ELEGIDOS PARA LA GLORIA JUAN MANUEL LILLO

Ayer primera rueda de prensa de Lillo como entrenador del Almería (y no fue ninguna inocentada):



Las declaraciones que más me han sorprendido y que no he podido encontrar en ningún video son las siguientes:
"Ojalá lo deje como mínimo dónde se encuentra ahora, lo que será señal de que sigue en Primera"

Juan Manuel Lillo, viviendo la vida con ambición y al borde del abismo. Dispuesto a cambiar poco en el Almería.

NO DIGA GOL, DIGA PUCHE II

Nunca olvidaré la primera vez que escuché el carrusel deportivo, y no porque aquella tarde ganase el athletic al racing o porque fuese mi madre quien me lo sugiriera al verme aburrido. No, aquella tarde nunca se me olvidará porque fue la tarde en la que Antonio Puche Vicente (Puche II) marcó seis goles y terminó el locutor de aquel partido diciendo: 'No diga gol, diga Puche II'.

Es que hay cosas tan cojonudas que la primera vez nunca se olvidan. Nunca olvidas el juego con el que inauguraste una consola, ni el primer beso, ni la primera novia, ni la primera vez que viste Depredador.

Esa tarde tuvo un protagonista claro, y de su curiosa carrera quería hablar.

Puche es un caso claro de eterna joven promesa del fútbol español. No porque algún grande de europa lo quisiera fichar desatando el hype y la locura en torno a su calidad real o porque Lillo en alguna afortunada declaración dijera que Puche II iba para delantero. Fue una joven promesa porque debutó en primera a los dieciséis años siendo así el cuarto jugador más joven en hacerlo en la categoría reina.
Cierto es que debutó con un Elche abocado al descenso y con la mayor aspiración de ir probando a chavales para futuras temporadas en segunda división. Digamos que en términos de fórmula 1 sería un Jaime Algersuari de la vida.

Como era de esperar pasó los siguientes años con el Elche en segunda, jugando con su hermano mayor (Puche I). Y aunque el chico prometía nunca termina de asentarse en el equipo titular. Finalmente el Elche desciende a segunda B, y no regresa a la división de plata hasta la temporada 98/99 ganando en los play-off de ascenso al barakaldo. Partido del que, por cierto, servidor fue espectador en el antiguo Lasesarre, un campo lleno de historia.

Pero volvamos al año 1993, cuando Puche abandona el Elche para pasar entre otros por el Palamós en la 93/94 y se decide a hacer historia y a darme una tarde inolvidable el 9 de abril de 1995 marcando los anteriormente mencionados seis goles contra el Leganés (al final ganaron 7-1) y acabando la temporada como pichichi de segunda.
Es raro el caso en el que un máximo anotador de segunda no empieza la temporada siguiente en algún equipo de primera, pero más raro es el caso en el que el equipo del pichichi termina descendiendo a segunda B. Eso es lo que le pasó.

Poochie también fue flor de un día.

Por fortuna él se salvó de la quema y fichó por el Villareal. Un gran equipo a día de hoy que por aquel entonces aún se estaba forjando y venía de ascender y llevar una buena gestión deportiva y administrativa.

Pero tras la tarde del 7-1 Puche nunca fue el mismo y acabó siendo pasto de las categorías inferiores de nuestro fútbol; deambuló por el Villareal, el Toledo, el Jaén, el Granada, el Novelda, el Pájara playa de Jandia, el Frutas Abarán (equipazo) o el Linares.

Cierto es que a lo largo de su carrera deportiva Puche nunca logró disfrutar de más minutos en primera que los de aquella temporada con tan sólo dieciséis años, quizá es un futuro que nunca esperó y seguramente esta sea una triste historia que nos demuestra lo difícil que es triunfar en el fútbol de élite pero curiosamente este deporte es un pañuelo:
He comenzado hablando de que en su gloriosa tarde el athletic ganó al racing. Precisamente es el racing el equipo que le ha devuelto a Puche II sus merecidos minutos en primera división aunque esta vez como segundo entrenador.
Ya ha sido cesado del cargo junto a Mandiá, pero al menos la vida ha sido justa con Puche II.

