JASON WILLIAMS, VOLANDO LIBRE


 
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A finales del año 1998 grandes sombras se cernían sobre el futuro de la NBA: Michael Jordan acababa de anunciar su segunda retirada y la liga se quedaba huérfana de su gra y más importante estrella. Era la hora de que jugadores como Kobe Bryant, Shaquille o´Neal, Tim Duncan o Allen Iverson tomaran el mando, pero a la mayoría de aficionados nos sabía a poco tener que conformarnos con eso. Sin embargo, casi desde el comienzo de la temporada en enero de 1999, dos novatos empezaron a asombrarnos con su descaro, su entusiasmo y su fantasía. Uno de ellos era un prestigioso escolta de la Universidad de North Carolina que comenzaba a hacer de los vuelos sin motor algo habitual en la cancha de los perdedores Raptors. El otro, un base de raza blanca que había tenido varios problemas por asuntos de drogas blandas en su etapa universitaria y al que los entrenadores no le auguraban demasiado futuro por su escasa disciplina defensiva. ¿Su nombre? Jason Williams.

Sacramento Kings elegía en el puesto 7 del draft aquella temporada. A pesar de que los informes de los ojeadores dejaban claro que Williams era muy limitado físicamente, que no tenía piernas para correr en ataque ni se esforzaba demasiado en defensa, todos coincidían en que su fantasía para dar el último pase era algo que no le habían visto hacer ni siquiera a Magic Johnson. Con un pobre record de 27-55 la temporada anterior, los Kings decidieron jugársela con Williams y además consiguieron a un Chris Webber venido a menos, al veterano Vlade Divac y al también rookie Peja Stojakovic. Comenzó la temporada y Divac y Webber se mostraban intratables en la pintura, Stojakovic se mostraba como un auténtico veterano anotando desde la distancia, pero lo más sorprendente es que la apuesta por el inestable base blanco resultaba ganadora: Jason Williams levantaba al público de sus asientos en cada partido con pases por la espalda, rápidos crossovers, intrépidos fakes y amagos de balón que volvían locas a las defensas y un tiro a canasta errático pero suficientemente consistente. Poco a poco fue habitual ver jugadas del base entre las 10 mejores de la semana, los Kings eran el equipo más espectacular de la liga y todos querían que se televisasen sus partidos, los chavales intentaban imitar sus jugadas en los colegios y en las calles, y la gente empezaba a preguntarse ¿pero quién demonios es este tío?.

No llenaba el vacío de Jordan, ni mucho menos, pero tanto la irrupción de Vince Carter como la de Jason Williams fue una entrada de aire fresco que le sentó de maravilla a la NBA. El juego de los Kings además de vistoso resultó ser eficaz, ya que los californianos consiguieron clasificarse para los play-offs, de los que fueron apeados ante los Utah Jazz, que contaban con un base en las antípodas de lo que era Jason Williams: donde Stockton era sobrio, Williams era desmesurado, la calma de uno contrastaba con la locura del otro. En alguno de sus duelos saltaron chispas, ya que el estilo de juego de J-Will era interpretado en algún momento como chulería. Williams, acostumbrado ya a verse como un incomprendido, se justificaba: "Yo juego así desde que tenía 9 años. Es mi forma de expresarme en una pista de basket y no me la va a cambiar nadie. Sé que soy diferente, pero esa es mi personalidad. Los demás también tienen que hacer un esfuerzo para comprenderme". Gracias a Williams y sus compañeros, los Kings habían pasado ser un equipo perdedor y olvidado a convertirse en uno de los outsiders de la liga.

En su segunda temporada en la liga, Jason se afianzó y su nombre siguió sonando con más fuerza y era un referente no sólo en el baloncesto, sino en otras disciplinas deportivas. De hecho, el futbolista Djalminha, tras conseguir un memorable gol ante el Real Madrid, confesó haberse inspirado en las jugadas de "Chocolate blanco". En esta temporada 1999-2000 fue cuando vimos su ya inmortal pase con el codo que nos dejó a todos con la boca abierta, sus jugadas seguían siendo de ensueño, él se divertía en la cancha y nosotros nos entusiasmábamos viéndole jugar. Y para colmo el equipo seguía ganando. Un dato esclarecedor: durante la temporada anterior la NBC no programó ningún partido de los Kings a nivel nacional (la temporada del equipo fue una sorpresa para todos). Sin embargo, en esta temporada nada menos que 16 partidos fueron televisados para todo el país, ávido de ver partidos de los Webber, Williams, Stojakovic, Divac, Williamson, Barry...

