AQUELLOS NO TAN MARAVILLOSOS AÑOS

El mejor jugador del mundo y el mejor de Europa, frente a frente

Ahora, incluso más que con la conquista hace dos años del Mundobasket de Japón, se puede decir que el baloncesto español ha alcanzado el nivel más alto de la historia. Hemos perdido la final contra los Estados Unidos pero en un combate cuerpo a cuerpo muy igualado, y sabiendo que los de Aíto no han dado en estos Juegos Olímpicos todo lo que se esperaba de ellos. Por la edad media de la selección y los jóvenes que van llegando como Ricky Rubio, se le presuponen todavía a este equipo tres o cuatro años más de poderse mantener al máximo nivel. Sin embargo, no hay que olvidar que después de un momento de máximo auge suelen llegar épocas de vacas flacas y desgraciadamente,conociendo como somos, podrían ser tiempos muy duros.

Estamos en una situación bastante parecida a la de hace veinticuatro años después de perder la final de Los Angeles contra los chicos de Jordan. También en el 84 teníamos a un grupo de jugadores en plenitud capitaneados por Epi y con otras estrellas como Fernando Martín, Juan Antonio Corbalán, Andrés Jiménez o Nacho Solozábal, y quedaban por llegar otros futuros iconos como Jordi Villacampa. En esas Olimpiadas España demostró -como pudo comprobar la Yugoslavia de los hermanos Petrovic- que le podíamos zurrar a cualquiera. Poco tiempo más tarde la química del equipo empezó a resentirse, la retirada de jugadores clave como Corbalán o Solozábal no encontro sucesión a corto plazo, la relación del entrenador Díaz Miguel con la prensa y los jugadores era cada vez más tirante, y por encima de todo eso, los resultados dejaron de acompañar. A una participación discreta en el Eurobasket de Alemania y el Mundial de Colombia le siguió el fiasco en Seúl (eliminados por Australia) y en el Mundobasket de Argentina dode solo pudimo ser undécimos. El bronce de 1991 en el Eurobasket de Roma fue el canto del cisne de esa selección antes del gran descalabro en los esperados Juegos Olímpicos de Barcelona. El discurrir de España por la primera fase estaba siendo normalito, y el inminente partido contra Angola se presuponía un trámite para poder acceder a la fase eliminatoria. Nada más lejos de la realidad: los africanos, con Jean Jacques Conceiçao como estrella, nos ganaron por ¡20! puntos (63-83) y nos dejaron heridos de muerte para que otra vez los Estados Unidos de Jordan y Bird nos dieran el golpe de gracia. En 1992, el año en que España entró por fin a formar parte de Europa, nuestra mejor generación de jugadores se despedía. Tras los Juegos, Epi dijo adiós a la selección, Díaz Miguel dio paso al entrenador del Joventut Lolo Sáinz, Fernando Martín había muerto dos años antes y un nuevo grupo de jugadores como Villacampa, los hermanos Jofresa, Alberto Herreros o Xavi Fernández debían tomar el mando.
En medio de la polémica por la ley del tercer extranjero, a los aficionados se les ocurrió una nueva posibilidad

Después del descenso a los infiernos quedaba lo más duro, la travesía por el desierto. En el mundial de Toronto España quedó encuadrada en un grupo a priori sencillo para clasificarse, con Estados Unidos, Brasil y China. Contra los O,Neal, Miller y compañía España se puso por delante 2-0 con una canasta de Villacampa, pero a partir de ahi fue siempre a remolque perdiendo por un más que digno 115-100. La sorpresa llegó en el último encuentro de la primera fase; con el "angolazo" aún en la retina de todos, el partido contra una China muy lejana del nivel que tiene ahora parecía fácilmente solventable. Pero nada de eso, derrota y adiós a la lucha por los puestos nobles. Sin embargo, con el Eurobasket de Barcelona en el horizonte la perspectiva no se presentaba del todo mala: Lolo Sáinz era un hombre más político que su antecesor, los jugadores empezaban a soltarse el pesado lastre que suponía tener que igualar al mítico equipo de la plata en el 84, y Alberto Herreros se empezaba a destacar como el anotador que necesitábamos, y con la incorporación de jóvenes como Roberto Dueñas. La participación fue buena, aunque todavía quedaba trecho para estar a la altura de Yugoslavia, Grecia, Rusia, Italia o Lituania. A pesar de que teníamos una buena selección, faltaba un verdadero líder y la mentalidad ganadora para poder superar los momentos difíciles de los partidos decisivos. Eso llegaría con la irrupción de los chicos de oro de Lisboa.
Herreros, máximo anotador del Mundobasket de Grecia 98

