Nobuhiro Takeda y la agonía de Doha.

Más de una vez he visto en 'la Siete' el programa japonés de entretenimiento Banzuke. Presentado por Kei Kato los concursantes tendrán que superar una serie de pruebas jodidísimas en las que muchos días termina el programa y no tenemos ni un sólo ganador. Como bien dice la absurda entradilla del programa 'es la competición definitiva entre el hombre y el obstáculo'.
En resumen, una especie de humor amarillo con mayor dificultad.


Pues estas gilipolleces son las que veo yo por la tele.

El motivo por el que escribo esto es porque una mañana empezaron a desfilar una serie de concursantes curiosos: tres jugadores de beisbol, un surfista y un futbolista. Ahí me dije, este ni es futbolista ni es nada, otro como el del Pardo; se trataba de Nobuhiro Takeda.

Concursaba en la prueba Giant Ball, que tampoco es una prueba que exija demasiada fuerza física o resistencia, mas bien equilibrio y coordinación. Algo que un futbolista o cualquier anormal puede intentar, ya que en algunas pruebas tienes que ser capaz de hacer equilibrios en un monociclo o hacer el pino. Cosa que un servidor es incapaz de hacer.

La sorpresa llegó a posteriori, una vez terminado el programa decidí buscar el nombre de Nobuhiro Takeda en google y la wikipedia me instruyó.

Por lo visto Takeda militó toda su carrera en equipos japoneses, y allí es bien recordado porque fue un delantero notable desde el 86 hasta el 01, donde anotó 142 goles.
Como internacional jugó 18 partidos y marcó un golito.

Pero por lo que el pueblo japonés no olvida a Nobuhiro Takeda es por haber participado en el partido denominado como 'La agonía de Doha'.


En la clasificación para el mundial de estados unidos las seis mejores selecciones de los grupos de clasificación de la zona asiática terminaban enfrentándose en un grupo en Doha donde sólo los dos mejores obtenían el billete para USA 94.
En la última jornada Japón lideraba el grupo a falta de su partido ante Iraq. En segundo lugar estaba Arabia Saudí y en tercer lugar Corea del Sur.

El partido ante Iraq fue cómodo para la selección nipona: se adelantaron en el minuto 5 y llegaron al descuento con un resultado de 2-1 favorable. Pero los partidos hay que jugarlos hasta el final y en el descuento de aquel encuentro Salman logró el empate para Iraq.
Corea que había ganado su partido empató así a Japón en la clasificación y se metió en el mundial por la diferencia de goles.

Aquel partido fue dramático para Japón, rozaron con la punta de los dedos una clasificación que de haberse conseguido habría sido la primera participación japonesa en un mundial. Desde entonces a aquel partido se le recuerda como 'La agonía de Doha' y curiosamente en Corea lo recuerdan como 'El milagro de Doha', cada uno cuenta la feria según le ha ido.


Nuestro protagonista salió de suplente en el minuto 81, justo a tiempo para vivir el desastre.
Actualmente trabaja en la televisión japonesa.

Desde entonces hasta ahora Japón se ha clasificado para todos los mundiales. Aún así es curioso como en el fútbol un nombre te lleva a un equipo y un equipo a una historia.


1 Response
  1. La verdad es que tanto Corea como Arabia Saudí tenían bastante más nivel que Japón en aquellos tiempos...