EL TIQUI-TACA: APARICIÓN, DESAMBIGUACIÓN Y GENERALIZACIÓN
miércoles, marzo 30, 2011
La palabra que define en estos días al mundo de la información es la inmediatez: queremos las noticias al momento porque no hay tiempo que perder, no hay tiempo ni para valorar las informaciones, ni contrastarlas ni cuidarlas. Tenemos mil y un maneras de enterarnos de lo que está sucediendo en el mundo al instante pero realmente cada vez nos enteramos de menos cosas. Esto viene a cuento de otro de los efectos secundarios de esta época de desinformación: la pérdida de significado de las palabras. Es decir, que ya no importa la manera de contar ni las palabras que utilizemos, lo importante es contar lo que sea. Y de la misma manera utilizamos palabras que no tenemos ni pajolera idea de lo que realmente significan.
Cuando hace dos años murió Andrés Montes, su epitafio en casi toda la prensa española fue: "dice adiós el creador del tiqui-taca". Siempre he pensado en cuánto mal ha hecho esta maldita palabra al fútbol y en cuan equivocada está la gente que piensa que él fue su inventor. Pero lo cierto es que (según yo tengo entendido) fue el ex-entrenador vizcaíno José María Maguregui la primera persona que utilizó el término, con un significado totalmente diferente.
Maguregui -longevo entrenador de equipos modestos como Sestao, Celta de Vigo, Racing de Santander o Espanyol- se refería al tiqui-taca para definir ese partidillo a lo ancho del campo que se jugaba en los entrenamientos después de los ejercicios físicos. Y por extensión, también llamaba de "tiqui-taca" al juego que practicaban algunos equipos basado en tocar el balón a ras de hierba pero sin llegar a ningún lado. Eran los años 80 y el tiqui-taca era por así decirlo la acepción futbolística del dicho "mucha salsa, poca carne". Un tipo de fútbol caracterizado por la pachorra, el toque excesivo, en definitiva: demasiado artificio para tan poco resultado.
Con el paso de los años otros entrenadores como Javier Clemente también añadieron esa palabra a su vocabulario. Todos conocíamos el estilo de juego de Clemente, y como él estaba en contra del tiqui-taca se llegó a la generalizacíon de que si Clemente estaba en contra del tiqui-taca era lo mismo que decir que "el juego directo y el colgar balones es lo contrario del tiqui-taca". Y así la palabra adquirió una nueva acepción: fútbol asociativo, dinámico y vertical.
La palabra pasó unos años de ligero ostracismo hasta que llegó Andrés Montes para martillearnos los oídos con mil y un chascarrillos que -desgracidamente- calaron muy hondo en el inconsciente colectivo. "Tiqui-taca, Salinas, tiqui-taca". La palabra estaba de nuevo en la boca de todo el mundo, la podías oír en la televisión, en el trabajo, en tertulias de bar, en el colegio... Ahora el tiqui-taca era ya definitivamente el sumum del fútbol, lo más alto a lo que se podía llegar. El Barcelona ganaba ligas y copas de europa, el Barcelona era el tiqui-taca, y el tiqui-taca era la hostia. El declive del Barcelona de Ronaldinho amenazó con acabar con el término, pero entonces la selección española y de nuevo el Barcelona volvieron a devolverlo a la primera plana.
Y ahora, ¿en qué situación estamos? Pues ahora que nuestra cortedad de miras nos ha hecho aceptar la "verdad" del tiqui-taca y su nexo de unión con el Barcelona, es la hora de acabar con la mentira del tiqui-taca y del Barcelona. Se oyen cosas como "el fundamentalismo del tiqui-taca", "parece que el tiqui-taca es la verdad única del fútbol" u otras generalizaciones por el estilo. Dicho de otra forma, los caballeros templarios del tiqui-taca son igual de ignorantes que los defensores a ultranza del "patapum p´arriba", por el sencillo hecho de que ni una ni otra cosa existen, ni ningún entrenador ordena a sus jugadores jugar al tiquitaca, o jugar al patapúm. Simplemente son términos que la prensa utiliza para su conveniencia, y que como hemos visto pueden cambiar de significado también a conveniencia.
En definitiva, el tiqui-taca nació como un término calificativo para una parte de la preparación futbolística, se extendió de forma peyorativa a valorar a un estilo de fútbol rimbombante pero falto de contenido y en último término paso a ser la bandera del fútbol cómo arte. Poco a poco entre ciertos sectores de la prensa y el deporte vuelve a tener connotaciones negativas y es probable que en pocos años pierda totalmente su significado y vuelva al anonimato de las palabaras olvidadas. Esperando que alguién invente otro término que dé de comer a los periodistas menos dotados y a los aficionados más aborregados.
En definitiva, el tiqui-taca nació como un término calificativo para una parte de la preparación futbolística, se extendió de forma peyorativa a valorar a un estilo de fútbol rimbombante pero falto de contenido y en último término paso a ser la bandera del fútbol cómo arte. Poco a poco entre ciertos sectores de la prensa y el deporte vuelve a tener connotaciones negativas y es probable que en pocos años pierda totalmente su significado y vuelva al anonimato de las palabaras olvidadas. Esperando que alguién invente otro término que dé de comer a los periodistas menos dotados y a los aficionados más aborregados.
Pues a mi me engorilaba cuando en el mundial veía a la gente cantar 'tiki-taka tiki-taka eh! eh!'
Por otra parte curioso artículo, me ha gustado.
Yo no alcanzo a entender el endiosamiento que el juego del FCB ha adquirido, siendo uno de los equipos más resultadistas de la historia.
Su juego es insoportablemente aburrido, hasta el punto que, en cualquier otro deporte de equipo estaría penalizado: si fuese balonmano en cada ataque le pitarían pasividad y en baloncesto se le acabaría el tiempo de posesión.
El juego de Guardiola es un rondo gigante, de 90 minutos, aburrido y tedioso.
El fútbol ha de ser vertical, buscando el gol, no sobar y sobar el balón.
Creo que el tiki-taka es un termino que cada cual utiliza segun le viene y para cualquier ocasiones de toques seguidos... vamos, sin ningun criterio de significado.
De acuerdo con Bejerano, creo que se ha convertido en una muletilla para los deportistas deportivos, algo que salto a la fama y siguen utilizando cuando quieren.
El Barcelona tiene un juego creado en varios años, con el mismo grupo de jugadores, que se conocen y saben las cualidades de cada uno. Esa ha sido la filosofia de Guardiola.