Estaremos atentos a los banquillos para encontrar a nuestro Peter Pan del fútbol.

Puche II en el quinto lugar de la tercera fila, junto al presidente.

HELEN CHAMBERLAIN, DESDE LAS ISLAS


Hace ya tiempo que no comentamos nada relacionado con chicas en estas páginas, así que para paliar la sequía voy a hablar de Helen Chamberlain. Está chica británica (mujer más bien, ya que ya tiene 42 años) es conocida en las islas por presentar el programa humorístico de fútbol "Soccer AM".

Helen Chamberlain empezó trabajando en Pontin´s, una conocida empresa británica de esas que ofrecen resorts con actividades turísticas y de entretenimiento. Antes de saltar al medio televisivo fue también disc-jockey en un club y cuidadora de leones marinos en un parque temático. Ya vemos que Helen no tenía muy decidido su futuro, más allá de que le gustaba la marcha, así que con esas credenciales no tardó en llegar a la pequeña pantalla.

Ya en el año 1995 presentó el programa "Soccer AM" -en el que actualmente sigue trabajando- similar a lo que aquí fue "El día después", con entrevistas a futbolistas, músicos y otras personalidades británicas. Consta de varias secciones, de las cuales la más exitosa es la de "Third Eye" en la que se muestran las imágenes más divertidas de la jornada, y como la chica está bastante bien, ha desarrollado durante estos años también una exitosa carrera como modelo posando por ejemplo para la revista Penthouse. En el año 2004 causó un enorme revuelo mientras se hacía unas fotos para la Eurocopa de Portugal. Ella estaba en Trafalgar Square posando en bikini cuando un autobus chocó contra el vehículo de delante ya que el conductor se quedó embobado mientras repasaba visualmente a Helen.


Pero ella no es solo una cara bonita, también ha tenido éxito en varias disciplinas deportivas (o pseudo-deportivas). De jóven solía participar en campeonatos de dardos y recientemente se convirtió en una reputada jugadora de poker, llegando a ganar en el año 2005 más de 400.000 libras. Comenzó jugando por diversión en un campeonato para famosos y fue progresando hasta llegar a la final, en la que no pudo participar porque le coincidía con la grabación de "Soccer AM", pero ya ha tenido la oportunidad de desquitarse en muchos otros torneos. También se le dan bien las apuestas por internet, por ejemplo en el 2004 hizo una gran cantida de dinero apostando a que Frank Lampard marcaba el primer gol del partido en un partido contra Francia.

En cuanto al fútbol, Helen Chamberlain es una fiel seguidora del Torquay United (equipo cuyo jugador más conocido fue el posteriormente red devil Lee Sharpe). No cabe duda de Helen lleva al equipo muy dentro de ella, concretamente en el muslo izquierdo, como podéis ver en la foto de abajo.

Vamos ahora con un par de videos. En el primero de ellos, Helen Chamberlain y sus c.ompañeros ponen fino al ex-seleccionador alemán Joachim Löw. En el segundo, si Iniesta con su golazo en semis de Champions hizo temblar los cimientos de Stamford Bridge, Helen literalmente destruye el estadio londinense:





Ayer mismo declaró que dejaba su programa televisivo a finales de año. No sé cual será su próximo paso, pero seguro que sorprende. Al ser preguntada por si la gente la sigue considerando como una mujer en un mundo de hombres, Helen responde: "ni lo sé ni me importa". Una mujer resuelta.

DÁNDOLO TODO: TERRY BUTCHER


Hoy pretendo rendir homenaje a uno de tantos héroes futbolísticos que permanecen ahora olvidados en el anonimato; el hombre al que me refierno o es otro que el inglés Terry Butcher. Este defensor central nació en Singapur en 1958 aunque sus padres y él se trasladaron a Inglaterra al poco tiempo de nacer.

