LA NBA CON TINTA Y AGUJA

 Hace poco tuve la (mala) suerte de contemplar el espantoso tatuaje que se había hecho en la espalda el jugador de baloncesto Andrei Kirilenko. En las redes sociales empezaron a circular un par de fotos en las que se veía la espalda de un hombre (que se parecía al jugador de los Utah Jazz) con un enorme tatuaje que representaba a un caballero con su armadura y espada montado encima de un terrorífico monstruo alado. La gente no acababa de creerse que el tatuaje fuera de verdad ni que su portador fuera AK47, así que el propio jugador tuvo que salir ante la prensa para admitirlo: "A mis hijos les encanta, además ya tengo 30 años y puedo hacer lo que quiera. El 99 por ciento de los jugadores de la NBA lleva tatuajes, me parece extraño que se le preste tanta atención a este". En la foto podéis ver el desmesurado tatuaje, que recuerda un poco a la mitología y la estética del videojuego de rol "World of Warcraft", aunque a mí me hizo pensar inmediatamente en el que lleva el siniestro asesino de la novela "Dragón Rojo". No sé si verdaderamente a los hijos de Kirilenko les gusta lo que lleva su padre en la espalda, pero yo no dormiría tranquilo por las noches...


La mayoría de los tatuajes tienen detrás una historia. La historia del tatuaje de Kobe Bryant empieza con una alocada y divertida noche en Colorado. Esa noche de 2003 Kobe Bryant se pegó un revolcón con una chavala de 19 años que le trajo un montón de quebraderos de cabeza con su mujer y con las autoridades, ya que la muchacha le quiso hacer un "miketyson" y le acusó de acoso sexual y violación, aunque tras desembolsar una buena cantidad de dinero Kobe quedó libre de culpa, pero el arreglo con su mujer iba a ser mucho más costoso. Tras miles de disculpas, montones de súplicas y un anillo de cuatro millones de dólares, Kobe salvó su matrimonio y para no volver a descarriarse se grabó un recordatorio en su brazo derecho: se hizo tatuar el nombre de su mujer Vanessa, sobre él una corona, y debajo la inscripción "Salmo XXVII", que viene a decir "cuando se acercan contra mí los malhechores a devorar mi carne, son ellos mis adversarios y enemigos, los que tropiezan y sucumben", aunque seguro que lo que él piensa es "no volveré a tirarme a una chavala que me puede arruinar la vida y dejarme sin un centavo en el bolsillo". Un tatuaje interesante el de Kobe, y es que no es el único jugador que ha decidido en algún momento de su vida profanarse la piel en homenaje a su pareja. Ahí tenemos a Kenyon Martin, que ni corto ni perezoso decidió grabarse en el cuello la marca de los labios pintados de su novia Trina, aunque cuando decidieron separarse el tatuaje quedó allí para siempre como "el beso de la muerte".


En la NBA también son muy comunes los tatuajes religiosos, desde el "Black Jesus" de Amare Stoudamire hasta el "Only God Can Judge Me" de Mike Bibby son cientos los jugadores que utilizan mensajes divinos para decorar su piel.También hay una lucha -por lo menos en el ámbito de los tatuajes- por saber quién es El Elegido. Tanto Paul Pierce como Lebron James llevan en su espalda "Chosen One", y aunque ahora mismo por lo demostrado en la cancha está claro quién sale ganando, si echáis un vistazo a las cicatrices que lleva Pierce en la espalda (producto de varias puñaladas) se podría jurar que alguien allá arriba le protege.


La corriente de llevar citas o frases de la Biblia tatuadas es muy extendida en la NBA (ya lo hemos visto en Kobe Bryant), y otro jugador digno de mención es Andre Brown, que lleva en su pierna derecha un salmo de la Biblia bastante largo. Éste tío lleva encima más letra que el suplemento dominical, aunque yo si hay que leer la Biblia creo hay formas más sugerentes de hacerlo.


En el antiguo Japón se utilizaba el tatuaje para marcar a los indeseables y a los que habían cometido actos reprobables, era una manera de que la gente supiera que no eran individuos honorables. No obstante, en otras épocas fue utilizado como accesorio estético por las más altas esferas, incluídos emperadores. En la actualidad el uso generalizado de letras japonesas le debe bastante al componente exótico e incluso místico que la gente ve en ellos. Marcus Camby fue uno de los primeros jugadores en introducir la moda de los Kanjis en la NBA, y en el biceps de su brazo derecho lleva un tatuaje que dice "esfuérzate al máximo". El porqué de haberlo escrito en japonés es que "estoy muy metido en el rollo japonés, he visto muchas películas de kung fu"; no es de extrañar que su apodo sea Samurai.

  "¡¿que pone bolas de qué...?!

Por lo menos Camby tuvo suerte con la traducción, porque hay otros que no pueden decir lo mismo. Shawn Marion fue a que le tatuaran con signos japoneses su apodo "The Matrix", aunque parece que el pobre tatuador no andaba muy suelto con el japonés y por eso el pobre Marion luce ahora en su pantorrilla un tatuaje que dice "bolas de naftalina del pájaro demonio". Un mensaje de lo más perturbador...


Si es verdad que los tatuajes definen la personalidad de la persona que los lleva, podemos inferir que Deshawn Stevenson es un pobre gilipollas, porque hay que ser un poco retardado para tatuarse en la espalda su nombre y el número 2 de su camiseta, lo malo es que cuando le traspasaron de Washington a Dallas perdió el dorsal 2 por el 92, así que el pobre hombre ahora lleva la espalda un tanto desfasada. Eso sí, no hay duda de que el bueno de Deshawn es todo un patriota, por eso lleva tatuada en el cuello la efigie de Abraham Lincoln, aunque mejor dicho lo que le gusta es coleccionar unos pequeños papelitos de colores que llevan la imagen del mítico presidente.

