Expedientes X del deporte: En busca de Robert Millar
lunes, abril 06, 2009
Cuando hace unos días Melo me pisoteó de nuevo mi fantástica entrada de Tonya Harding con la historia de Graeme Obree iba a decirle en un comentario que un corredor escocés previo y con una cierta fama fue Robert Millar.
Antes de escribirlo quise asegurarme de que Robert fue anterior a Graeme y al buscar su palmarés en la wikipedia me quedé de piedra al leer la última linea.
Sin duda merece una entrada en este cementerio deportivo.
Sin duda merece una entrada en este cementerio deportivo.
Lo primero que debo anunciar es que no lo confundáis con David Millar, un gran contrarrelojista que nada tiene que ver con el personaje que hoy nos ocupa.
Robert Millar fue un corredor de la década de los ochenta y principios de los noventa. Bajito y delgado, una complexión perfecta para adaptarse a la alta montaña. Sin llegar a ser una gran estrella siempre brilló, o al menos aguantó en el grupo de cabeza hasta que los mas fuertes del pelotón hacían la escabechina final.
Fue entre el 84 y el 88 donde tuvo sus mejores años, haciendo cuarto en un tour, segundo en un giro y sexto en una vuelta a españa. Llevándose las clasificaciones de la montaña en giro y tour.
A partir de ahí se centró en correr las grandes vueltas marcándose una etapa como objetivo. Aparte de por su talento también era conocido en el pelotón por su carácter introvertido y por ser vegetariano, algo realmente raro en un deportista de élite y más en un deporte tan sacrificado como el ciclismo.
Se retiró en el 95 como campeón de gran Bretaña de fondo en carretera. Después se metió a preparador.
Por su carrera podríamos decir que es la historia típica de un buen ciclista que se retira y disfruta de su asueto, hasta que llegamos a 2003 y nos encontramos con un 'Expediente X del deporte'.
En 2003 decide desaparecer, nadie logra dar con él, ni siquiera su exmujer con la que comparte un hijo. Pasa a formar parte del Salón de la Fama del Deporte Escocés pero ni siquiera se presenta a su propia ceremonia. La noticia de la desaparición empieza a intrigar y un periodista, Richard Moore, decide buscar. Habla con su exmujer, sus amigos más íntimos y gente del ciclismo y nadie es capaz de darle una respuesta acertada... Se lo había tragado la tierra y nadie sabía nada.
Finalmente Moore consigue una dirección de correo electrónico y mediante mails salta la sorpresa. Se había cambiado de sexo y ahora se llama Philippa York.
Vive con su novia y no quiere hablar con nadie acerca del cambio de sexo. Le sigue gustando el ciclismo pero prefiere mantener la distancia.
Podéis encontrar mas información en elmundo.es
Desde aquí respetamos la decisión de Robert Millar y le deseamos una vida feliz.
Esta vez no te voy a pisar la entrada.