Ahora quedan muy lejanos los momentos en que veíamos las Olimpiadas por la televisión y cuando nuestra lucha era por mantenernos en la primera división del basket europeo. Momentos parecidos llegarán tarde o temprano -esperemos que sea tarde- así que de momento disfrutemos de lo que podamos.

BA-LON-CES-TO!!!



Poli Díaz "El potro de Vallecas"


Hoy vamos a hablar de un personaje por el que todos sentimos un afecto especial, y que durante un tiempo ocupó un pequeño lugar en nuestros corazoncitos. Se trata de Policarpo Díaz Arévalo, conocido como Poli Díaz, un boxeador español retirado, nacido en Palomares el 21 de Noviembre de 1966 y apodado "El Potro de Vallecas".

Poli fue ocho veces Campeón de Europa de los pesos ligeros, pero su progresión se vio truncada por unos hábitos de vida contrarios al deporte de élite, y por una pelea que pasará a los anales de la historia. El 27 de Julio del 91 Poli aspiró al Título Mundial de los Pesos Ligeros WBC, WBA, IBF frente al púgil norteamericano Pernell Whitaker en el ring del The Scope (Norfolk, Virginia, Estados Unidos de América). Perdió el combate por puntos tras doce asaltos, acabando con una muñeca y una costilla fracturadas.Tras ese combate su carrera no volvería a alcanzar cotas tan altas. Aquí comenzaría la debacle de un gran campeón.

Además de mito mediático y deportivo en la España de los últimos coletazos del socialismo felipista, Poli fue un estrellón del cine porno hispano cañí más cutrón, secundario fílmico de lujo, arrendador de picaderos para yonkis... Veamos como transcurrió la vida de este polifacético personaje.
España, finales de los 80. En los barrios periféricos y suburbiales de las capitales, el heavy-metal más fuerte convivía con las primeras manifestaciones del rap de la old skool más hardcore. Acabábamos de entrar en la OTAN, "la mano loca" tomaba las aulas de la EGB, Locomía causaba furor y más de uno tenía sus primeros escarceos onanistas con las películas X de aquella época.



El boxeo, deporte que antaño fuera motivo de orgullo patrio´, se encontraba en estado de muerte clínica. Lejos quedaban ya los grandes campeones Urtain, Perico Fernández o Pepe Legrá. TVE había suspendido varios años antes las retransmisiones pugilísticas por considerar el boxeo "un deporte violento y de mal gusto", no eran buenos años para el boxeo y el futuro tampoco parecía esperanzador.

O al menos eso pensabámos, hasta apareció un chaval madrileño del popular y peculiar barrio de Vallecas, de nombre Policarpio Díaz. "El Potro de Vallecas" creció en la dureza y el futuro incierto del barrio, sólo contaba con sus puños como fuente de ingresos. Pronto se aficionó al boxeo y le dejaron la nariz tal y como todos la conocemos. Se abrió paso fuerte y rápido y no tardó en perfilarse como la gran promesa: Poli fue sumando victorias y con 22 años ya era campeón de España y Europa de los pesos ligeros.