Butcher desarrolló casi toda su carrera en el Ipswich Town (al que por aquellos tiempos dirigía el genial Bobby Robson), y coincidió con la época de mayor gloria del equipo azul, ya que en 1981 ganaron la copa de la UEFA y estuvieron a punto de birlarle la liga al Aston Villa. En esos años se destacó por ser un tío muy batallador y muy hábil en el juego aéreo, siendo desde muy jóven uno de los pilares de la defensa de la selección nacional, en la que formó filas con otros míticos defensores como Samson, Fenwick, Stevens o el siempre sobrio y dedicado Stuart Pearce.
Tras su periplo de 10 años en el equipo de Ipswich, Butcher fue uno de los primeros ingleses que se decidió a participar en la vecina liga escocesa, fichando por el equipo de los protestantes de Glasgow, el Rangers. Durante los cuatro años que pasó en el equipo pasó buenos momentos (obtención de la capitanía, 3 veces campeón de liga) y también malos (estuvo varios meses de baja al romperse una pierna), pero siguió siendo un mariscal de la defensa.

Es cierto que era un tipo bastante expeditivo -por no emplear otra palabra- en la línea del anteriormente mencionado Stuart Pearce o nuestro querido Vinnie Jones, con lo cuál su apellido de Butcher le venía que ni pintado, pero a la vez todas sus acciones dejaban patente que era un jugador bastante noble e incansable. No en vano, Terry fue uno de los expectadores de lujo del famosísimo gol de Maradona en el mundial de México, ya que fue el único defensor inglés al que el Pelusa regateó dos veces, lo cual demuestra que Butcher tuvo los suficientes huevos para, después de haber sido sentado por el Diego, volver a levantarse y correr con todas sus fuerzas intentando evitar el gol a la desesperada.


Pero el momento en el que Butcher pasó de estrella a mito no tuvo lugar hasta el año 1989. Eran vísperas de época mundialista, e Inglaterra se jugaba la clasificación en un partido a cara de perro en Suecia: necesitaban el empate para entrar en el Mundial. A los pocos minutos de juego en un lance fortuito Butcher se hizo una profunda brecha en la cabeza y comenzó a sangrar. Tras ser atendido por el médico del equipo, cosiéndole la herida y aplicándole una venda en la cabeza, el jugador volvió al terreno de juego. Hoy en día por menos que eso el jugador interfecto habría sido retirado en camilla y trasladado urgentemente a un hospital, y sus compañeros le habrían dedicado cada gol conseguido haciendo celebraciones estúpidas e innecesarias. Pero Terry no se achicó lo más mínimo, siguió en el eje de la defensa dando siempre la cara y cortando todos los balones que pasaban cerca de él; de esta manera la hérida no tardó en volver a abrirse y su cabeza empezó a sangrar abundantemente. Su camiseta blanca al comienzo del partido se fue tiñendo de un rojo cada vez más intenso, dando lugar a imágenes dantescas y más propias de una batalla que de un partido de fútbol, aunque por suerte siempre ha habido jugadores como Terry que sabían que el fútbol era más que una batalla. Al ver estas fotografías se me viene a la cabeza el recuerdo de Luis Enrique en Estados Unidos o más recientemente de Michael Ballack en la final de la Eurocopa, en la que el árbitro le obligó a abandonar el césped ya que debían limpiarle una pequeña mancha de sangre en el cuello debido a una herida en la ceja. Estamos hablando del año 1989, pero la verdad es que parece una eternidad, no me imagino que un hecho similar pueda ocurrir actualmente, ahora hasta el más mínimo detalle que se escape a lo previsible está controlado, es difícil que podamos encontrarnos con héroes en el deporte porque ya no tienen posibilidad de serlo o porque simplemente no tienen la necesidad de serlo.


Por cierto, en ese partido en el que Terry Butcher perdió más sangre de la que la mayoría de los jugadores actuales tienen en el dedo meñique, Inglaterra obtuvo el empate que necesitaba para clasificarse, y Butcher se ganó a pulso la capitanía de su selección.

