EL FUTBOL Y "ESO"
jueves, marzo 19, 2009
Cuando hace diez o quince años oíamos hablar a alguien sobre el fútbol y algún jugador gay lo primero en lo que pensábamos era en el reconocimiento táctil de Michel a Valderrama o en el mítico jugador del Zaragoza Jose Aurelio Gay (futbolista muy macho, que nadie piense mal), ya que poca más historia había que contar sobre el tema. Sin embargo, ya por esa época rondaban el fútbol muchos deportistas gays pero, al igual que ahora, ninguno o prácticamente nadie se atrevió a revelar su condición. En plena época de liberación (aunque algunos confundan libertad con libertinaje) los homosexuales ya no tienen reparo en reconocerlo sea cual sea su profesión, excepto en el mundo del fútbol, claro. Hace unas semanas una revista alemana publicó un reportaje en el que hablaba con dos famosos futbolistas alemanes gays, que prefirieron mantener en el anonimato sus nombres, ya que hacerlo público sería, según ellos, un "suicidio deportivo".
En los últimos meses desde Italia (un país en el que un gay debe sentirse como un cordero en una convención de zorros) nos han llegado multitud de declaraciones acerca del gen gay en el mundo del fútbol. Al conocer Fabio Cannavaro que había sido elegido jugador más sexy por los votantes gays, el madridista dijo que no era ningún orgullo para él, y que tener a un homosexual en el equipo sería un problema y una fuente de constantes malentendidos (¿un malentendido similar al de Ronaldo con los dos travestis?). Por su parte Luciano Moggi ha descubierto la piedra filosofal al afirmar que en el fútbol italiano no hay gays, ya que un homosexual simplemente no puede ser futbolista. Con tan agudo y avezado silogismo sobran los comentarios.
El presidente de una conocida asiociación italiana de gays dijo recientemente que por lo menos 20 jugadores del Calcio son homosexuales, ya que los de su condición tienen una especie de "radar gay" que detecta inmediatamente a los suyos. Más le vale que el radar no yerre el tiro, ya que viendo como se las gastan los transalpinos podría acabar sus escarceos gays en la sección de urgencias. Aunque la declaración más descacharrante viene del argentino Berizzo, que dijo que "prefiero tener un drogadicto en mi equipo que un homosexual". Pues viendo en el siguiente video como maneja la aguja Cannavaro, seguro que estos dos harían buenas migas juntos, pero sin mariconadas, eh...
Pasamos ahora a las islas británicas. En el año 1990 el reconocidísimo jugador inglés Justin Fashanu (Nottingham Forest, Manchester City, Ipswich Town) reconoció públicamente ser gay. Ya en su etapa en el Forest se rumoreaba constantemente que frecuentaba bares de homosexuales. Tanto que un día su entrenador Brian Clough tuvo una acalorada charla con él: "¿A donde vas si quieres una rebanada de pan?" le pregunté. "Al panadero, supongo". "¿A donde vas si quieres una pata de cordero?" "Al carnicero." "Entonces, ¿porque sigues yendo a ese maldito club de maricones?".
Su salida del armario supuso para él no una liberación, sino todo un infierno porque a partir de entonces compañeros, rivales y aficionados se lanzaron en su contra y se vertieron en los medios cantidad de informaciones falsas sobre sus escarceos amorosos. En 1988 Fashanu fue acusado (aunque posteriormente absuelto sin pruebas) de agresión sexual a un joven de 17 años. Antes de emitirse el fallo del juicio, el jugador se suicidó afirmando en la nota que se encontró junto a él que "ya he sido condenado como culpable". Otro conocido futbolista, el ex-Chelsea y Blackburn Rovers Graeme LeSaux estuvo durante mucho tiempo bajo la lupa debido simplemente a que solía ir a galerias de arte y leía el The Guardian. Ya vemos que Inglaterra no le anda a la zaga a Italia en cuanto a estos temas.
