¡ESTO HAY QUE CELEBRARLO!
viernes, septiembre 12, 2008
Gol.Goal.Tor.But. El momento culmen en el mundo del fútbol tiene tantos nombres como padres potenciales, y sabiendo que es un bien escaso y altamente codiciado los portadores del gol no dudan en hacer gala de su imaginación y sacar a relucir su repertorio de celebraciones cada vez que el balón cruza la linea de meta. Hubo un tiempo en que la reacción clásica tras subir un tanto al marcador era reunirse todos los jugadores y abrazarse mutuamente felicitándose por el éxito, pero hoy en día, con el individualismo tan de moda, el autor del gol no duda en prescindir de sus compañeros y en ocasiones apartarles literalmente para que le dejen espacio vital en el que recrearse en solitario.
El gol es una forma de vida, y cada uno la vive a su manera, algunos se guardan la euforia para si mísmos, otros comparten el momento con sus compañeros, otros se acuerdan de El de más arriba, otros se exhiben ante el público... Si nos ponemos a dar ejemplos podríamos no acabar nunca, así que sin más preámbulos voy a hacer un pequeño repaso a esas celebraciones que se me han quedado grabadas en la mente:
EL GIRO DE BROLIN
Thomas Brolin, ese pequeño gran jugador sueco de los años 90 fue en su mejor época uno de los atacantes más incisivos de la liga italiana y de su selección nacional. Yo empecé a conocerle durante el mundial de USA'94 en el que Suecia hizo un pedazo de torneo gracias a tipos como Martin Dahlin, Kenneth Anderson, Henrik Larsson o el mismo Brolin. Cada vez que metía un gol, Brolin empezaba a correr con el puño en alto y daba un salto girando en el aire sobre sí mismo. Una celebración no demasiado elaborada pero que todo futbolero sabía distinguir como "marca de la casa".
Como curiosidad, decir que actualmente la imagen de Brolin está muy alejada de la que vemos en esta fotografía, ya que con unos cuantos kilos de más ha perdido su sempiterna cara de niño y se ha convertido en un cazador de fortunas como jugador profesional de poker.
LA MANO DE SHEARER
Otro delantero que ha tenido ocasión de celebrar cientos de goles. Quizás sea porque era un jugador fantástico y que tenía el don de caer bien a todo el mundo, pero cada vez que Shearer marcaba un gol y con el brazo en alto comenzaba a correr le daban a uno ganas de levantarse de la silla y empezar a aplaudir. De tantas veces que ha hecho este gesto con el Southampton, el Blackburn, El Newcastle y la selección inglesa, lo raro es que no haya sufrido una grave lesión en el brazo de darle tanto uso.
Luego, por supuesto, están los que convierten la celebración del gol en un chiste de mal gusto o en una barraca de feria, llegando incluso a mofarse del adversario porque sí. De eso el Madrid sabe mucho en los últimos años; recuerdo la época de Mijatovic, Seedorf, Roberto Carlos... Era juntarse este grupo de mongolos y tener un repertorio inagotable de ridículas estupideces: tirarse todos al suelo, rendirse mutuamente pleitesía limpiándose las botas unos a otros, hacer escorzos mientras se tocaban el talón, y cualquier tipo de chorrada que sus cabecitas pudieran imaginar. Luego la tradición se ha mantenido con nuevos prehomínidos como Sergio Ramos o Robinho (inolvidable la celebración de la cucaracha...).
LA "PENNA BIANCA" DE RAVANELLI
Fabrizio Ravanelli siempre será recordado por los aficionados de la Juve -al igual que Roberto Bettega- por su cabellera canosa, además de por su excelente juego. Pero si hay algo que no mucha gente sabe es que el operario de lujo de la vecchia signora fue el inventor de una de las celebraciones más extendidas y copiadas de la historia.
Hace ya varios años, la FIFA tuvo la estúpida idea de castigar con cartulina amarilla a todos aquellos jugadores que decidieran quitarse la camiseta para celebrar un gol, y a Ravanelli no se le ocurrió mejor forma de respetar esa regla que transegrediéndola totalmente sin que los árbitros pudieran amonestarle. Tras la consecución de un gol, el italiano se levantó la camiseta por encima de la cabeza y comenzó a correr, sin reparar en el enorme legado que acababa de dejar al mundo del fútbol. Posteriormente, muchos futbolistas han aprovechado esta celebración para mostrar en sus camisetas interiores mensajes de lo más variopinto, desde "presi, súbame el sueldo" hasta "cariño no te olvides de dejarme la cena hecha para cuando vuelva a casa".
