KURT RAMBIS, EN CUERPO Y ALMA
jueves, marzo 25, 2010
Años 80. Los Ángeles, California. Es la época del showtime de los Lakers y el baloncesto en la ciudad destila glamour y espectáculo. Estrellas de Hollywood se sitúan en primera fila del Forum para poder ver a los auténticos ases de la canasta. Pero hasta un equipo con genios del calibre de Magic Johnson, Kareem Abdul Jabbar, James Worthy o Byron Scott necesita sus currantes. En Los Angeles Lakers ese rol lo desempeñaba Kurt Rambis.
Este chico nacido en California hizo historia en la universidad de Santa Clara (en la que posteriormente destacaría un base llamado Steve Nash) convirtiéndose en el máximo anotador de su historia. En el draft de 1980 fue elegido por los Knicks en el puesto 58, pero un contrato muy bajo y las oscuras perspectivas le hicieron dejar a los neoyorquinos mediada la temporada y emigrar.
Ayudado por sus raíces griegas, fichó por el AEK de Atenas y se cambió el nombre por el de Kyriakos Rambidis para poder jugar como nacional (en años posteriores jugadores como Stojakovic o Jaric también debieron helenizar su nombre para jugar en la liga griega). La temporada fue buena y acabó ganando la copa griega.
De vuelta a los Estados Unidos y ya como free agent, Rambis tuvo la gran suerte de fichar por Los Angeles Lakers. En el equipo californiano este jugador con gafas de empollón y bigote vivió una década de auténtico ensueño. Tuvo el honor de conseguir cuatro anillos de campeón, se hizo un hueco en el quinteto titular y se ganó el respeto y reconocimiento de compañeros, rivales y aficionados. A pesar de no ser un jugador con clase (aunque en ocasiones tenía detalles), su dedicación y sus ansias por hacerlo bien sedujeron al público (hasta tenía su propio club de fans). Derrochando un esfuerzo enorme y un talento innato para el rebote, Rambis se codeó durante años con los mejores pivots del planeta, saliendo airoso en la mayoría de ocasiones. Son ya famosos sus emparejamientos con el center de los Celtics, Kevin McHale. En cada uno de sus duelos ambos se dejaban la piel y saltaban las chispas, con lo que posiblemente Rambis era el hombre más odiado en Massachusetts. Lo realmente increible de Rambis es que aun sabiendo que muchas veces los pivots rivales eran más poderosos físicamente o tenían una técnica mucho más desarrollada, su fortaleza mental le impedía rendirse. Si había que mojarse, a Rambis no le importaba tener que pelearse sólo contra todo el equipo contrario.
La estrategia del entrenador Pat Riley era dar el liderato a Magic Johnson, él suministraba balones e imponía el ritmo del juego. En ataque el hombre era Kareem, él era el encargado de anotar, y el trabajo sucio y la labor reboteadora caían en Rambis. Kurt nunca tuvo nada que reprochar al respecto ya que conocía sus limitaciones y sabía que él estaba allí para una labor muy especializada: comerse los marrones.
Las Juventudes Rambisianas nunca dejaban sólo a su lider
Justo en los prolegómenos de la serie final de 1988 ante los Detroit Pistons, las grandes estrellas de los Lakers (Johnson, Worthy, Abdul Jabbar, Green, Scott...)atendían a la multitud de medios de comunicación ansiosos por registrar sus impresiones. Al mismo tiempo, Rambis estaba entrenando con los rookies del equipo mostrándoles todos sus conocimientos. Sin duda para él estos momentos eran importantes, ya que conviviendo día a día con mitos del basket, es gratificante saber que puedes enseñar algo valioso a otros.
Finalizada la temporada, un nuevo equipo (Charlotte Hornets) entraba a la NBA. iba a haber un draft de expansión en que cada franquicia podía retener 9 jugadores y dejar el resto a la elección de los Hornets. Para sorpresa y disgusto de los aficionados angelinos, los Lakers no protegieron a Rambis y el equipo de Charlotte no dudó en incorporar a un pivot de tanta experiencia. Tras pasar por los Phoenix Suns y los Sacramento Kings, Rambis volvió a reunirse con los Lakers en un corto periplo entrenado por Magic Johnson. Tras retirarse entró a formar parte del staff técnico de los Lakers e inclusó desarrolló las labores de entrenador durante varios meses en 1999. Después siguió en el conjunto amarillo ayudando a Pau Gasol y los demás pivots del equipo a desarrollar su juego. En la actualidad es el head coach de los Minnesota Timberwolves y se prevé que durante el mes de mayo venga a España para seguir las evoluciones de Ricky Rubio. Puede que Ricky no necesite que nadie le enseñe a dar pases de espaldas o robar balones, pero si aprende algo de la profesionalidad, el esfuerzo y el hambre de victoria de Rambis, será todo un éxito.
Kurt es lo que en la actualidad futbolística seria Toquero, ya se que las comparaciones son odiosas, pero es mi opinión. Se que no era ni muy bueno tecnicamente ni un portento físico; pero se lo curro y se hizo un hueco en los mejores Lakers de la historia. Estaba echo todo un currela en la pintura.
En este deporte metrosexualizado que vivimos ahora un 'nerd' por las pistas da ese contraste que me encanta.
¿Cuando estaba de entrenador llevaba una calculadora sobresaliendo en el bolsillo de la camisa?
Como diría Harry Callahan, "Un hombre debe conocer sus limitaciones".
Y ahí es donde residía el poder Kurt Rambis (al igual que Toquero).
Realmente esto último todos sabemos que es mentira, su rendimiento se basaba, en que todos se le quedaban mirando a sus Gafas-Mostacho-Mullet(pack completo), y así se aprovechaba para coger los rebotes.
Más madera. Interesante entrevista a Toquero:
http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-admire-zidane-fue-todo/dasftb/20100328dasdaiftb_45/Tes#
Gracias por el enlace Traveseiro.