Superratón, Scrappy Doo y Pedro Picapiedra. ¿Quiénes serán los descerebrados que llevan estos tatus?

Se sabe que en antiguas culturas los tatuajes eran empleados como una forma de infundir temor y respeto en los enemigos, y esa es una de las razones por las que algunos jugadores de la NBA los llevan, para formarse una imagen de tíos duros y añadirle un plus a su juego. Los que seguro que no infunden terror en los jugadores del equipo rival son los portadores de estos tres simpáticos tatuajes. El ex-base de Toronto Raptors y Portland Trail Blazers (entre otros equipos) Damon Stoudamire, era un jugador de gran rapidez y agilidad sobre la cancha, por eso llevaba en su brazo a Superratón, y es que Stoudemire nunca olvidaba vitaminarse y supermineralizarse antes de saltar a la pista. El que lleva el tatuaje de Pedro Picapiedra es el ex-pívot de Utah Gerg Ostertag, un jugador con gran parecido al del personaje animado, ya que era tan tosco, bruto y descoordinado como él, y cuando tiraba a canasta se marcaba unas piedras más gordas que las que usaba Pedro para su troncomóvil. Cómo diría Andrés Montes: "¡Wilma, ábreme la puerta!". Y vamos con Brad Miller, todo un all-star de la NBA que lleva en su brazo nada menos que a Scrappy Doo, el vástago del famoso Scooby Doo. No tengo ni idea del por qué de ese tatuaje, ni si Miller estaba en plenas condiciones psíquicas cuando se lo hizo, pero sin duda hacen falta un par de huevos para hacerse un tatuaje así.

Damon Stoudamire, Greg Ostertag y Brad Miller

Y si hablamos de tatuajes y de baloncesto, hay que hablar de Chris Andersen. La vida de este jugador ha sido desde siempre un torbellino (problemas familiares, renuncia a la universidad, traslado a la liga china, problemas con las drogas...) y eso se refleja también en su piel. Cuando debutó en la NBA hace 10 años apenas llevaba tatuajes, pero actualmente cada centímetro de su cuerpo se ha convertido en una obra de artesanía que habría podido firmar Miguel Angel con su Capilla Sixtina. El último, un horrible y psicodélico tatuaje en el cuello que dice "Free Bird", haciendo honor al apodo que lleva el jugador de los Denver Nuggets.


Bueno, ya para acabar, voy a dejar constancia de mi particular top 5 con los tatuajes más horrorosos de la NBA. La lista es subjetiva, por supuesto, así que si tenéis alguna sugerencia ya sabéis:

Con el número 5: Richard Jefferson. Yo no sabía que los niños de 5 años tenían permiso legal para realizar tatuajes, pero el brazo de Richard Jefferson demuestra que sí. Aunque parezca una calcamonía de esas que venían con los chicles, se trata de un tatuaje de verdad (o algo así...)



Con el número 4: Udonis Haslem y Marquis Daniels. Aunque lo parezca, estos dos jugadores no llevan tatuado el mapa de la isla del tesoro en la espalda. Es sólo que están orgullosos del lugar en el que nacieron y no encontraron una forma más cutre de demostrarlo que esta. Bueno, ahora a ver que tal andáis de geografía para saber de qué estado proceden...



Con el número 3: Monta Ellis. Mira que me encanta el escolta de los Golden State Warriors, pero es que el tatuaje que lleva en la espalda es digno de figurar en el museo de los horrores, ya que además de ser grande es feo de cojones. En él pone "family first", pues ya podía haber pensado un poco en su familia antes de hacerse ese estropicio...


Con el número 2: Michael Beasley. El jugador de los Timberwolves además de ser un tarambana y un fiestero, también demuestra por su tatuaje que no tiene abuela. "Supercool Beas" es el nuevo superhéroe de la NBA, tiene la habilidad de volar con sus alas de "hijo de Dios", aunque su debilidad es la miopía, por lo que vemos en los anteojos que cuelgan de la palabra "Supercool"



Y con el número 1.... Andrei Kirilenko. Sinceramente, estoy acojonado con ese tatuaje. Espero que no cobre vida y se dedique a matar salvajemente a todos los seres humanos sobre la faz de la tierra. Andrei, ¿en qué cojones estabas pensando al hacerte monstruosidad en la espalda?

 El tatuaje que causará furor este verano en todas las playas de España
3 Responses
  1. Melo Says:

    Donde me puedo hacer el tatoo de del tato????

    Es que quiero partirla este verano...


  2. Yakito Says:

    Con los tatuajes siempre he sido bastante reservado; a veces me gustaría hacerme alguno pero claro, muchos son modas pasajeras y terminan quedando anticuados.

    Un tribal a estas alturas está muy visto, los kanjis los han copado los canis, las típicas plumas en plan indio son feas de cojones, tatuarte tu nombre es de auténtico subnormal...

    Como dijo Jack Shepard 'no es lo que pone, sino lo que significa.' y hacerme un tatu sin saber ni lo que quiero poner, simplemente 'porque queda bien' es algo que no contemplo.

    Por otra parte genial artículo y tal.


  3. Cabrero Says:

    Muy bueno el articulo jejeje. Por cierto el estado al que pertenecen es Florida.Tendrias que hacer una segunda parte, tenias que haber intentado encontrar una foto en la que se viesen bien las puñaladas en la espalda de Paul Pierce, porque la vd es que se salvo de puro milagro.