Cuando uno ya está aburrido de jugar al PRO con los equipos más punteros de europa suele terminar por elegir equipo basándose en el azar, lo divertido que pueda ser su nombre, que tenga alguna vieja gloria en sus filas o las malas estadísticas de su pentágono.

Eso es lo que me pasó el otro día con Mark y creo que eso es lo que te da auténtica cultura futbolera: todos sabemos que Gerrard juega en el Liverpool pero quizá no tantos sepan que Fabio Simplicio juega en el Palermo y formaba con Amauri la llamada conexión brasileña.

Curiosamente cuando Juan Carlos Rivero nombra a ese jugador lo llama 'Fabio Simplichio' con una ch de chorizo y un acentillo italiano por aquello de que juega en un equipo de ese país. Son extraños esos toques de ingenio que se saca de la manga Rivero, como cuando dice aquello de 'Les robaron el balón' con deje argentino. No se en qué coño pensaba cuando decidió hacer esto pero se podía haber ahorrado esas gracietas.


El momento álgido de la noche llegó con la elección del Copenaghe. Entre una plantilla de desconocidos se hallaba un tal Laudrup. Teniendo en cuenta que Michael jugó en aquel equipo cuando era joven y que su hermano ya es demasiado mayor para seguir con la práctica del fútbol todo apuntaba a que era el hijo de alguno de ellos.
Y efectivamente, Mads Laudrup es el hijo de Michael, tiene 20 añitos y juega de centrocampista.


Sagas de futbolistas famosos las ha habido y las habrá toda la vida, algunas son buenas y otras son un pufazo. Es cierto que ser 'hijo de' puede ayudar en ocasiones, otras te puede hundir pero lo que te garantiza seguro es la atención mediática.

Por último os dejo una pregunta de examen: ¿Qué sagas de futbolistas han ganado padre e hijo la champions?