LOS MÁS BAD BOYS DE LONDRES


Equipos de esos que conocemos como "duros" o "leñeros" los ha habido toda la vida: no hay más que recordar al Atlético de Madrid de Pablo Alfaro y Juanma López "Superlópez", o al Sevilla de Pablo Alfaro y Javi Navarro o.... vamos, a cualquier equipo que haya tenido en sus filas a Pablo Alfaro.

Pero si ha habido un país que tradicionalmente se ha caracterizado por el estilo de juego rocoso y directo, ése ha sido Inglaterra. Es lógico que el fútbol más antiguo y ancestral se practicara en el lugar en el que se inventó, y así fue hasta mediados los años ochenta, en que las influencias continentales empezaron a cambiar el fútbol británico, primero a través del Liverpool de Ian Rush con su "passing game", y luego con otros equipos que apostaron por un juego de más combinación como el Manchester United, el Newcastle o el Chelsea. Durante ésta época solo hubo un equipo que se mantuvo firme en el mismo estilo de juego con el que había combatido toda su vida: vamos a hablar del Wimbledon y su época en la élite del fútbol.

La historia del Wimbledon es la clásica que uno se imagina al pensar en el fútbol inglés: un modesto equipo que desde el escalafón más bajo consigue llegar a la primera división a base de mucho mucho esfuerzo y constancia, sin perder nunca su propia identidad. El caso del Wimbledon es además muy especial por el hecho de que no ha sido precisamente el único equipo londinense de fútbol, sino que la lista de equipos de su misma ciudad es muy extensa y por lo general de mayor nivel que el suyo: nada menos que Arsenal, Chelsea, Fulham, Tottenham Hotspurs, West Ham United, Charlton Athletic, Crystal Palace, Queens Park Rangers y Watford han compartido ciudad y división con el Wimbledon, sin que por ello los "dons" (así se conoce a los aficionados del equipo) dejaran nunca de asistir a Selhurst Park para dar el último empujón a sus jugadores.

En 1986 el Wimbledon ascendió por primera vez en su historia a la First Division (lo que hoy es la Premier League), y aunque perdió a alguno de sus mejores jugadores como Nigel Winterburn (que marchó al Arsenal para formar una de las mejores parejas de centrales de la historia junto con Tony Adams), mantuvo a sus jugadores clave, el portero Beasant, el centrocampista Dennis Wise (sí, el que dio el mordisco a Marcelino) o los delanteros John Fashanu y Lawrie Sanchez, y además incorporó a otros jugadores que serían con el tiempo muy importantes como Vinnie Jones (en el blog de O Traveseiro hay una foto que demuestra que Vinnie no tenía compasión ni con los tiernos infantes).
Quizás por saberse inferiores técnicamente a sus rivales o por querer mantenerse fieles a su tradición, los chicos del Wimbledon fueron el máximo exponente del "kick and rush" (la traducción sería patadón y a correr), un estilo que algunos calificaron como juego de las cavernas o prehistórico, pero que se mostró tremendamente efectivo al colocar al Wimbledon sexto en la clasificación en su primera temporada en la First. Con jugadores de la talla de Vinnie Jones o Dennis Wise, los aficionados que asisitían a Selhurst Park podían ver durante los partidos más patadas voladoras que en una película de Chuck Norris y más puñetazos que en un combate de los pesos pesados, y era habitual que los jugadores empujaran de tal manera para conseguir el gol que no les importaba arrastar tambien al jugador contrario adentro de las redes. En 1988 esta perseverancia le permitió al Wimbledon vencer en la final de la copa inglesa al Liverpool de Kenny Dalglish (aunque por desgracia no pudieron jugar la Recopa de Europa del año siguiente por la sanción que había sobre los equipos ingleses desde la tragedia de Heysel). Si esa máxima de que lo bonito es lo efectivo es cierta, el juego de los "dons" fue de lo más preciosista que podía verse en aquella época por los campos británicos.
Vinnie Jones mostrando a sus compañeros la estrategia a seguir

A este grupo de jugadores se le conoció como "crazy gang", por lo aguerrido de su fútbol y por su carácter excéntrico. Una frase que les definiría muy bien podría ser ésta de Vinnie Jones: "Cuando algún contrario se me acerca demasiado, le agarro por los testículos y le digo con voz suave: ¿Te importaría retirarte un poco?". Seguro que jugadores como Paul Gascoigne están totalmente de acuerdo con lo dicho.

