportistas que se basan en el talento, la genialidad y que de cuando en cuando nos regalan alguna excentricidad que casi parece más destinada a humillar a sus rivales que a ganar algún trofeo.
Si alguien puede decir que la vida está para divertirse y que el trabajo duro es para los perdedores ese sin duda es Mario Cipollini.

LA VIDA SEGÚN CIPOLLINI

Si se le pudiera aplicar una regla de oro a la vida de Mario, esa sería la de 'el esfuerzo corto pero intenso' porque es exactamente lo que hacía en cada una de las carreras en las que participaba.
No digo esto porque fuera uno de los mejores sprinters y puede parecer que su trabajo se basa en unos segundos dentro de cientos de kilómetros; digo esto porque sus esfuerzos en las grandes vueltas se centraban en la primera semana de carrera, donde trataba de hacer el menor trabajo posible, ganar un par de etapas, correr la primera contrareloj larga como líder y retirarse en la primera etapa de montaña.
El maillot de la regularidad pa' tu culo pirulo, que eso son tres semanas de trabajo.

La preparación de Super Mario para las grandes vueltas tampoco se puede decir que fuera concienzuda; básicamente se trataba de mantener la punta de velocidad, algo que por otra parte se pierde muy poco a poco con la edad, y fichar a un equipo con los mejores esprinters para servirle en bandeja el triunfo a Cipollini. Tanto es así que en algunas etapas se podía ver a tres o cuatro corredores del Saeco lanzando el sprint prácticamente sólos y apartándose a última hora para que nuestro protagonista quedara primero.
La mirada de Mario se ocultaba tras las gafas pero todos sabemos que esa mirada en realidad decía 'Que fácil es vivir!'

Alguna vez subió al podio de traje, nada de sponsors ni patrocinadores. Rey de reyes.

LA FANTASIA DE MARIO

Pero sin duda donde Cipollini se daba un festín era en los prólogos. Si esta no era su especialidad, ¿Por qué destacaba?
Pues porque ahí es donde sacaba a pasear todo su sentido del humor y salía disfrazado con trajes de lo mas esperpéntico a contrarelojear. Ya podía ser con un traje de tigre, con la bandera de los estados unidos, disfrazado de Tron, con un traje de cebra, con un maillot que simulaba la musculatura humana, si estaba de líder en el tour completamente de amarillo e incluso jamonas en el manillar de su bicicleta para servirle de inspiración en la soledad de la carretera.

Lo mires como lo mires Mario es el puto amo

Claro que todas estas adorables payasadas hacían enfadar a los más puristas. En mi opinión esta era una forma magnífica de dar espectáculo en un deporte que muchos tachan de aburrido, pero como aquí los que mandan son los de la Unión Ciclista Internacional y no yo, por cada uno de estos trajes le caía una buena multa a Cipollini. Algo que le daba igual, supongo que para el era algo así como invertir en publicidad.

El día que según Jean Marie Leblanc (el manda más del tour) se pasó de la raya fue cuando se disfrazó de Ave Cesar y todo su equipo le acompañó disfrazado de romano. Fue en el día de descanso del tour del 2000. Con su broma quería celebrar el aniversario de Julio Cesar y su record de cuatro etapas consecutivas en un tour pero tras esto fue vetada su participación desde el 2000 hasta el 2003.
¿Y cómo es que le levantaron la sanción en 2003?
Pues muy fácil. Cuando te riges por hacer lo que te de la gana normalmente te ganas diversos castigos. Si eres un cenizo poco a poco vas pasando por el aro y descubres que en la vida tienes que seguir unas normas si no quieres tener problemas, si eres un puto genio no te importan los castigos y consigues que se te perdone demostrando que eres el mejor. Eso es precisamente lo que hizo Mario. En 2003 fue campeón del mundo de fondo en carretera y añadió ese punto de presión a la organización para que lo volviesen a admitir. Un tour sin el campeón del mundo no es lo mismo.
Lo volvieron a admitir y brilló pero en lo que respecta a su comportamiento no se redimió.

Ese mismo año su equipo participó en la vuelta a españa. La única condición que se les puso es que Cipollini estuviera presente ya que salvo él, el resto del equipo era una escuadra de desconocidos que apenas aportaban notoriedad en el pelotón.
Mario participó, corrió el prólogo (unos 10-15 km) y se retiró, dejando a toda la organización con el culo torcido. Le cayeron bastantes críticas por su comportamiento y él se defendió alegando que se estaba recuperando de una lesión. Yo tampoco me lo creo pero aun así me sigue pareciendo genial.

House y Mario, Mario y House. Tanto monta, monta tanto.

Y así ha ido pasando su vida. Mario es un personaje popular en italia, un playboy que ha reconocido que si no hubiera sido ciclista habría sido actor porno.
Podría poneros varios vídeos suyos con sus mejores victorias, la caída que sufrió en la vuelta de 1994, bailando en el mira quien baila italiano o incluso tirando una botella a una moto que le pasa demasiado cerca en una carrera pero prefiero poneros una broma de cámara oculta en un programa italiano. Miradlo porque os aseguro que no tiene desperdicio. Risas garantizadas:


OTRA VEZ EL ANNAPURNA

Esta semana todos hemos podido leer la noticia del fallecimiento de Tolo Calafat, el alpinista mallorquín que perdió la vida cuando intenta descender de la cima del Annapurna.

