Se acabó la que puede que haya sido una de las finales de Copa más seguidas y pasionales de toda la historia. Hacía ya muchos años que no se enfrentaban dos equipos tan históricos como lo son el Barça y el Athletic. No obstante, está claro que la Copa necesita una renovación, este año las cosas han salido bien porque el Barcelona quería ganarlo todo y a toda costa, y porque el Athletic veía tan cerca el retorno a la élite que no podía dejar pasar la oportunidad. Que vuelva la Recopa de Europa o que el campeón de Copa juegue la Champions, por que si no esta competición está muerta.

Vaya escándalo que se ha organizado con la censura del himno por parte de TVE. Si querían que el tema no fuera primera plana en todos los medios y lo más comentado por encima incluso del resultado del partido, se han lucido. Que el himno iba a ser silbado es algo que estaba más claro que el agua, así que emítelo y a otra cosa mariposa, no hay nada que no hayamos visto. Pero no lo ocultes y luego lo emitas en el descanso y con un montaje de audio que oculte los pitos. Poco han tardado en darle puerta al director de deportes del Ente, Ramón Reyes, aunque su despido suena más a cabeza de turco que a otra cosa. Por lo menos la retransmisión nos mostró que entre toda aquella marabunta de silbidos en el antiguo Luis Casanova, hubo al menos un hombre que se destacó sobre el resto, vaya huevazos!:


Los que acudisteis a ver el partido a la plaza del Arenal fuisteis testigos del primer partido de fútbol visionado mediante volteo horizontal, la verdad es que la experiencia no fue tan mala como parecía, aparte de tener que acostumbrarse a ver a Zoziari o a O´Ote. Pero bueno, es lo bonito del fútbol, que se puede ver de cualquier manera. ¿Estabamos todos los presentes en el lado equivocado o el encargado del proyector era un enviado especial de la manifestación ultra de Valencia?

De cualquier manera pero sin pasarse, porque la retransmisión de Televisión Española fue de traca. Aparte de lo ya comentado del himno, me pregunto si el realizador le cedió al puesto a su hijo de 5 años o un mono le suplantó, porque no dio una a derechas. Nos perdimos las butifarras de Touré al estilo Schuster tras marcar el gol, veíamos los corner pero no las jugadas que daban lugar a ellos, la cámara siempre estaba en el lugar en que no debía estar. Que vieramos los cinco goles fue verdadera suerte.


De nuevo el poder de la palabra ha quedado demostrado; poco antes de comenzar el partido comenté que como Toquero marcase un gol, me cortaba los huevos. Por suerte mis palabras cayeron en saco roto, ya que este albañil del fútbol -como le define el Marca- volvió a dar una lección de lucha y perseverancia. Eso sí, el hombre que estuvo a punto de arrebatarle la makila a Patxi López ya tiene en su poder el record de haber sido eliminado dos veces de la Copa del Rey en una misma temporada (con el Eibar y el Athletic).

Durante los días previos nos vendieron todo ese rollo de dos aficiones unidas en fraternal amor mutuo y toda esa retahíla de palabras bonitas que se suelen decir antes de los partidos. Sea como fuere, Alves se llevó un poco de "amor" en forma de botella y como ya hemos dicho Touré repartió también "cariño" entre la afición rojiblanca, aunque al final del partido Eto´o bajó del árbol para ataviarse con la ikurrina. Algo le pasa a últimamente a Samuel que ni marca goles, ni se mete en líos e incluso cuando hay un incidente intenta poner calma, a este león sí que le han domado. Cada vez me recuerda más a Stoichkov, que unos días parecía que no había roto un plato en su vida, y otros entraba como un elefante en una cacharrería en plan destroyer.

En lo único que parecieron unidos los dos equipos era en el ansia filopolítica de sus presidentes, en especial del inefable Joan Laporta, que en una entrevista junto a su homólogo Macua dijo que "en esta final se enfrentan dos equipos que representan en sus países una masa social muy importante". Lo dijo como el que no quiere la cosa, pero hasta podíamos intuir que por dentro el bueno de Jan se estaba descojonando de lo que estaba soltando.

Quiero hacer una mención especial a un verdadero crack (bueno, quizás me haya pasado un poco con el calificativo) que puede que esté viviendo sus últimos partidos en su equipo. Ayer a falta de un minuto para concluir el encuentro, Sylvinho saltó al cesped de Mestalla, y a pesar de su testimonial aparición fue de los pocos jugadores que se paró a conceder entrevistas después del partido. Seguro que también era de los pocos que tenía algo interesante que decir. Con sus 35 añazos Sylvinho sigue siendo uno de los tipos más importantes en el vestuario del Barcelona, ya que suele ser la voz de la razón y un ejemplo de trabajo bien hecho para todos sus compañeros. Aunque ya se notan los años y le cuesta rendir durante el partido completo, siempre cumple. Un tío más importante de lo que parece y que cuando se vaya notaremos su marcha. No olvidemos que en el año 2003 un gol suyo con el Celta al Barcelona supuso la marcha de Gaspart y Van Gaal y dio comienzo a la catarsis en el club que ha llevado a los azulgranas hasta este momento.

Y también hablar de Joseba Etxeberria, que a última hora y con el partido ya decidido saltó también al campo para vivir su primera final con el Athletic después de 15 años en el club, un premio merecido. Si definitivamente continúa la proxima temporada, tendrá el orgullo de capitanear al Athletic en su andadura por la UEFA (¡Perdón, Europa League!) donde tendrá rivales tan duros como el campeón de Copa francés, el Guingamp, que ha estado a un tris de descender a la tercera división gala. El poder fagocitador de la Champions está haciendo estragos.


Por cierto, el partido acabó 4-1 para el Barcelona y sorprendentemente no hay nada que comentar de Medina Cantalejo.

P.D. Lo más de lo más de la noche fue ver pasar junto a mí a un tío con la camiseta del Logroñés de la época del Tato Abadía, ¡qué grande!