Sin darse cuenta, era un pequeño fenómeno popular: la gente le cogió cariño, levantó el boxeo en el país y el aval de Enrique Sarasola hablaba por él. A los más frikis les gustará saber que inclusoa salió al mercado un videojuego con su nombre, para Spectrum, Amstrad, MSX y primitivos PC, cuyo muñeco, seamos sinceros, era más agraciado que el mismo Poli (tampoco era muy complicado).



Hagamos memoria...

27 de Julio de 1991. Poli Díaz, con 0 derrotas en su palmarés profesional, se enfrentaba por el título mundial de los ligeros contra Pernell Whitaker... este fue el principio del fin. En pocos asaltos, el púgil norteamericano vapuleó el sueño de Poli, todo se vino abajo en una sola noche. Desde que salió del barrio, nadie había podido con él. Pero Whitaker, un rival pleno de forma y facultades, que también las había pasado canutas en su infancia, rompió los sueños de Poli.

En un suburbio de Norfolk, Virginia, los sueños eran aún más caros. El Potro sólo necesitaba una victoria para ser campeón del mundo, pero con aquella tremenda derrota el fracaso entró por la puerta, y su futuro saltó por la ventana. Y lo peorde todo, le cogió con mucho dinero.
Aquí os dejo el link con las Highlights del combate.



No volvió a pelear hasta dos años más tarde, el 22 de agosto de 1993, tras haber protagonizado algún que otro escandalo, como por ejemplo:

30 de abril de 1992. Poli es detenido por la Policía Municipal por conducción temeraria, amenazas y agresión a un agente. A las 13.45 horas, Poli Díaz marchaba a casi 100 kilómetros/hora en un Nissan Patrol, que circulaba con una marcha peligrosa y zigzagueante por el Paseo de Recoletos-Bárbara de Braganza. Cuando los agentes detuvieron su coche y le pidieron la documentación del mismo, Poli se bajó como un poseso gritando: «Voy a toda leche porque soy Poli, y Poli hace siempre lo que le sale de los c...».El policía municipal insistió en su petición y el púgil madrileño recordó sus mejores tiempos agarrándole del cuello y el brazo, provocándole una doble luxación de codo y muñeca.

21 de noviembre de 1992. Tele 5 organizó una patética velada en Oviedo, que sirvió para comprobar por qué Mickey Rourke tuvo que cambiar el ring por los platós de cine. El grasiento protagonista de El Corazón del ángel se pasó una semana entera con Poli Díaz. Su compenetración fue tal que Rourke y Poli protagonizaron un combate multitudinario en una discoteca de Oviedo. Tal para cuál.

22 de agosto de 1993. Poli Díaz retorna al boxeo con una pelea circense en Santander ante un tal Elviro Reyes. Encolerizado, Poli regresa esa noche a Madrid y en el trayecto -al lado de un bar de carretera situado junto a la localidad segoviana de Boceguillas- tiene tiempo de noquear con un certero puñetazo en el rostro a José Manuel, un chófer de autobús que cubría la línea Granada-Bilbao.


Fue un paso fugaz por los cuadriláteros, pero que no dejó indiferente a nadie. Hundido, recaló en el porno hispano, dejándonos dos títulos bizarros: "El Potro se desboca", con el semental patrio Nacho Vidal y la salerosa caleti Candela, y "El Poli, el lama y las que la lamen", una magistral clase de barriobajez y cutrería. Bastante triste.

No sería otro que su amiguete Santiago Segura, quien lo rescataría del ostracismo social para hacer de sí mismo en una escena de macarras en "Torrente, el brazo tonto de la ley". Poli Díaz as Himself, la verdad que Poli no salió muy mal parado esta vez.

Lo curioso del tema es que poco después empezó a dejarse ver por los bares nocturnos del centro de Madrid: "El Trocadero", de Huertas, o en los malasañeros "Hotel California" y "Freaks".

