¡VALOR Y AL TORO!

A pocas horas para la finalización de este año 2008 a los integrantes de Putofútbol no nos queda más que desearos a todos/as un rush final alegre y festivo y que este no sea más que la tónica habitual de lo que os depare el 2009. El año 2008 que ya se acaba nos ha regalado en lo deportivo momentos de indescriptible felicidad que no hace falta recordar, pero también otros más tristes que igualmente esperemos no tener que volver a traer a nuestra memoria. Por supuesto no queremos circunscribirnos solo al deporte sino que esperamos que en las demás facetas de vuestra vida el año venidero que estamos a punto de descubrir sea recordado como aquel en el que todo salió a las mil maravillas, en el que la vida empezó a darnos un poco de tregua o, simplemente, como aquel año en el que pudimos seguir tirando para adelante, que no es poco. Sea cual sea vuestra situación actual, espero que dentro de 365 días el balance sea positivo, ¡Y yo que lo vea!

Gracias

La maldición del 'Turu' Flores

A principios de la década del 2000, mientras presenciaba un partido del Depor (o SuperDepor si queréis gafar al equipo) Gorka tuvo a bien afirmar esta osadía: 'Fíjate bien en el Turu Flores, este chico acabará jugando en la selección argentina.'

Precisamente en ese momento la albiceleste no andaba escasa de delanteros, en sus filas tenía a los titulares Batistuta y 'el Piojo' López que se juntaban con un par de buenos llegadores como Verón y Ortega mientras que en el banquillo estaba un joven Crespo que empezaba a reclamar su puesto como recambio de Batigol.

Bien es cierto que el año anterior había hecho un gran papel con las Palmas y que su carrera empezaba a ser interesante, pero de un gran delantero de nuestra división de plata a desbancar a Batistuta, Piojo López o Crespo de su selección hay un buen trecho. Igual que cuando el Valencia intentó fichar a Eto'o y trajeron a Oliveira por ser pichichi de la liga Uruguaya.



Con la llegada de Jose Oscar Flores (el Turu), el depor reunió una pareja goleadora bastante curiosa: el Turu Flores y Pauleta, o lo que los Riazor blues bautizaron como 'La pareja TuruLeta'.
No sabemos a ciencia cierta si el sobrenombre del tándem goleador se debe a un juego de palabras o a la tremenda irregularidad que sugiere el nombre del dúo ya que cuando uno estaba mal el otro estaba peor y así sucesivamente.

En ese deportivo de mediocre delantera tuvo la suerte Lendoiro de acertar con una joven promesa. Un jugador holandés que provenía del Tenerife y que poco a poco demostraría a sus compañeros que era posible ganar a alguien en carrera. Hablamos de Roy Makaay.

En la temporada 99/00 el depor tuvo la suerte de ganar su única liga con 14 goles del Turu, cuajando así la mejor temporada de su vida, lo que por otra parte tampoco es nada del otro mundo.

Pero una vez que Gorka dijo la lapidaria frase 'Fíjate bien en el Turu Flores, este chico acabará jugando en la selección argentina.' el Turu quedó maldito y comenzó su declive, empezó a coger kilos y naufragar por el banquillo de Riazor. Irureta no lo hacía jugar, cada vez era más lento y disputaba menos minutos (14 partidos al año siguiente, 1 gol dos temporadas después y tres años después de ser campeón ni un solo tanto con el mallorca).

Recuerdalo Iñaki: 'Fíjate bien en el Turu Flores, este chico acabará jugando en la selección argentina.'

Lo que Gorka nunca supo es que en el momento en que decidió joderle la vida al Turu, este ya había sido dos veces internacional con argentina.

EXTRAÑAS COINCIDENCIAS

¿Pepe Sánchez plasma tan bien sobre la cancha las ideas que Joan Plaza le da desde el banquillo porque en realidad son la misma persona?


¿Fue Paco Buyo un cyborg enviado desde el futuro para defender la portería de la quinta del Buitre?

Cuando David López salta al terreno de juego de San Mamés, ¿lo hace al grito de "¡cómo están ustedes!!"?

¿Fracasó Bautista Soler al frente del Valencia ya que no tuvo tiempo de utilizar sus superpoderes?

¿Lleva Carlos Sastre su barril a cuestas durante las largas etapas de montaña?

Y ya por último, es Carlos Tévez un apache en busca del gol o un homínido en busca del fuego?

UN AÑO PARA OLVIDAR

Si hay una persona que esté deseando dejar atrás las próximas dos semanas y que el año 2008 acabe cuanto antes, ése es sin duda Carlos Gurpegui. Desde el mes de abril parecía que las cosas se habían empezado a poner a su favor pero la semana pasada volvió a asaltarle la sombra de la desgracia. Un espeluznante choque contra el portero del Sporting le dejan como secuelas un fuerte traumatismo craneoencefálico y una fractura de nariz, nada importante para una persona que ya está curada de espantos.

Muchas veces cuando nos sucede alguna desgracia tendemos a pensar "¿por qué a mí? ¿qué he hecho yo para merecer ésto?". Por supuesto no todas las adversidades se deben a factores externos, pero en ocasiones Dios parece ponernos a prueba. En el mundo del deporte, como en el resto de disciplinas de la vida, no escasean esas personas con mala estrella, que son precisamente las que se ganan nuestro cariño y las que damos ánimo por ese motivo, por parecerse nosotros y verles más frágiles que al resto. Y Gurpegui parece haber sido marcado desde el momento en que empezó su carrera profesional en el fútbol.