Aquí en España, hay pocos hechos contrastados pero muchos rumores y leyendas negras (que es lo que más nos gusta). Recordad que hace varios años se comentaba la presencia de un homosexual en las filas del Real Madrid, y que Florentino había vetado su aparición en la revista Zero. Muchos pensábamos en Portillo, pero después de ver a la señorita X hemos cambiado de opinión. En el eterno rival también se han dado casos como el de Pep Guardiola, que según el representante Josep Maria Minguella debido a los rumores sobre su vida privada tuvo que abandonar el Barcelona por Italia (a buen sitio fue a caer entonces). Lo más acojonante que he llegado a oir es que Javi Navarro y Jaime Cantizano eran gays y estaban a punto de casarse. Solamente el imaginarme la estampa impregna mi frente de sudor frío y un serpenteo cruza mi espalda.
Por su parte, el entrenador del Valencia Unai Emery también dice tener un radar gay, ya que aunque no te lo digan, esas cosas se saben. Dice que "creo que he tenido compañeros gays y nunca me lo han dicho. Saberlo genera más morbo que otra cosa. Si un jugador me lo dijera, estaría encantado". ¿Pero encantado de verdad?. A alguno de sus antiguos compañeros se le debe estar poniendo la misma cara que a Kevin Kline en "In & Out", ante el temor de ser descubierto.
En otros deportes el tema está igual de espinoso: el año pasado John Amaechi, ex-jugador de Orlando Magic y Utah Jazz reconoció ser gay. Al ser preguntado sobre ello el antiguo all-star "Tiny Tim" Hardaway dijo: "odio a los homosexuales, no podría convivir con ellos en este mundo, no es algo válido para mí". Tras darse cuenta del enorme revuelo de sus declaraciones, Hardaway se arrepintió y dijo que examinaría sus creencias, aunque ese arrepentimiento más bien sonaba a un "he estado a punto de perder mi trabajo de comentarista y miles de pavos en contratos publicitarios, y eso me ha hecho pensar en lo equivocado de mis declaraciones, aunque odio a los gays".
Lo único cierto es que los futbolistas forman parte de al sociedad, y si en ésta hay un porcentaje de gays, también debe de haberlo en el fútbol. Eso sí, por muy gays que sean, lo que tienen que hacer es meterla.
Por último, si queréis saber de una vez por todas si sois bujarras o sospecháis de alguien a quien conocéis, aplicad el siguiente test:
En los últimos meses desde Italia (un país en el que un gay debe sentirse como un cordero en una convención de zorros) nos han llegado multitud de declaraciones acerca del gen gay en el mundo del fútbol. Al conocer Fabio Cannavaro que había sido elegido jugador más sexy por los votantes gays, el madridista dijo que no era ningún orgullo para él, y que tener a un homosexual en el equipo sería un problema y una fuente de constantes malentendidos (¿un malentendido similar al de Ronaldo con los dos travestis?). Por su parte Luciano Moggi ha descubierto la piedra filosofal al afirmar que en el fútbol italiano no hay gays, ya que un homosexual simplemente no puede ser futbolista. Con tan agudo y avezado silogismo sobran los comentarios.
El presidente de una conocida asiociación italiana de gays dijo recientemente que por lo menos 20 jugadores del Calcio son homosexuales, ya que los de su condición tienen una especie de "radar gay" que detecta inmediatamente a los suyos. Más le vale que el radar no yerre el tiro, ya que viendo como se las gastan los transalpinos podría acabar sus escarceos gays en la sección de urgencias. Aunque la declaración más descacharrante viene del argentino Berizzo, que dijo que "prefiero tener un drogadicto en mi equipo que un homosexual". Pues viendo en el siguiente video como maneja la aguja Cannavaro, seguro que estos dos harían buenas migas juntos, pero sin mariconadas, eh...
A partir del minuto 2:07 la inyección letal del balón de oro
Pasamos ahora a las islas británicas. En el año 1990 el reconocidísimo jugador inglés Justin Fashanu (Nottingham Forest, Manchester City, Ipswich Town) reconoció públicamente ser gay. Ya en su etapa en el Forest se rumoreaba constantemente que frecuentaba bares de homosexuales. Tanto que un día su entrenador Brian Clough tuvo una acalorada charla con él: "¿A donde vas si quieres una rebanada de pan?" le pregunté. "Al panadero, supongo". "¿A donde vas si quieres una pata de cordero?" "Al carnicero." "Entonces, ¿porque sigues yendo a ese maldito club de maricones?".