Tras este breve y fugaz retorno a la fama, Poli volvería a la actualidad cuando, a finales de 2001, apareció en un reportaje de investigación con cámara oculta, por llamarlo de alguna manera, que seguía el tráfico y distribución de heroína y cocaína en Madrid. Cuando retrataba el poblacho de Las Barranquillas, cual sería nuestra sorpresa cuando descubríamos a Poli y su nueva ocupación: alquilar tiendas de campaña a los yonkis para que se pusieran su dosis y se metieran su buco tranquilos. Al mismo tiempo, actuaba de portero chulapo, garantizando la perfecta comunión del yonki y la tranquilidad. "Me ocupo de la seguridad", diría delante de la cámara.


Posteriormente, ya en 2003, cuando se encontraba en tratamiento con metadona, Poli presenció como atracaban a un anciano. No se lo pensó y le abrió la cabeza al atracador con un pico que tomó de una obra. El chorizo, al recuperarse, denunció la agresión. La sentencia condenó a Poli a cumplir arrestos de 36 horas cada fin de semana en una celda en régimen de aislamiento.

Esta es la última movida de Poli de la que el equipo de Putofutbol tiene constancia.
En la actualidad, Poli ha cumplido su condena y ha dejado la peligrosa práctica de la equitación en la vena gracias al CAD. Hace algún tiempo reapareció en televisión, algo recuperado, con esperanza de alejarse de su infierno personal, acompañado de su pareja, una chica irakí, con intención de empezar con ella una nueva vida.


Según hemos podido saber ultimamente, Poli está trabajando en la construcción, lleva una vida normal en pareja, y parece que ha superado todos sus anteriores vicios, se ha reinsertado y convertido en un ciudadano más. Ahora depende de vosotros como toméis a Poli, ¿Héroe o Villano? Yo siempre le recordaré por los buenos ratos que nos hizo pasar.



Manel Estiarte

En una época de tanta diversidad deportiva que vivimos con las olimpiadas quería hacerme eco del retirado Manel Estiarte, uno de los mejores deportistas que hemos tenido y capitán del equipo de waterpolo.

El waterpolo es uno de esos deportes en los que sólo nos fijamos cuando hay posibilidad de ganar, ya sea en olimpiadas o campeonato mundial, al igual que el balonmano o el volley ball.
Inexplicablemente siempre solemos tener un buen equipo o al menos un equipo presentable pero a mediados de los noventa teníamos al mejor equipo, y con ellos a 'Il Maradonna della pallanuoto'.

Al contrario de lo que la gente pueda pensar, a Manel nunca le gustó demasiado el agua, de pequeño quería ser boxeador y una vez retirado no ha vuelto a nadar entonces nos preguntamos ¿Por qué salió waterpolista?
Pues porque su hermano jugaba en el CN Manresa y su madre los llevaba a la piscina.

A pesar de todo pronto comenzó a despuntar en el waterpolo y del Manresa pasó al Barcelona, un equipo mayor. Ahí empezó a labrarse un nombre, ganar títulos (2 copas de europa y 5 ligas entre otros) y a formar parte del equipo nacional de waterpolo. De ahí pasó a su otro gran club el Pescara italiano en el que ganó otras dos copas de europa y cuatro ligas más.
Su palmarés engordaba y practicamente había ganado todos los títulos posibles: Liga, copa de europa, supercopa de europa, recopa, copa y si existiera la hipermegacopa seguro que tanbién tendría mas de una en sus vitrinas, no en vano fue nombrado mejor jugador de waterpolo en siete ocasiones entre finales de los ochenta y principios de los noventa.

Sus primeras olimpiadas se las disputó a los dieciocho años, en Moscú, y a partir de ahí no paró hasta Sidney. Seis olimpiadas, que se dice rápido pero son veinte años defendiendo la bandera.
Por supuesto en las olimpiadas tampoco estaba para perder el tiempo, fue pichichi en moscú 80, los ángeles 84 y barcelona 92. Bravo por nuestro delfín goleador!

