LA TRINITY GREAT COURT RUN

Seguro que todos o casi todos habéis visto en alguna ocasión la película "Carros de fuego". Película ya mítica por su excelente banda sonora, su vestuario y sus evocadoras imágenes de los jóvenes atletas corriendo descalzos sobre la arena de la playa, "Carros de fuego" está basada en la vida real, en la experiencia de dos atletas británicos en los Juegos Olímpicos de Paris de 1924 (en los que se dio a conocer un nadador conocido como Johnny Weismuller). Pero, como en todas las películas, la verosimilitud de los hechos contados no siempre se ajusta totalmente a la realidad.

Una de las escenas que más me gustan -y que quizás recordéis- es aquella en la que Harold Abarahams reta a su amigo y atleta Lord Andrew Lindsey a una carrera por el patio interior del Trinity College de Cambridge. El desafío consiste en completar el recorrido antes de que suenen las 12 campanadas del mediodía marcadas por el campanario situado en el reloj de la torre, la salida se da con la primera campanada y debe darse la vuelta completa antes de que suene la última, en una distancia conocida tradicionalmente como de 188 pasos; en la película vemos cómo Abrahams consigue realizar la hazaña mientras que su amigo llega ligeramente más retrasado. Sin embargo, los hechos no ocurrieron realmente así: fue otro hombre el que puso su nombre en la historia de Cambridge.
A partir del 6:06 podemos ver la carrera

Harold Abrahams se había retado con otro corredor pero ni siquiera en Trinity, sino en un patio de Caius, pero el decano no dio su permiso y la prueba hubo de suspenderse. Fue otro alumno -Lord Burghley- quien en su ultimo año en Cambridge en 1927 se dispuso a dar la vuelta a los 367 metros de circunferencia (46 segundos) del Great Court del Trinity College antes de oir la última campanada. Lo consiguió y con ello puso su nombre con letras de oro en la historia de Trinity y Cambridge. Posteriormente Lord Burghley, marqués de Exeter, también se hizo un nombre en el atletismo internacional consiguiendo la medalla de oro para Gran Bretaña en los 400 metros vallas en Amsterdam, en 1928. Al finalizar su carrera deportiva, Lord Burghley asumió la presidencia de la Asociación Internacional de Atletismo durante nada menos que 30 años, hasta poco antes de su muerte.

El recorrido al Great Court del Trinity College es ya una carrera mítica por derecho propio. En 1988 dos iconos del atletismo como Sebastian Coe y Steve Cram reprodujeron la célebre carrera con el objetivo de recaudar fondos para fines benéficos. Ataviado con ropa deportiva de época, Coe completó la distancia en 45.52 segundos con Cram prácticamente a su par, finalizando ambos antes de sonar la última campanada e igualando la proeza que Lord Burghley realizó 61 años antes.


Corrida por primera vez por Thomas Nevile a principios del siglo diecisiete, en la acutalidad la Great Court Run sigue realizándose anualmente en el día de la cena de matriculación. La longitud de la distancia a recorrer ha ido variando durante los años e igualmente la velocidad a la que pasan las campanadas varía debido a que el mecanismo con el que funciona el campanario depende de la resistencia del aire y por lo tanto de su densidad. La diferencia puede llegar a ser de hasta un 15 % o unos 6 segundos, por lo que son los corredores que realizan la prueba en primavera los que tienen más posibilidades de completar el recorrido.

2 Responses
  1. Yakito Says:

    Interesante artículo Mark, no tenía ni idea de esta carrera.

    Algún día haré la prueba para ver si soy capaz de hacer el recorrido en doce campanadas.