La tercera campaña de J-Will no empezó tan bien. Tanto los Kings como el jugador se habían estancado en su progresión. El entrenador Rick Adelman empezaba a cansarse de la imprevisibilidad de Williams, de que no supiera controlar la situación en los momentos cruciales de los partidos y de sus malas decisiones en esos minutos finales. En el ambiente empezaba a foltar la idea de que los Sacramento Kings nunca conseguirían ganar nada con un base como Jason Williams, y a pesar de que el público seguía divirtiéndose con sus alley hoops y sus pases de ciencia-ficción, las críticas y voces discordantes empezaron a ser más frecuentes. Finalmente, Williams fue intercambiando por el base de los Vancouver Grizzlies, Mike Bibby.


Los Grizzlies, recién llegados a la ciudad de Memphis, veían el traspaso de JWill como una fructífera operación de marketing para atraer gente a las canchas, ya que la fama espectacular del jugador seguía vigente. Además, las declaraciones de su entrenador Sidney Lowe en el sentido de dejar hacer al base y amoldarse a su imprevisible y dinámico estilo de juego apoyaban esa decisión. Nada mas lejos de la realidad, ya que desde un comienzo Lowe prefirió apoyarse en el juego interior debido al espectacular arranque de Pau Gasol, y pedía a Williams que serenase su juego y se mostrase más cauteloso. Posteriormente otros entrenadores como Hubie Brown o Mike Fratello siguieron moldeando a Jason en ese mismo sentido, y a la vez que los Grizzlies mejoraban año tras año hasta ser capaces de entrar en play-offs en la salvaje Conferencia Oeste, Williams se convertía en un base más sobrio, reduciendo su porcentaje de pérdidas a niveles espectacularmente bajos y eligiendo mejor sus tiros y aumentando su cuota de acierto. Sin embargo, la chispa del Jason Williams original era prácticamente inexistente, se había institucionalizado. Como una estrella fugaz, la magia había desaparecido y de ese número 55 de los Kings solo quedaba una fuerte y polémica personalidad, que fue la que le llevó a salir de los Grizzlies.


En 2005 fichó por los Miami Heat de Shaquille y Pat Riley, consiguiendo el anillo de campéon y demostrando que con un jugador como Jason Williams (o parecido al que fue) se podía ganar la NBA. Dwayne Wade decía de él que “Las cosas tienen a veces un propósito en la vida. Tal vez su destino era venir a Miami y mostrar lo que sabía hacer bien, que es jugar a baloncesto”. Tras un par de temporadas más en Miami, pasó sin pena ni gloria por Orlando Magic y hace unos meses volvió al lugar en el que más estabilidad logró, Memphis. Hace unas semanas anunció que se retira, y al estar lesionado no está pudiendo participar de la excepcional temporada de los Grizzlies, que han conseguido la primera victoria en play-offs de su historia.

Sirva este post como homenaje a uno de los jugadores de baloncesto que más me han hecho divertirme y amar el baloncesto. Como dicen en la película Cadena Perpetua: "Algunos pájaros no pueden ser enjaulados, sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando se alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están". Durante el tiempo que Jason Williams pudo volar libre, ilusionó y divirtió a mucha gente, y a veces eso se recuerda más que las victorias o el éxito.

4 Responses
  1. Ivanhoe Says:

    Menudo jugón!! Me habré visto sus mejores jugadas en youtube 20 mil veces y no me canso.
    Aquellos Kings eran puro espectáculo..


  2. Cabrero Says:

    Un jugón de los de verdad.Que gran pareja hacia con Cris Webber y que grandes momentos me hizo pasar delante del televisor. Gran post Mark


  3. Yakito Says:

    Simplemente puedo decir que el video es sensacional.


  4. Rocio Says:

    Me gusta ver el basket y por eso trato de ver cuanto partido pueda de la NBA. Por eso me gusta tener la chance de disfrutar de ver diversos partidos y seria un sueño si los puedo ver en vivo. Ojala que pueda conseguir vuelos baratos a miami