Después del tremendo esfuerzo realizado por llegar a la cumbre, su cuerpo dijo basta, sufría un edema cerebral y ya no podía bajar por su propio pie al Campamento 4, que se encontraba a 7.200 metros y de donde fueron rescatados en helicóptero algunos de sus compañeros de expedición como Juanito Oiarzabal, Carlos Pauner y Horia Colibasanu. Apenas 400 metros y el final de esta historia hubiera sido muy diferente.

Falleció después de pasar varios días a 7.600 metros de altura, durmiendo prácticamente sobre la nieve y sufriendo un edema cerebral, en definitiva, una muerte agónica que no se la deseo a nadie. El único consuelo, por sacar algo positivo, es que no murió sólo, le acompañaba un sherpa llamado Sonam.

Tolo Calafat

No hace mucho, en el 2008, sucedió algo muy similar con un alpinista navarro, Iñaki Ochoa de Olza. En este caso Iñaki no pudo hacer cima, se quedo a tan sólo 100 metros. Se encontraba muy tocado, él mismo sabía que algo grabe le pasaba y se tuvo que dar la vuelta. Su compañero, el rumano Horia Colibasanu (el mismo que subió con Tolo Calafat hace unos días), decidió acompañarle en su descenso. Parece algo de sentido común el ayudar a tu compañero enfermo, pero no siempre se hace, y menos tan cerca de la cumbre.

Bajaron hasta los 7.400 metros y Iñaki no pudo continuar, montaron la tienda de compaña, Horia alivio los dolores de Iñaki como buenamente pudo (sufría un edema cerebral y otro pulmonar), y esperaron a ser rescatados. Lo que Iñaki ya nunca sabrá es todo lo que hicieron sus compañeros para intentar rescatarle, todos los que le conocían y estaban por la zona se movilizaron de inmediato. A Ueli Steck, por ejemplo, un alpinista suizo especializado en subir a toda leche, le despertaron de la cama a las 5 de la mañana para darle la noticia, de la misma se preparo con lo más básico y subió hasta donde estaban, hizo en 24 horas lo que se tarda en hacer 72, sin descanso, cuando llego a la arista donde estaban Iñaki y Horia, este último le pidió que por favor se bajará porque llego en tal estado que su vida corría serio peligro.

La familia pidió ayuda para recaudar dinero e intentar enviar un helicóptero hasta donde estaba el alpinista, cuando hablaron con Nepal para tramitarlo les dijeron que eso mismo ya lo estaban intentando hacer y que alguien lo había pagado todo. Varias personas más intentaron subir, pero el tiempo no se lo permitió. El único que pudo acceder fue el kazajo Denis Urubko, pero con la intención de convencer a Horia para que bajase (sólo entre 2 no podían bajarle), a lo cual éste se negó. Horia aguanto 5 días junto a Iñaki, cuando no pudo más, tuvo que bajar dejando sólo a su amigo, y menos mal que en el descenso se encontró con compañeros que le ayudaron a llegar hasta el campamento, sino no hubiese podido llegar. Esa misma noche Iñaki falleció.

Iñaki Ochoa de Olza

Precisamente el pasado viernes echaron un reportaje (en Informe Robinson) sobre la trágica historia de Iñaki, contada por los compañeros-amigos que estuvieron con él en aquella expedición y por sus familiares. Y la verdad, me llamo la atención muchas cosas de este reportaje:

La manera de ver la vida y su profesión del propio alpinista: “subir al Himalaya con oxigeno es como correr el tour en motocicleta, es hacer trampas”; “a 7.000 y pico metros como si viene la armada de los Estados Unidos, que o bajas por tu propio pie o no te salva nadie”.

Las declaraciones de su hermana cuando le contaron lo sucedido, tu hermano esta a 7.400 metros y no puede bajar, ella que conocía muy bien a su hermano ya sabía el desenlace; los hermanos que también conocedores de la montaña le dijeron a Horia (el compañero que se quedo a su lado) que dejará a su hermano sólo y bajará, que sino se iba a morir él también.
La madre que contaba, con total entereza, como sabía que tarde o temprano su hijo moriría en aquellas montañas, pero le quedaba el consuelo de saber que él era muy feliz haciendo lo que hacía.
El nepalí que pago el solo de su bolsillo un helicóptero para intentar rescatar al alpinista.
Y, sobre todo, los cojones de Horia al negarse a bajar dejando sólo a su amigo; y los de suizo Ueli Steck y el kazajo Denis Urubko, que subieron hasta ahí arriba a la desesperada, jugándose la vida, para intentar bajarle sin éxito. Y los de los otros 12 compañeros (de varias nacionalidades), que se quedaron varios días en una de las paredes de este “ochomil” con la intención de poder ayudar a su compañero.

Una historia de película, excepto por el final. Desde aquí mostrar un sentido pésame por Tolo Calafat; y mi admiración a todos los que, como Tolo o Iñaki, se juegan el tipo por subir a estos monstruos de la naturaleza.

y el puto Annapurna

Supongo que merecerá la pena.