El último salto de Yago Lamela.

Año 1999, la selección española está hundida con una transición de entrenadores entre Clemente y Camacho, el ciclismo no tiene ningún ídolo nacional al que aferrarse en las grandes vueltas, Carlos Sainz está de capa caída tras el inmortal 'Trata de arrancarlo Carlos' del último mundial, en la fórmula 1 Marc Gené y Pedro de la Rosa empiezan a emerger como pilotos en escuderías mediocres y cuando no la afición no tenía ningún héroe al que aferrarse, el 7 de marzo de 1999 va un españolito y salta 8,56 m en los mundiales de atletismo. Se coloca como subcampeón del mundo en pista cubierta y record de europa. Olé!


No mientas, hasta este momento tampoco le conocías de nada.

Se trataba de Yago Lamela, la nueva estrella mediática a la que adorar, la esperanza en los mundiales de Sevilla de ese mismo año. Yo acababa de encontrar una excusa para ver esos mundiales, y como yo mucha más gente. Y la verdad es que disfruté bastante con todo aquello.

Nunca en toda mi vida lo he flipado tanto con unos mundiales de atletismo como con aquellos. Recuerdo alquilar aquel verano el Track & Field de la PSX, subir con un par de amigos a casa y ponernos a jugar la prueba de salto de longitud una y otra vez.
Con ese juego acababas con los brazos destrozados de apretar el botón pero las risas que nos echábamos y los gritos que pegábamos ante cada intento era una nueva muestra de que en el descerebre está la diversión.
Incluso nos dio por ir un día a la playa y en vez de bañarnos ponernos a saltar. Al hacer esta tontería es cuando realmente me di cuenta que saltar ocho metros y medio es una auténtica burrada. Os lo digo de verdad, cualquier día coged carrerilla y saltad, luego medís 8,5 metros y descubriréis que aquella marca es inhumana.


Jugar a este juego ha provocado más agujetas que practicar las pruebas en la vida real.

Las olimpiadas de Atenas llegaban en el 2004 y de nuevo me acordé de Lamela. Llevaba un tiempo sin saber nada de él, y es que el salto de longitud es un deporte que da para lo que da; correr y saltar.
Nadie se para por la calle a hablar de los últimos saltos que ha hecho alguien por Estambul, pero cada cuatro años las olimpiadas nos recuerdan que hay muchos deportistas que siguen entrenando y que al menos debemos tenerlos en cuenta en su gran cita.

A aquellas olimpiadas llegó lastrado por una lesión en el tendón de Aquiles y tuvo que competir anestesiado. Acabó undécimo, una marca discreta para lo que se esperaba de él y en la afición cundió el desánimo. Su nombre empezó a desaparecer de las portadas y cada vez era más difícil encontrar noticias suyas.

Para colmo las noticias que llegaban eran malas. Los problemas con el tendón de Aquiles se agravaban y nunca terminaba de recuperarse. En 2005 sufrió un accidente de tráfico que retrasó su reaparición y en 2006 se rompió los dos tendones. La desgracia nunca se acababa y los rumores sobre depresiones e intentos de suicidio como el accidente de tráfico mencionado sonaban cada vez con más fuerza.

Nunca volvió a ser el mismo, era mucha la gente que decía haberle visto borracho por cualquier zona de fiesta. No se cuanto habrá de realidad en todo esto pero lo que si es cierto es que Yago era consciente de su problema y comenzó a buscar ayuda especializada para ayudarle a salir de su depresión.
Me pongo en su pellejo y tiene que ser difícil saber que tu mejor momento llegó a los 21 años y que todo los demás han sido lesiones y contratiempos en tu supuesta etapa de esplendor. Sin duda debe ser muy duro tener que pasar los días en casa esperando que 'la cosa mejore'.

Hace unas semanas me enteré de que Yago había sido ingresado en un hospital psiquiátrico y me dio verdadera pena, así que con todo merecimiento le dedico esta entrada a un tipo que durante un breve periodo de mi adolescencia iluminó mi vida y e hizo divertirnos a mis amigos y a mi con una competición tan sencilla como es el salto de longitud.
Por lo visto ya ha salido del hospital y se encuentra en su casa medicándose. Espero que pronto vuelva a ser feliz.

Ánimo Yago, los malos momentos también se pasan!
7 Responses
  1. muy buen artículo. la verdad es que la depresión es una enfermedad cada vez más común en la vida en general y también en el deporte; dentro de lo malo lamela ha tenido la fuerza para salir del pozo, algo que no pudieron encontrar otros deportistas como enke, de fauw, pantani o el chava jiménez


  2. Cabrero Says:

    Muy bueno Iñakito jejeje. La verdad es que es una pena lo de las lesiones, pero bueno a muchos les ha pasado y como dice Mark no han conseguido salir de ello. Asi que bueno con el tiempo se recuperará y volverá a ser persona.


  3. Melo Says:

    LOL, Si veis el video hasta el final, la atleta griega que sale justo cuando se corta la transmisión es Ekaterine Thanou, la mitica que huyo en las olimpiadas con su noviete, el tal Kenteris, para evitar un control antidoping y fingieron un accidente de moto...

    Solo me queda saber que fue de Ivan Pedroso para decir que ese video es gafe...


  4. Yakito Says:

    Joe, Kenteris, menudo mamón.
    Recuerdo apostar con Cabrero que había ganado una plata, se la quitaron por dopaje y me tuve que tragar la hoja del periódico ante el descojono de Cabre.

    Pedroso ha vuelto a la competición a los 37 años, he buscado información sobre él. Si le llega a haber pasado algo raro ya te digo que hacía un par de artículos acerca de 'la trilogía del salto'. Lol!


  5. Melo Says:

    Por cierto, en esta última foto se parece a un tipo que salía en Mira quien Baila o en OT, que no recuerdo como se llamaba...Poti puede ser??


  6. Cabrero Says:

    Es verdad Yakito tuviste que comerte, pero creo recordar que no fue toda la hoja del periódico sino solo la parte en la que salia la noticia. Por cierto fue un buen descojono para mi jejeje


  7. Yakito Says:

    Poti no es un tipo que hace coreografías? Me suena que vive de eso.

    En la actualidad ves a Yago Lamela y no tiene pinta de deportista para nada. Y de hecho descarta totalmente seguir ligado al atletismo.