Selhurst Park

Pero como siempre pasa en esta vida, el pez pequeño acaba por ser comido: en el año 2000 el Wimbledon acabó por descender a la First Division, y el equipo se vio acuciado por las deudas, la saturación de fútbol en Londres y la imposibilidad de encontrar un campo de fútbol adecuado. La FA permitió que el equipo se trasladara de ciudad para convertirse en los Milton Keynes Dons, pero los aficionados del equipo (que eran muy suyos), se tomaron esa decisión como una afrenta y decidieron refundar al Wimbledon y empezar a luchar otra vez más, viéndose obligados a empezar ocho categorías más abajo. Ya se espera su regreso.

YO PREFIERO LA COPA DANONE

Si habéis salido a la calle últimamente (lo cuál dudo) os habréis dado cuenta de la cantidad de luces que cuelgan de las farolas, y es que ha llegado la Navidad. Y siempre por estas fechas, se juega una mierda de torneo, sólo comparable con el bodrio de la Copa Confederaciones, la ahora llamada Copa Mundial de Clubes. Hay tenéis 4 motivos para no ver ni un solo partido de esta competición:

1. Para empezar, eso de “Copa Mundial” es una mentira como una catedral. Por si no la sabíais lo disputan los ganadores de las 6 mayores competiciones continentales: Barcelona (UEFA); Estudiantes de La Plata (Conmebol); Atlante (Concacaf); un equipo oriental; otro de negros; y unos cuantos australianos; todo muy multicultural y muy bonito, pero de Copa del Mundo no tiene nada; así que a partir de ahora me referiré a él como mundialito (en tono despectivo).

Para rematar la jugada se les ha ocurrido invitar al ganador de la liga de allí, la prestigiosa “UAE League”, y el agraciado ha sido el Al-Ahli Dubai (casi nadie) que por cierto ya esta eliminado (quien lo iba a decir).


2. Este mundialito de clubes antes fue conocido con otros nombres, como la Copa Intercontinental o Copa Toyota (que es quien paga todo este circo); y les pasa como a Herri Batasuna que por mucho que se cambien de nombre siguen siendo lo(s) mismo(s). En mi humilde opinión debería llamarse Trofeo Aguanís, porque ha sido lo único bueno que ha dado esta competición.El torneo, como pasa con todas las grandes citas, se reinventa cada año. En esta también hay un emblema oficial del mundialito, un balón del mundialito, una canción del mundialito, etc. etc.

3. Desde hace un porrón de años el torneo siempre se había disputado en el Lejano Oriente, pero este año se traslada a Abu Dhabi, país con gran tradición futbolística. Lo único bueno que tenía este mundialito, es que los partidos los daban por la mañana, y era la excusa perfecta para faltar a clase o pasarte la mañana escuchando el transistor. Pero este año lo dan a las 20:00 horas, así que ha perdido toda su gracia.


Aficionadas del Al-Ahli Dubai protestan al árbitro; ah…perdón, que allí no pueden protestar.

4. Y para colmo de los colmos, lo retransmiten nuestros amigos de Telecinco, ya sabéis el gran J.J. Santos y su peculiar visión del fútbol; y sus colaboradores, si es que los tiene porque yo todavía tengo mis dudas.

P.D. Ahora mismo se estará disputando el TP Mazembe (África) contra el Pohang Steelers (Asia), por si queréis ver un partidazo de verdad.

VALLADOLID-CELTA 93-94. FÚTBOL EN ESTADO PURO


Los amaños en el deporte son algo a la orden del día, hay mucho dinero por medio y a veces se utilizan todos los medios, deportivos o no, para mantener un estatus que te permita recuperar lo invertido como mínimo. Ejemplos los hay patadas: la corrupción masiva de Bernard Tapie al fente del Olympique de Marsella, la compra de partidos en la que intervinieron porteros como Grobelaar, la reciente red de apuestas ilegales en torno al mundo del fútbol o el escándalo del "totonero" en los años 80. La cosa llega hasta las divisiones no profesionales, como ocurrió hace un par de años en la división de honor vizcaina.