Según él dijo a la revista iSport: 'Despues de Atlanta pensé en retirarme. Ya lo tenía decidido. Cuando ganamos la medalla de oro me emborraché con mis amigos y al día siguiente llegué rebotado a la rueda de prensa porque pensé: 'Justo ahora que el equipo va a estar ahí arriba no voy a estar con ellos...'. Así que anuncié que seguía hasta el campeonato del mundo de Perth. Y después de ganar allí el oro otra vez, pensé que debía estar en Sidney.'

'Y después de llegar a aquella montaña decidí que podría seguir hasta la siguiente colina, y después hasta la costa.'

Sobra decir que ningún otro deportista español ha disputado tantas olimpiadas. Quizá nuestro mejor deportista de la historia.
Junto a Angel Nieto no se me ocurre ninguno con mejor palmarés ¿Y a tí?

HISTORICAS ESCUADRAS: ONCE 1995


Corría el año 1995 cuando Indurain se enfrentaba a su gran reto: Ser el primer español en ganar cinco veces el tour de francia.
Como siempre él aparecía como favorito pero hubo una banda de camorristas bicicleteros que estaba dispuesta a hacerle la vida imposible, estamos hablando de la ONCE.

En todos estos años como aficionado siempre he recordado ese equipazo dirigido por Manolo Saiz, considerado por aquel entonces un erudito del ciclismo y uno de los pioneros en preparar un equipo única y exclusivamente para correr el tour.
'¿Qué le ha parecido la carrera?'
'Venga, venga, venga, vamos, vamos, vamos'

Pasado el tiempo, gracias al dopaje y a sus desencuentros con la prensa el bueno de Manolo ha decaído bastante pero quería recordar sus días de gloria en la ONCE.

Como os decía la ONCE fueron unos rivales muy dignos, tenían un corredor idóneo para cada terreno y un jefe de filas realmente bueno, Alex Zuelle, Zulle o Zülle dependiendo del país que retransmitiera la carrera. El caso es que todos sabemos de quién hablamos.
Este corredor era exquisito, subía bien y contrarrelojeaba mejor pero tenía un gran problema, su visión.
A menudo Zulle llegaba a la cima con el grupo de cabeza pero si el día se planteaba lluvioso o con niebla el tiempo que perdía en el descenso era importante, normalmente esperaba a que algún compañero le cogiera unos metros y tener una mancha que seguir entre la niebla. Al pobre este problema ya le costó la vuelta de 1993 con su caída en la Cobertoria.
De todos modos en el tour del 95 ganó la etapa reina con una exibición. Había desaparecido de la general tras la primera contrarreloj y tenía que remontar. En la primera etapa de montaña se lanzó en solitario protagonizando la escapada del día. Comenzó a sacar minutos al pelotón y se colocó de amarillo virtual. Indurain aceleró al final y conservó el mallot pero todo esto le sirvió para colocarse segundo y protagonizar un gran triunfo en la Plagne.

El segundo de los grandes era Laurent Jalabert.

Si bien nunca ganó un tour creo que es uno de los corredores más completos y carismáticos de la historia del ciclismo.

Tras una aparatosa caída en el 94 Jaja volvía a la competición un año después haciendo una demostración de clase en el tour. Ganó el mallot de la regularidad, una etapa y acabó cuarto en la general.

La etapa que ganó fue la de Mende en la que llegó a sacar 16 minutos al pelotón. En los primeros kilómetros se formó una escapada en la que estaban tres hombres de la ONCE; Jalabert, Melchor Mauri y Neil Stephens. Esa etapa se corrió en moto, Laurent se puso de amarillo virtual y fue un auténtico pulso entre la ONCE y el pelotón.

En la vuelta de ese mismo año ganó la general, la regularidad, la montaña y cinco etapas. Eso es dominar y lo demás tonterías. No hubo color.

En la actualidad es comentarista de la televisión francesa y... ¡triatleta!


Como postre y para no hacer esto demasiado extenso hablaré de otros dos cracks que militaban en la ONCE de la época: El amistoso Mauri y el siempre sonriente Stephens.