El navarro debutó en la primera división de la mano de Heynckes en la temporada 2001-02, y al comienzo del siguiente curso partía con muchas posibilidades de convertirse en un hombre imortante en el equipo. En la jornada inaugural el Athletic recibió una dura derrota de manos de la Real Sociedad por 4-2, pero volvió a casa con la buena noticia de la irrupción de Gurpegui consiguiendo los dos goles del equipo. Sin embargo, dos meses después saltaba la sorpresa y el jugador daba positivo en el control antidoping por una elevada tasa de nandrolona. Desde un primer momento desde las altas instancias del Athletic se basó la defensa en la teoría de que era el propio jugador el que producía de forma endógena esas altas tasas (algo que si fuera cierto le haría dar positivo en cualquier control); la absurda labor de Lamikiz y su equipo médico encabezado por Sabino Padilla, unido a las ansias del CEDD por encontrar un conejillo de indias
dejaba a Carlos Gurpegui en una posición bastante comprometida.

Tras varios años de sanciones y apelaciones Gurpegui continuó jugando bajo la sombra de la duda y las miradas acusadoras de muchísimas personas (entre los que me incluyo), hasta que en 2006 se confirma la sentencia y el jugador es condenado a dos años de sanción. En abril de este año Gurpegui acabó de cumplir y dejó atrás dos años verdaderamente infernales que tuvo que comerse él enteramente mientras los verdaderos culpables de todo el asunto (Padilla y la directiva) se iban de rositas tras dejar en el disparadero al chico, utilizando el victimismo en lugar de la autocrítica a sabiendas de que tenían las espaldas bien cubiertas. Mientras tanto, la opinión pública despellajaba al jugador alentada por la sabia mano de gurús de la información como el sabio e inteligente José Ramón de la Morena. Durante esos dos años Gurpegui intentó mantener la cabeza despejada realizando numerosas labores sociales incluyendo la creación de una escuela de fútbol en Perú.

Esta temporada 2008-09 empezaba de forma discreta para él, ya que no acababa de entrar en el once de Caparrós. En los pocos minutos que pudo jugar contra el Sporting de Gijón no tuvo tiempo de hacer mucho, y en una jugada en el área tuvo lugar el salvaje choque contra Cuellar (cuatro meses de baja). Un lance similar al que vivió contra su compañero Lafuente hace dos años, y que le dejan el tabique nasal bastante deteriorado debido a tantos impactos. Por encima de todos estos sucesos está el hecho de que Gurpegui es una buena persona, y siempre parece más injusto que le pasen estas cosas a ese tipo de gente. En el caso del dopaje, fuera o no culpable, ya cumplió con su sanción con creces y es algo que debería quedar ya olvidado por todos. El jugador navarro ya las ha visto de todos los colores entre sanciones y lesiones, aunque el fútbol siempre te reserva momentos de alegría, y a Gurpegui todavía le queda tiempo.

Biografía de Sete Gibernau. Firma aquí.

Estaba ayer por la mañana con Cabrero en la tienda, cuando de repente me sorprendió con un comentario más de una vez escuchado: ' Ahora que estaba leyendo putofutbol ya no escribís?'
Se me quedó una cara un poco rara.

Le dije que habíamos fichado a David Vidal porque estamos hundidos en la clasificación. Su respuesta no se hizo esperar:

- Entonces, ¿¡Qué pasa con la segunda parte de Sete!?- Esto dicho con bastantes decibelios de más y tono de indignación.
-Jajajajaja! Pregúntaselo a Gorka que es quién lo tiene que escribir. Vamos a llamarle al teléfono de casa.
-Pero no le voy a llamar sólo para eso.
-Tu llama y ni te presentes ni hostias, dile que escriba de una vez la segunda parte de Sete.

Inmediatamente estábamos con el teléfono en mano.

Gorka García: ¿Quién?
Gorka Cabrero (con tono de enfado): Soy Gorka, ¡¿Cuando vas a escribir la segunda parte de Sete?!
GG: wtf?
GC: Llevo unos meses esperando que lo escribas de una puta vez y todavía no sé que ha pasado con Sete.
Iñaki: La gente está en ascuas ¿Qué está haciendo Sete ahora mismo?
Pon el manos libres Cabrero.

GG (con el manos libres): ¿Qué me estáis llamando para tocar los huevos?
I, GC: jajajja
.......
..........
.............

Y así hasta que al final Cabrero se marcha a casa de Gorka a jugar al PRO.

En esa conversación Gorka mantuvo la promesa de hacer una segunda parte de Sete. Quizá nunca la escriba pero os recomiendo a todos en esos momentos de aburrimiento (o ahora mismo que demonios!) llamarle a su casa preguntándole por Sete.

La putada sería mas divertida si pongo el teléfono de su casa en internec y le empieza a llamar gente de todos los puntos de España para pedirle que por favor escriba sobre Sete.
De todos modos si has leído esto y quieres una segunda parte sobre la vida de Sete Gibernau haz tu petición mediante un comentario.

¡Vamos Little!