En nuestro fútbol, quizás el caso más flagrante de amaño deportivo sea el que se vivió el 15 de mayo de 1994 en el Nuevo Zorrilla. Era la última jornada de liga, y en el enfrentamiento entre ambos equipos el empate era válido para los dos: al Valladolid le bastaba para eludir el descenso directo, y al Celta para salvarse totalmente y evitar la promoción. El ambiente de conformismo era tan claro que en los días previos el preparador celtiña Txetxu Rojo admitía que "vamos a salir a por el triunfo, aunque con el empate ya me conformo".

Uno de los implicados secundarios era el Lleida, que ocupaba plaza de descenso directo y al que sólo le valía ganar al Racing y esperar la derrota de los pucelanos. Mané apelaba al espíritu, no al de Juanito, sino al de la revancha. En el año 1983 el Valladolid había mandado al Celta a la segunda división tras vencerle en un último partido en el que no se jugaban nada. Agarrándose a un clavo ardiendo, los de la Terra Ferma confiaban en la venganza celtiña.

No sabemos como se gestó la vergüenza que se vió después sobre el campo, aunque las declaraciones de jugadores y entrenadores eran todo un pacto de no agresión lo que se vio en el terreno de juego fue una mala comedia, de lo peor que se ha visto en el fútbol español. Desde el principio, los dos equipos tomaron la decisión de no moverse del centro del campo, hacían rondos interminables entre los jugadores y de vez en cuando cedían el balón a su portero para que despejase y el equipo rival pudiese comenzar su particular pantomima. No hubo nada, absolutamente nada que comentar, salvo alguna jugada aislada en la que un equipo reprendía al otro por crear demasiado peligro, por lo demas ni ocasiones de gol, ni tarjetas, ni jugadas, y sólamente dos corners para engrosar la ficha del partido. La mejor información del partido la dio el diario El Mundo de Valladolid: tres columnas en blanco fueron la crónica del Valladolid- Celta, poco más había que decir. No se pudo probar nada sobre el amaño del partido, no hubo sanciones ni investigaciones, los dos equipos se fueron de rositas y el año siguiente continuaron jugando en la primera división. ¿Si en aquellos años hubiesen existido las apuestas por internet la repercusión hubiese sido mayor? Lo más triste de todo es que, vistos los resultados de los demás partidos, si Valladolid y Celta hubieran optado por jugar honradamente habrían conseguido sus objetivos independientemente del marcador final.

Las mejores frases del partido:
- "Que se besen, que se besen" (la grada a los aficionados)
- "Este partido lo vamos a empatar" (el grito de guerra en las gradas)
- "¿Qué tal habéis comido en Valladolid?" (periodista a Txetxu Rojo en la sala de prensa)
- "Habría que obligar a los dos equipos a jugar hasta que uno marcara un gol"(José María Ruiz Mateos)

Curiosamente el Celta vivió doce años después la otra cara de la moneda. Un partido amañado entre Athletic de Bilbao y Levante mandó al equipo gallego a la segunda división.

¿Qué es jugar bien al fútbol?

Ultimamente, se ha apoderado de la mal llamada opinión popular, algo así como que para ganar en este maravilloso deporte hace falta jugar bien al fútbol. Ante esta cuestión, siempre me he preguntado que sería jugar bien al fútbol, porque para mí está claro que si has ganado es porque has jugado mejor que tu rival.

Tomás Roncero, merengón empalagoso con pinta de no haber jugado a fútbol en su vida.

Será jugar bien al fútbol...?
1- No hacer faltas, no tirarse en sarra...no ser violento...
2- Conocer las reglas y aplicarlas correctamente, es decir, no coger el balón con la mano para pasarla, no confundir el fútbol con otro deporte...
3- Jugar bien vestido, con la equipación adecuada... y con la camiseta por dentro del pantalón...
4- Tener más posesión de balón que el rival y evitar que te la roben durante mucho tiempo....