Melchor Mauri volvía en este año a la ONCE como campeón de españa contrareloj. Mauri siempre fue un hombre de equipo, buen rodador, con problemas en la alta montaña y un profesional como la copa de un pino. En ese tour terminó sexto y la ONCE pudo presumir de tener tres hombres entre los seis primeros de la general.

De todos modos quizá nunca acaparó portadas debido a que Indurain y Olano le eclipsaban en las contrarelojes, aún así fue segundo en el mundial CRI del 98.

Neil Stephens daba el perfíl del corredor australiano al uso: Rápido llaneador, valiente descendedor y atroz subidor.

Era un gregario de esos que tienen el 'minuto bueno' y pone al pelotón un ritmo asfixiante sin venir a cuento; que acaba de empezar la etapa y están en un puerto de tercera, pues Neil Stephens te pone un ritmo infernal para que sepas lo que es dureza.

Años más tarde la ONCE fue decayendo pero siempre tuvo a los mejores corredores españoles en sus filas aunque nunca repitieron la actuación de 1995.
Un diez para la once!

Childress hace un griego

El otro día leyendo el periódico me enteré de que el escolta norteamericano Josh Childress acaba de fichar por el Olympiakos griego, y la verdad es que la noticia me ha impresionado bastante. No es que Childress sea uno de los jugadores mediáticos de la NBA, pero es un jugador jóven y que ya tenía un sitio en la franquicia de Atlanta, y el hecho de que haya decidido emigrar al baloncesto europeo es cuanto menos sorprendente. En el equipo de El Pireo Childress va a cobrar una verdadera pasta por las tres temporadas que ha firmado, y se va a reunir con otros supercracks como Theodoros Papaloukas o el ex del Maccabi Halperin.

No nos engañemos, Childress ha fichado por el Olympiakos debido única y exclusivamente a la pasta: va a ser el jugador mejor pagado de Europa cobrando cerca de 13 millones de euros por tres temporadas. No obstante, hace tan solo unos pocos años era prácticamente impensable que un jugador norteamericano asentado en la NBA se decidiera a volar al viejo continente por mucho dinero que le ofrecieran. Ha habido bastantes casos en que viejas glorias han venido a pasar sus últimos momentos a Europa (Dominique Wilkins en el Panathinaikos o el gran George Gervin en el TDK Manresa), y los ejemplos de estadounidenses que no daban a la talla para la NBA y han acabado haciendo carrera en equipos europeos son innumerables.

Pero desde hace un par de años la NBA ha dejado de ser el zénit para la carrera deportiva de un baloncestista. En Europa no hay necesidad de hacer larguísimas giras recorriendo miles de kilómetros, no existe el desgaste de jugar prácticamente cuatro partidos a la semana, el ambiente urbano es más relajado para el deportista pero manteniendo el mismo nivel de exigencia y se cobra tanto o más que en Estados Unidos. Por eso ha habido muchos jugadores europeos que nunca se han dejado seducir por la historia y el encanto de la NBA a pesar de que han tenido la oportunidad de hacer las maletas, como por ejemplo Dejan Bodiroga o el mismo Papaloukas del que hemos hablado anteriormente.
Actualmente ya no es un deshonor para los estadounidenses jugar otra competición que no sea la NBA, y quizá en unos añitos el trasvase de jugadores sea tan fluido como el que hya actualmente de europeos al nuevo continente. Un dato más: el pívot estadounidense de Los Angeles Clippers Chris Kaman se acaba de nacionalizar alemán y va a disputar los JJOO de Pekín junto con Dirk Novitzki. Me diréis que no es nada nuevo esto de ver americanos nacionalizados (Shammond Williams es georgiano o J.R. Holden es ruso), pero lo diferenciador es que Kaman juega actualmente en la NBA, y el sentimiento patriótico de los americanos es muy fuerte, por lo que podemos esperar cualquier tipo de reacción. La cuestión es: ¿se acerca un nuevo panorama en el baloncesto?
¿Tendrá Peja Stojakovic raíces andaluzas?