¿No os parece extraño que un país tan pequeño y con tan poca tradición futbolística (hasta hace unas décadas) como Holanda haya cobijado a algunas de las generaciones de futbolistas más talentosas de la historia? ¿O que los mejores velocistas provengan habitualmente de pequeña islas como Saint Kitts Nevis, Bahamas o Jamaica? ¿O que el que probablemente sea el mejor jugador de tenis del mundo haya nacido en Suiza?

Pues algo parecido pasa con Eslovenia. Hasta el año 1991, la extinta Yugoslavia era una de las potencias baloncestísticas mundiales. Después de ese año en que empezó a disgregarse, los países resultantes de esa desmembración empezaron su recorrido en el mundo de la canasta con mayor o menor fortuna. De Serbia y Montenegro y Croacia procedían los mayores talentos (Bodiroga, Petrovic, Kukoc, Divac...) y los restantes países no estaban exentos de calidad pero a mucha mayor escala. En los últimos años el talento -o la competitividad- parece haberse trasladado, y mientras Yugoslavia y Croacia atraviesan problemas de liderazgo y disensiones internas, Eslovenia parece haber cogido el relevo hasta el punto de ser una de las máximas favoritas a alzarse con la victoria en el Eurobasket de Polonia.

Eslovenia es un país pequeño, de unos 2.000.000 habitantes, y ha tenido casi simultaneamente 7 jugadores en la NBA en los úlyimos años, por lo que se podría decir que 1 de cada 285.000 eslovenos juega en la NBA, una cifra bastante alta. Este año faltan en la selección nacional Benoh Udrih (Spurs) y Sasha Vujacic (Lakers) pero todavía cuentan con Lakovic, Smodis, Lorbek, Nachbar, Dragic o Brezec. Si consiguen jugar como un equipo va a ser difícil que no toquen metal.

Y si en baloncesto Eslovenia ya es una de las selecciones más destacadas (también a nivel de equipos, ya que el Olimpia de Ljubljana es uno de los conjuntos históricos), en balonmano no se queda atrás con equipos como el Celje, en fútbol consiguieron clasificarse para el mundial de 2002 a pesar de no tener mucha tradición futbolística, y en ciclismo tienen promesas como Hauptman, Brajkovic o Bole. En un país tan pequeño es curioso que haya deportistas de élite en tantas disciplinas, lo cual demuestra que la cultura deportiva es muchísimo mayor que en otros países, ¿será que allí los chavales prefieren hacer deporte a ver la tele o jugar a la consola...?