Irene Junquera siempre atenta a cualquier comentario
Quiero decir con esto que el hecho de jugar "BIEN" al fútbol, es un invento de la televisión y de los oradores públicos que pueblan los platós de televisión e inundan las cabinas de comentaristas con su sabiduría forjada a raiz de sesudos argumentos que ni ellos mismos saben explicar. Por no hablar de la cantidad de gilipolleces que pueden llegar a soltar en un momento un buen número de entrenadores, destaca sobre todos, un gran conocido de este blog: Juanma Lillo. Y es que en el fútbol como alguien bien dijo alguna vez, está todo inventado, y la solución a tan afamada cuestión es más bien simple.
Juega bien el que gana porque gana y juega mal o peor el que pierde porque pierde. Fácil, sencillo y para toda la familia. No hay debate posible, puedes haber generado 25 ocasiones claras de gol, dominado la posesión del balón, llegar al área con 5 bicicletas y 4 paredes...pero si al final del partido resulta que has perdido es porque no has jugado bien, y lo contario resulta si no haces nada en todo el partido y ganas de penalty inexistente en el último minuto...en ese caso, puede que sientas que no has jugado bien, aunque hayas ganado...Pero en ese caso, siempre puedes decir que has jugado mejor que el rival, porque el rival ha perdido.

Tomás Guasch y Petón, siempre tratando temas de candente actualidad.

El fútbol es un juego y se juega para ganar, el resto, el tiki-taka, el jogo bonito y demás chorradas están para vender periódicos y llenar espacios en TV...

Imagino que la mayoría no estareis de acuerdo conmigo...pero es una opinión clara y simple...

Os invito a comentarlo...

¿Qué es saber de fútbol?

Hace unos días el loco Gatti nos regaló estos minutos:


Atención a la cara de owned de Pedrerol cuando manda a lavar los platos a Irene.

La verdad es que es tan gratuito y tiene tantas frases que nos pasa como a Irene, al principio nos deja incrédulos y entre reír o llorar elegimos lo primero, pero luego cansa bastante.
Es curioso ver como pisotea con saña los capotes que le lanzan sus compañeros para intentar salir del pozo en el que él sólo se ha metido, le intentan matizar que ha sido una broma (cuando todos sabemos que no lo ha sido) y el no pierde el tiempo para decir que habla totalmente en serio.

Y entre la buena respuesta de Irene y las explicaciones de Hugo pensé, ¿Pero qué coño es saber de fútbol?
Eso es lo bueno, que el fútbol es una ciencia tan inexacta y tan genial que por muchos partidos que veamos o por mucho tiempo que dediquemos a intentar desvelar las inexplicables técnicas de entrenamiento de Lillo siempre puede sentarse a nuestro lado cualquier subnormal que en un momento dado diga 'Es ahora cuando el capitán tiene que coger al árbitro, decirle cuatro cosas y parar un poco el partido'. Mano de santo oiga, este tipo de frases le hacen a uno ser el más entendido del momento, aunque no hayas visionado un partido en toda la vida.

'Le puedo mentir a mi mujer y a mis hijos, pero al fútbol que yo jugué no le mentiré y para mi las mujeres no saben de fútbol.'

Siguiendo con los conocimientos futboleros me pondré humilde y afirmaré que seguramente de todos los que escribimos aquí sea el que menos nombres, alineaciones e historia del balompie conozca, sin embargo os aseguro que me procuro esforzar y ver el máximo posible de partidos aunque no sepa si fulano juega por la izquierda o la derecha.

En fin, es en este momento cuando me diría Hugo Gatti que el fútbol no es para gente que no lo ha practicado nunca ni tampoco para subnormales como yo. De todos modos desde aquí, admiradores de Irene Junquera como somos la mandamos todo nuestro cariño y la animamos a que siga participando espontáneamente con el desparpajo que la caracteriza.

Por cierto, ¿Qué la ha pasado a Irene en la pierna? El otro día la vi con muletas. ¿Habrá sido jugando al fútbol?