Su salida del armario supuso para él no una liberación, sino todo un infierno porque a partir de entonces compañeros, rivales y aficionados se lanzaron en su contra y se vertieron en los medios cantidad de informaciones falsas sobre sus escarceos amorosos. En 1988 Fashanu fue acusado (aunque posteriormente absuelto sin pruebas) de agresión sexual a un joven de 17 años. Antes de emitirse el fallo del juicio, el jugador se suicidó afirmando en la nota que se encontró junto a él que "ya he sido condenado como culpable". Otro conocido futbolista, el ex-Chelsea y Blackburn Rovers Graeme LeSaux estuvo durante mucho tiempo bajo la lupa debido simplemente a que solía ir a galerias de arte y leía el The Guardian. Ya vemos que Inglaterra no le anda a la zaga a Italia en cuanto a estos temas.
Aquí en España, hay pocos hechos contrastados pero muchos rumores y leyendas negras (que es lo que más nos gusta). Recordad que hace varios años se comentaba la presencia de un homosexual en las filas del Real Madrid, y que Florentino había vetado su aparición en la revista Zero. Muchos pensábamos en Portillo, pero después de ver a la señorita X hemos cambiado de opinión. En el eterno rival también se han dado casos como el de Pep Guardiola, que según el representante Josep Maria Minguella debido a los rumores sobre su vida privada tuvo que abandonar el Barcelona por Italia (a buen sitio fue a caer entonces). Lo más acojonante que he llegado a oir es que Javi Navarro y Jaime Cantizano eran gays y estaban a punto de casarse. Solamente el imaginarme la estampa impregna mi frente de sudor frío y un serpenteo cruza mi espalda.
Por su parte, el entrenador del Valencia Unai Emery también dice tener un radar gay, ya que aunque no te lo digan, esas cosas se saben. Dice que "creo que he tenido compañeros gays y nunca me lo han dicho. Saberlo genera más morbo que otra cosa. Si un jugador me lo dijera, estaría encantado". ¿Pero encantado de verdad?. A alguno de sus antiguos compañeros se le debe estar poniendo la misma cara que a Kevin Kline en "In & Out", ante el temor de ser descubierto.
En otros deportes el tema está igual de espinoso: el año pasado John Amaechi, ex-jugador de Orlando Magic y Utah Jazz reconoció ser gay. Al ser preguntado sobre ello el antiguo all-star "Tiny Tim" Hardaway dijo: "odio a los homosexuales, no podría convivir con ellos en este mundo, no es algo válido para mí". Tras darse cuenta del enorme revuelo de sus declaraciones, Hardaway se arrepintió y dijo que examinaría sus creencias, aunque ese arrepentimiento más bien sonaba a un "he estado a punto de perder mi trabajo de comentarista y miles de pavos en contratos publicitarios, y eso me ha hecho pensar en lo equivocado de mis declaraciones, aunque odio a los gays".
Lo único cierto es que los futbolistas forman parte de al sociedad, y si en ésta hay un porcentaje de gays, también debe de haberlo en el fútbol. Eso sí, por muy gays que sean, lo que tienen que hacer es meterla.
Por último, si queréis saber de una vez por todas si sois bujarras o sospecháis de alguien a quien conocéis, aplicad el siguiente test:
Buen reportaje de investigación, la verdad es que no sabia de jugadores gays, pero que los hay y los habrá siempre eso es asi.
Dando mi opinión sobre el tema, a mi con que la metan en la porteria, si luego la quieren meter en otro sitio ese es su problema no el mio. Por cierto no soy gay jejeje, he comprobado el test. Juas juas.
Como te lo has currado, de verdad. Da gusto.
Imagino que hay ciertas profesiones en las que la imagen pública está por encima de todo y si no eres políticamente correcto en ese tema se acabó todo.
El cine o la política son dos campos en las que nunca aparece un gay.
Rupert Everet iba para joven promesa y desde que salió del armario no ha terminado de despegar, Tom Cruise no sale del armario ni aunque le pillen con dos pollas en la boca y Rajoy es otro personaje de los que tiene un ligero tufillo pero nunca lo confesará.
Por lo menos en el fútbol ya es habitual ver mujeres en las gradas, hace años era algo impensable y si podías ver a alguna la llamaban lesbiana.
PD: Hace unos días mataron a una futbolista sudafricana por ser lesbiana. Apareció un vecino de la mujer aquella diciendo que para curar la enfermedad lo mejor era violarlas, así aprenderían.