LOS MÁS BAD BOYS DE LONDRES


Equipos de esos que conocemos como "duros" o "leñeros" los ha habido toda la vida: no hay más que recordar al Atlético de Madrid de Pablo Alfaro y Juanma López "Superlópez", o al Sevilla de Pablo Alfaro y Javi Navarro o.... vamos, a cualquier equipo que haya tenido en sus filas a Pablo Alfaro.

Pero si ha habido un país que tradicionalmente se ha caracterizado por el estilo de juego rocoso y directo, ése ha sido Inglaterra. Es lógico que el fútbol más antiguo y ancestral se practicara en el lugar en el que se inventó, y así fue hasta mediados los años ochenta, en que las influencias continentales empezaron a cambiar el fútbol británico, primero a través del Liverpool de Ian Rush con su "passing game", y luego con otros equipos que apostaron por un juego de más combinación como el Manchester United, el Newcastle o el Chelsea. Durante ésta época solo hubo un equipo que se mantuvo firme en el mismo estilo de juego con el que había combatido toda su vida: vamos a hablar del Wimbledon y su época en la élite del fútbol.

La historia del Wimbledon es la clásica que uno se imagina al pensar en el fútbol inglés: un modesto equipo que desde el escalafón más bajo consigue llegar a la primera división a base de mucho mucho esfuerzo y constancia, sin perder nunca su propia identidad. El caso del Wimbledon es además muy especial por el hecho de que no ha sido precisamente el único equipo londinense de fútbol, sino que la lista de equipos de su misma ciudad es muy extensa y por lo general de mayor nivel que el suyo: nada menos que Arsenal, Chelsea, Fulham, Tottenham Hotspurs, West Ham United, Charlton Athletic, Crystal Palace, Queens Park Rangers y Watford han compartido ciudad y división con el Wimbledon, sin que por ello los "dons" (así se conoce a los aficionados del equipo) dejaran nunca de asistir a Selhurst Park para dar el último empujón a sus jugadores.

En 1986 el Wimbledon ascendió por primera vez en su historia a la First Division (lo que hoy es la Premier League), y aunque perdió a alguno de sus mejores jugadores como Nigel Winterburn (que marchó al Arsenal para formar una de las mejores parejas de centrales de la historia junto con Tony Adams), mantuvo a sus jugadores clave, el portero Beasant, el centrocampista Dennis Wise (sí, el que dio el mordisco a Marcelino) o los delanteros John Fashanu y Lawrie Sanchez, y además incorporó a otros jugadores que serían con el tiempo muy importantes como Vinnie Jones (en el blog de O Traveseiro hay una foto que demuestra que Vinnie no tenía compasión ni con los tiernos infantes).
Quizás por saberse inferiores técnicamente a sus rivales o por querer mantenerse fieles a su tradición, los chicos del Wimbledon fueron el máximo exponente del "kick and rush" (la traducción sería patadón y a correr), un estilo que algunos calificaron como juego de las cavernas o prehistórico, pero que se mostró tremendamente efectivo al colocar al Wimbledon sexto en la clasificación en su primera temporada en la First. Con jugadores de la talla de Vinnie Jones o Dennis Wise, los aficionados que asisitían a Selhurst Park podían ver durante los partidos más patadas voladoras que en una película de Chuck Norris y más puñetazos que en un combate de los pesos pesados, y era habitual que los jugadores empujaran de tal manera para conseguir el gol que no les importaba arrastar tambien al jugador contrario adentro de las redes. En 1988 esta perseverancia le permitió al Wimbledon vencer en la final de la copa inglesa al Liverpool de Kenny Dalglish (aunque por desgracia no pudieron jugar la Recopa de Europa del año siguiente por la sanción que había sobre los equipos ingleses desde la tragedia de Heysel). Si esa máxima de que lo bonito es lo efectivo es cierta, el juego de los "dons" fue de lo más preciosista que podía verse en aquella época por los campos británicos.
Vinnie Jones mostrando a sus compañeros la estrategia a seguir

A este grupo de jugadores se le conoció como "crazy gang", por lo aguerrido de su fútbol y por su carácter excéntrico. Una frase que les definiría muy bien podría ser ésta de Vinnie Jones: "Cuando algún contrario se me acerca demasiado, le agarro por los testículos y le digo con voz suave: ¿Te importaría retirarte un poco?". Seguro que jugadores como Paul Gascoigne están totalmente de acuerdo con lo dicho.

Selhurst Park

Pero como siempre pasa en esta vida, el pez pequeño acaba por ser comido: en el año 2000 el Wimbledon acabó por descender a la First Division, y el equipo se vio acuciado por las deudas, la saturación de fútbol en Londres y la imposibilidad de encontrar un campo de fútbol adecuado. La FA permitió que el equipo se trasladara de ciudad para convertirse en los Milton Keynes Dons, pero los aficionados del equipo (que eran muy suyos), se tomaron esa decisión como una afrenta y decidieron refundar al Wimbledon y empezar a luchar otra vez más, viéndose obligados a empezar ocho categorías más abajo. Ya se espera su regreso.
3 Responses
  1. Melo Says:

    "Kick and Rush"
    Hay algo mejor que eso???
    Simplemente me encanta...

    Por añadir algo, "El Athletic es el único equipo que nos recuerda que el fútbol en algún momento fue romántico".

    El resto de equipos ya se encuentran en las categorías de bronce...


  2. que falta que hacen... entre tanto jugador choto, pecho frio, que no marca, que no siente un carajo, muy a diferencia de ellos, bueh, es ponerse nostálgico seguir hablando de esto.
    saludos... podés visitar:
    http://d-coleccion.blogspot.com/


  3. Hace unos años, antes de desaparecer, y cuando ya jugaban como local fuera de su casa (creo que en el campo del Crystal Palace) los propietarios se lo quisieron llevar a Dublin. Recuerdo a los aficionados con cartulinas en las que se leía "Dublin = Death", como ocurrió finalmente.

    Otra excentricidad famosa de los jugadores era saludar a sus propios aficionados tras los partidos bajándose los pantalones y enseñándoles el culo, todos en fila. Flipante.

    P.D. Gracias por la mención.