LA BUTIFARRA DE SCHUSTER
Esta celebración se sale un poco fuera de lo común por dos razones: no era la celebracíon habitual del jugador germano, y además cuando la realizó ni siquiera había sido él el autor del gol. Año 1983, final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona. Con 1-1 en el marcador, Marcos Alonso remata acrobáticamente un centro desde la banda izquierda en el ya célebre vuelo de la paloma y adelanta a los azulgrana en el marcador. En ese momento, a Schuster le posee el diablo y comienza a hacer cortes de manga a diestro y siniestro con tal fuerza que incluso corrió el riesgo de dislocarse el hombro. Y es que, ¿de que sirve marcarle un gol al eterno rival si luego no puedes cagarte elegantemente en los familiares del personal?
Es curioso que en años posteriores el Madrid haya recibido otras cuantas butifarras de manos de otros jugadores de pasado culé, como Giovanni en un derbi del año 1997 o Mark Van Bommel en el partido de Champions de hace un par de años entre el equipo blanco y el Bayern de Munich.
EL LIMPIABOTAS MORIERO
Otra celebración más vieja que el tebeo. Corría el año 1997 cuando Ronaldo, que aún era jóven y atlético, empezaba a deslumbrar al Calzio con sus jugadas estratosféricas. Un día su compañero en el Inter Francesco Moriero se quedó impresionado ante un gol de "el fenómeno" y decidió postrarse a sus pies haciendo el gesto de limpiarle las botas. La verdad es que nunca me ha gustado mucho esta celebración por la parte humillante que tiene, pero uno cosa es hacérsela a Ronaldo, y otra muy distinta es rendirle pleitesía a Toché o a cualquier otro jugador de medio pelo.
Como Moriero tampoco era ningún tuercebotas, también tuvo su momento de gloria y disfrutó de una buena limpiada (sin connotaciones sexuales) de parte de Bam-Bam Zamorano:
Y con esto terminamos. Nos hemos dejado por el camino muchas otras grandes celebraciones, como el perrito meón de Leandro, las pistolas de Anderson, el chupete de Larrazábal, el robot de Crouch, la esnifada de Fowler, las piruetas de Hugo Sánchez, el arquero de Kiko.... Pero no se puede abarcar todo.
Esperando que este fin de semana celebremos muchos goles, me despido
Curioso el tema de las celebraciones!!!Por cierto, me han dicho por ahí que Mark celebró un gol el otro día al estilo de este tipo,, con consecuencias parecidas!!!jajaja
http://es.youtube.com/watch?v=SeyDeAa0JDs
Hay q ser capullo xa lesionarse celebrando un gol!!!
Sobre el limpiabotas Moriero...
¿Rendirle pleitesía a cualquier otro jugador de medio pelo?
Oiga, que a mi una vez Melo me limpió las botas en un gol de rebote.
¿Me está llamando jugador de medio pelo?
Alguien vio celebración más absurda que la de Amavisca?? y lo peor de todo es que en mi barrio los niños le imitaban...
pero la de amavisca no era porq se había muerto un amigo y le dedicaba los goles???No hay q bromear con esas cosas...
Penoso como el autor ataca celebraciones del Madrid y luego pasa por encima de las butifarras de los culerdos. Chaval, tienes menos neuronas que un concursante de HMYV
"Luego, por supuesto, están los que convierten la celebración del gol en un chiste de mal gusto o en una barraca de feria, llegando incluso a mofarse del adversario porque sí. De eso el Madrid sabe mucho en los últimos años; recuerdo la época de Mijatovic, Seedorf, Roberto Carlos... Era juntarse este grupo de mongolos y tener un repertorio inagotable de ridículas estupideces"
"Luego la tradición se ha mantenido con nuevos prehomínidos como Sergio Ramos o Robinho"
En fin....que pena das
Todas las celebraciones estaban de puta madre menos las del Madrid claro, esos mongolos y prehominidos blancos..
Por que no cambias el nombre de tu blog por putomadrid o algo asi, asi muchos nos habriamos ahorrado el entrar a leer tu basura de bilis antimadridista de niñato de 14 años
Lo mejor de todo que luego iras de amante del futbol por la vida
Mantente bilioso y amargado
Estos son los peores, los que van de objetivos y amantes del futbol casposo y luego no son capaces ni de disimular la bilis y escozor que llevan dentro